lunes, 4 de noviembre de 2019

Crítica: NERIUM PARK


Relaciones tóxicas

Nerium Park, un thriller familiar del dramaturgo Josep María Miró que aborda la complejidad de las relaciones de pareja, ha sido estrenado exitosamente en otros teatros del mundo y por primera vez, llega a Lima, de la mano de Paris Producciones y la dirección de Mariana Palau. Martha (Ximena Díaz) es una esposa neurótica, insegura y perfeccionista, casada con Gerardo (Sergio Paris), hombre feliz cuya personalidad cambia totalmente a medida que la noticia de haber perdido el trabajo vaya siendo asimilada hasta distorsionar su realidad. Ellos recién acaban de mudarse a un departamento muy alejado de la ciudad.

En primer lugar, debe celebrarse el que la asistencia del público fue enorme, pues el teatro estuvo casi lleno. El montaje se estructura en doce escenas, una para cada mes del año, y cada una se caracteriza por tener una temática diferente sobre el estado en que se encuentra la relación de Martha y Gerardo. Lo interesante fue que los actores le dotaron un ritmo y presencia diferente a cada uno de sus personajes, de acuerdo a la temática; esto último hizo de la obra muy atractiva, pues las actuaciones nunca estuvieron al mismo ritmo y fuerza. Adicionalmente, sobre el fondo del escenario, un proyector mostraba los rostros de los actores generando una serie de estados de ánimo como ira, risa, llanto, alegría, entre otros. Esto fue realmente atractivo visualmente en cada escena.

Por otro lado, un elemento realmente genial fue la música en vivo, pero sobre todo, su pertinencia en todo momento durante la obra. Magali Luque, al ritmo de un violín cello, marcaba unos sonidos bellos y conmovedores, especialmente en las escenas de tensión, de revelaciones, de risas y tristezas. Siempre es positivo la música en vivo y doblemente positivo si esta la dirige una profesional como Luque. Además, la escenografía fue inteligente, se pudo definir todo como sucinto: mobiliario básico de un departamento después de una mudanza. Esto último es resaltante, pues siempre en todas las escenas pareciese que la pareja acaba de llegar; sin lugar a dudas, es una simbología inteligente, como tratando de decir que aún no se han instalado a pesar del tiempo. Sobre las actuaciones, tanto Díaz y Paris tuvieron interpretaciones creíbles, especialmente la primera, ya que destacó por su capacidad de transmitir el dolor de su personaje, sobre todo hacia el final del montaje; generaba empatía debido a su calidad de víctima inmersa en la psicología trastornada, que empieza a florar en Gerardo, a medida que pasan los meses después del despido.

En ciertas ocasiones, el thriller adquiría características de comedia romántica, especialmente, cuando los diálogos terminaban generando risas debido a la ironía de las intenciones que generaron las actuaciones; sin embargo, esto no restó importancia a la acción dramática sobre la que giró todo y que generó una constante intriga: ¿Quién era en realidad el otro intruso de la historia? ¿Era el mismo Gerardo haciéndose pasar por otra persona a la cual le había dado toda su personalidad?

Nerium Park es un montaje donde el suspenso es la temática principal, así como la fragilidad de las relaciones amorosas en contextos extremos, como la pérdida de un trabajo. El mismo autor menciona que escribió la obra en el contexto de la crisis inmobiliaria e hipotecaria de España del 2008 y de ahí vino su inspiración para escribir la obra (1). El nombre tan particular viene, como lo menciona Miró, del arbusto venenoso llamado nerium oleander que crece muy comúnmente en las carreteras; entonces el elemento de simbología icónica es interesante: Nerium Park es el parque de las plantas venenosas, así como las relaciones tóxicas. Muy inteligente título.

(1) El dramaturgo Josep María Miró estrena "Nerium Park" https://www.youtube.com/watch?v=IFEWS33Cu4A

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