Regresiones y reflexiones
Es interesante cómo viene desarrollándose de un tiempo a
esta parte el teatro testimonial. Entre tantas historias, clásicas o contemporáneas,
protagonizadas por personajes ficticios, muchas veces envueltos en situaciones
bastante reales, han llegado para quedarse aquellos espectáculos que parten de
las propias experiencias de los actores, que de la mano guía de los directores,
le agregan esa cuota de realismo que tanto intérpretes como público agradecen.
Los primeros tienen, por ejemplo, la chance de sanar heridas en el proceso
creativo; y los otros, de disfrutar y reflexionar sobre hechos y situaciones mucho
más cercanas a su propia realidad. Por lo menos, este segundo objetivo se logra
con Viajes, una creación colectiva
dirigida por la muy competente actriz Kelly Carrillo, pues consigue la complicidad
de los espectadores a través de un par de monólogos interpretados por dos
actores, quienes nos revelan sus propios viajes vivenciales.
Giacomo Ossio y Petit CaAl, en ese orden, se presentan como
ellos mismos, luego de la tercera llamada en el íntimo espacio del Teatro Esencia.
Luego, cada uno aparecerá con distintos elementos que les servirán para
ejecutar secuencias físicas, en las que priman su corporalidad y la
participación activa del público: él, con recuerdos de su niñez, su
adolescencia y su impersonal rutina ya de adulto; y ella, despojándose de los
símbolos de sus raíces andinas que carga en su vestuario de ekeko. La gran cercanía
entre actores y público le permite a la directora Carrillo no solo romper la
cuarta pared, sino que apuesta por una interesante “invasión recíproca de
espacios”, como cuando Petit se acerca a las butacas para regalar los “bienes”
que carga o cuando Ossio invita al público al escenario para participar de una
alocada fiesta.
La propuesta de Carrillo se convierte en un sencillo pero
sólido espectáculo conformado por estas dos “ficciones biográficas”, dos viajes
interiores que nos hablan de vidas verdaderas, desnudadas por dos intérpretes
que por propia voluntad las desean compartir. Los recuerdos se suceden en
escena con efectividad, gracias al talento de los actores y a una dirección que
prioriza los movimientos y la corporalidad como herramienta básica de comunicación.
Producida por Noemi Mendoza, Viajes
confirma lo interesante que puede llegar a ser el teatro testimonial y expone
muchas de las posibilidades creativas que pueden generarse para así acercar al
público hacia historias cada más reales y cercanas.
Sergio Velarde
9 de junio de 2022
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