domingo, 27 de enero de 2019

Crítica: MUNDANA/MUNDÄNE


La belleza de la diversidad

El Centro Cultural Cine Olaya estuvo presentando en dos únicas funciones la obra Mundana/Mundäne (obra ganadora de los Estímulos Económicos para la Cultura 2018 del Ministerio de Cultura), un espectáculo-performance, que por medio de la danza y expresión corporal expone y permite cuestionar aspectos como la simplicidad, la belleza, la diversidad, el uso del cuerpo como instrumento de comunicación y la forma de conectarnos como seres humanos a través de este lenguaje, tanto en la vida común como en el plano artístico.

Esta innovadora propuesta es una creación colectiva a cargo de Carla Coronado, en la cual intervinieron los performers Lorena Peña, Inés Coronado, Carla Coronado, Christian Olivares y el alemán Roland Walter, artista conocido como el Rey Alegre, quien vive con la condición de parálisis espástica y ha participado en espectáculos con artistas de todo el mundo. Un escenario distribuido de tal forma que las acciones se ejecutaban en distintos planos. Aparece una mujer de un lado (incorporándose lentamente, dejando que el cuerpo hable) y, del otro extremo, una maraña de bolsas negras cobra vida a través de una persona que parece turbada interna y externamente.

De esta forma, se marcó el inicio –un tanto prolongado- de una serie de cuadros que fueron retratando una especie de pugna entre mente y cuerpo; los artistas exteriorizaban distintas reacciones (siempre utilizando el cuerpo) acompañadas de locuciones en off que visibilizaban (aparentemente) sus pensamientos o emociones. Por otra parte, las intervenciones de este carismático artista alemán reafirmaron con vehemencia la valía del cuerpo en cualquier circunstancia, probando con claridad la capacidad de reinventarse continuamente. Evidenciando además, la conexión y sinergia de los cuerpos en movimiento, trasmitiendo emociones y reacciones como la complicidad, el miedo, la frustración, la inseguridad, los prejuicios, la valentía y el optimismo.

Mundana/Mundäne supone una construcción que estimula la reacción corporal, un lenguaje recientemente incorporado (por lo menos en los espectáculos locales) en las propuestas escénicas. Ahora bien, en algunos cambios de escena los espacios se sintieron un tanto largos, situación que desvanecía la energía que ya se había creado entre el público y la imagen visual. El contraste surge en los momentos más vibrantes revestidos de música y alegría, para luego mostrarnos un final que proyecta a los cuerpos como símbolos de unión, fuerza y autenticidad.

Maria Cristina Mory Cárdenas 
27 de enero de 2019

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