viernes, 30 de noviembre de 2018

Colaboración regional: OCASO DE UN SUEÑO DE AMOR


García Lorca en Piura

Casi siempre se ha tenido la idea de que hacer la adaptación de una obra clásica es materialmente imposible debido a lo que el texto, y muchas veces la puesta, representan para el público. Nos hemos quedado con la idea de que, por ejemplo, Romeo y Julieta debe estar siempre ambientada en la Europa del siglo XVI y que sus personajes deben vestirse con atuendo ostentosos y hablar rimado. Pero el teatro, al igual que la sociedad, cambia. Los problemas que enfrentó Shakespeare al escribir la obra no son los mismos a los que la sociedad se enfrenta ahora. Sin embargo, ¿por qué nos identificamos tanto? Porque hay verdades humanas universales que nunca cambian, como el amor, la ambición, la mentira, etc. Eso que nos hace ver al teatro como un reflejo inequívoco de nosotros mismos. Las adaptaciones de los clásicos entregan al público la posibilidad de verse a sí mismo en una obra que fue escrita hace 30, 100 o 500 años atrás y darse cuenta que el hombre siempre será el mismo en esencia.

Las obras de Federico García Lorca se han convertido en un paso obligatorio para  conocer la dramaturgia española y mundial, debido a su profundidad y a su conciencia social. La vida del autor en sí misma representa un ícono en las letras desde su literatura crítica y libre de prejuicios hasta su tormentosa muerte a manos del régimen franquista. Textos como Yerma, La casa de Bernarda Alba y por supuesto, Bodas de Sangre han sido representadas innumerables veces y con temporadas y adaptaciones exitosas. En Bodas de Sangre, particularmente, existen dos puntos importantes dentro del texto, que al parecer de algunos entendidos la hacen la obra que es: el amor y sus consecuencias, y el reflejo de una sociedad falsa, que vive del “qué dirán” y es sumamente murmuradora. Sin ambos presupuestos, toda adaptación corre el riesgo de perder su esencia. Piura es una ciudad muy conservadora y a veces “falsamente moralista” por tradición y al igual que el pueblo de Lorca en Bodas de sangre, se ha mantenido así por miedo al cambio, aunque es la segunda ciudad más poblada del país, aún conserva ese misticismo de ciudad pequeña que ha sido aprovechada por literatos como Vargas Llosa para dar molde a sus historias. Es por eso que esta obra se convierte, más que en otras ciudades, en una obra de representación necesaria.

El grupo teatral “Cuarta Pared” puso en escena la obra musical “Ocaso de un sueño de amor”, una interesante adaptación del clásico Bodas de Sangre. La obra fue montada durante los últimos meses del año en diferentes espacios a nivel regional y nacional, teniendo como escenario de su última puesta del año al Espacé Liberté de la Alianza Francesa de Piura, el pasado 24 de noviembre. La obra está bajo la dirección escénica y musical de Robert Masías. Los clásicos personajes de Lorca vuelven a cobrar vida en una obra matizada por música propia y en vivo. Es importante resaltar de la puesta precisamente la presencia de la música y la danza, aspectos que son muy bien adaptados de la versión original. Una musa danzante desde la primera escena aporta a la obra misticismo y fluidez corporal, siendo este un sello característico de las puesta del grupo. El marco musical y los actores cantando desarrollan la obra hasta la mitad a buen ritmo, el cual disminuye hasta antes de la escena de la pelea entre el novio (Juan Pablo Almeyda) y Manuel (Juan Manuel García), convirtiéndose en la mejor escena de la obra debido a que confluyen muy bien la precisión de los movimientos, las luces y la música.

En cuanto a la adaptación dramatúrgica, se puede comentar que “Ocaso de un sueño de amor” es un texto limpio y bien pensado a partir del texto original, aunque con pocos riesgos; con una buena línea dramática, pero que no siempre profundiza en los sentimientos de los personajes, que en la obra de Lorca cuentan con un matiz desgarrador y rallan en la locura, sobre todo en el personaje de la madre del novio. El peso dramático lo lleva el personaje de la novia, muy bien interpretada por Stefany Cienfuegos, que nos ofrece una novia fresca sin dejar de ser profunda y que adopta en mayor parte el peso actoral de la obra. Seguida por García, que interpreta a un Manuel (en la obra de Lorca, Leonardo) bastante orgánico e intenso. A su vez, la madre del novio es interpretada por Jesenia Lazo, una actriz piurana con amplia trayectoria y muy buena interpretación. En cuanto a la dirección escénica, “Ocaso de un sueño de amor” es una obra con presencia y buen ritmo, con un texto sencillo y correcto que pretende ser la propia interpretación de las Bodas de Lorca, pero donde la preocupación social y la “habladuría” del original hacen sentir su ausencia. Cuenta con actores de peso escénico y actores aún en formación que buscan encontrar un matiz en sus performances. Un musical prácticamente pionero en el género en la ciudad y que refleja un crecimiento del grupo y una importante valla para sus trabajos posteriores.

Katiuska Granda
Piura, 30 de noviembre de 2018

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