Un divertido Shakespeare para toda la familia
Acercar a los más pequeños al maravilloso mundo de
Shakespeare es una tarea tan loable como rigurosa; estas adaptaciones o
versiones libres, que buscan restarle cierta complejidad a las tramas para
hacerlas asequibles a públicos más jóvenes, deberían respetar las intenciones
del autor, y especialmente, su espíritu. En ese sentido, el trabajo de
adaptación y dirección de Bruno Odar resultó muy estimable, pues presentó el
mes pasado, en los auditorios del Británico, su propia versión para toda la
familia de una de las comedias menores del Bardo de Avon, Mucho ruido por nada, dentro de su ciclo Cuéntame Shakespeare.
La acción se centra, principalmente, en dos parejas de
jóvenes: una (Bruno Ruiz y Castherinne Morón), en la que ambos se aman con
locura y la otra (Christian Suito y Elena Castillo), en la que no se toleran;
con el transcurrir de la obra, estos roles se invertirán con la aparición del
malvado antagonista (César Bravo). Es así como nos presenta la historia, en una
ingeniosa propuesta, el propio Shakespeare (Jorge Moretti), quien además funge
de narrador, así como de actor en personajes secundarios. La trama,
simplificada para alcanzar apenas una hora de duración, es aprovechada por la
dirección para proponer un simpático juego escénico con la participación activa
del público.
Es de agradecer la entrega de todo el elenco a la lúdica
propuesta, sin desvirtuar en ningún momento el espíritu del original. A
destacar a la divertida pareja de Suito y Castillo, así como a la buena
caracterización del mismo autor inglés, a cargo del sólido Moretti. Cuéntame Shakespeare: Mucho ruido por nada,
a cargo de la Asociación Cultural Diez Talentos, es una muy lograda adaptación
que celebra el legado del imprescindible Shakespeare, acercándolo de la mejor
manera a los más pequeños.
Sergio Velarde
2 de mayo de 2024
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