martes, 17 de enero de 2023

Crítica: EL HIJO


La salud mental en adolescentes

Todo un acontecimiento teatral resultó el estreno de El padre (2017) del autor francés Florian Zeller, no solo por otorgarle el papel definitivo de su carrera al inolvidable Osvaldo Cattone, sino porque la pieza puso sobre el tapete, de manera magistral, el duro trance que deben atravesar los pacientes de Alzheimer junto a sus familias. Especialmente, en países como el nuestro, en la que la salud mental viene siendo relegada por décadas. Pues bien, siguiendo el mismo camino, Zeller escribió una suerte de “precuela”, titulada El hijo (2022), mostrando la difícil realidad de muchos adolescentes y la tirante relación con sus padres. Su estreno en Perú en el Teatro de Lucía destacó dentro de nuestra (saturada) cartelera, ofreciendo una conmovedora puesta en escena con numerosos aciertos.

Dirigida con buen pulso por el joven pero experimentado Rodrigo Falla Brousset, la historia gira alrededor del introvertido Nicolás (Brando Gallesi), el hijo adolescente de Pedro (Ismael La Rosa) y Ana (Marisa Minetti), ambos ya separados. El joven, luego de descubrirse inexplicablemente que no ha asistido al colegio por tres meses, se muda con su padre y su nuevo compromiso, Sofía (Fiorella Luna), quien acaba de tener un hijo. El errático comportamiento del muchacho y los desesperados intentos de su padre por comprender y frenar la situación se presentan de manera dosificada, con un controlado manejo del suspenso y la anticipación del inevitable y doloroso desenlace. En el apartado técnico, las luces y el sonido, bien puestos; así como una funcional escenografía, que delimita las salas de las dos casas y el consultorio psiquiátrico, en el que aparecen el doctor y el enfermero, José Miguel Arbulú y Brian Savitzky, respectivamente.

La dilatada duración de la puesta es compensada por una inspirada dirección de actores, en la que habría que destacar el excelente trabajo en conjunto de La Rosa y Gallesi, ambos en complejos personajes, quienes lucen sólidos y conmovedores (y por los pelos, sin caer en excesos). A su lado, unas formidables Minetti y Luna componen convincentes figuras de madres y esposas. Bien por Falla Brousset, quien sale airoso del difícil reto de dirigir una obra de esta envergadura; además de promover con su temporada la necesaria preocupación por la salud mental en nuestro país. El hijo de Zeller es una muy pertinente llamada de atención hacia nuestras autoridades sanitarias acerca de una problemática que no debería cobrar más vidas.

Sergio Velarde

17 de enero de 2023

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