lunes, 18 de febrero de 2019

Crítica: DE CABALLEROS Y PIRATAS


Una lección, dos historias

La compañía de teatro Manzana y Mandarina dirigida por actriz y dramaturga Mandarina Claudia Makishi Lambert presentaron el espectáculo de títeres “De Caballeros y Piratas”, una comedia infantil de dos actos en los auditorios del Centro Cultural Británico. Manzana y Mandarina se dedica a desarrollar propuestas escénicas con enfoque pedagógico y para la familia con los títeres desde el 2012, ejemplo de esto son los montajes “Cuentos de Frutas y Otros Bichitos”, “Bici teatro” y “Mamá: quiero una mascota”, que han sido presentados numerosas veces.

La presentación de la compañía teatral tuvo una gran acogida por el público. Los auditorios del Centro Cultural Británico de las sedes de San Miguel y Pueblo Libre estuvieron totalmente llenos, de manera que muchos asistentes, lamentablemente, quedaron fuera por falta de cupos. El público estuvo compuesto básicamente por familias con niños de todas las edades.

La función comenzó con puntualidad y se reflejó originalidad al conminar al público a apagar sus celulares y evitar interrupciones con música infantil. Mandarina apareció en medio del escenario y empezó la función con sus títeres (aunque en ningún momento ella llega a cubrirse), acompañada musicalmente por su colega en la guitarra.

La acción dramática de la presentación giró en torno a las aventuras de los personajes principales Muchoqueso, un hijo de herrero que aspira a convertirse en caballero para conquistar el amor de Lady Briqueta, y un joven pulpo llamado Seven, quien trata de sobrellevar el hecho de que, a diferencia del resto de los pulpos, él solo tiene siete patas (de ahí su nombre). Las historias se entrecruzan al final de la presentación, ya que los protagonistas se unen para ir en búsqueda de un tesoro.

Se debe reconocer que la utilería y el vestuario de los títeres fueron hechos de un buen material, pues lucieron muy atractivos. Además, durante la presentación, se pudieron apreciar los años de experiencia de Claudia, porque llegó a captar la atención de los niños y estos no interrumpieron la función con comentarios negativos.

La obra realizada fue una comedia de un solo acto. Por esta razón, solo hizo falta una luz. Hubo muchos episodios muy interesantes dentro las historias, los cuales fueron acompañados con canciones. Por esta razón, se puede decir que “De Caballeros y Piratas”, tranquilamente, habría funcionado muy bien como una comedia musical con títeres. “De Caballeros y Piratas” estuvo en temporada corta durante el mes de enero los sábados en diferentes auditorios del Centro Cultural Británico. El ingreso fue libre.

Enrique Pacheco
18 de febrero de 2019

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