Continúa la exploración virtual con Provocar Ternura. Yestoquelotro Estudio de David Carrillo vuelve a
la carga con una nueva antología de cortometrajes, escritos, actuados y
dirigidos íntegramente por egresados de sus talleres de actuación. Esta vez, es
la “ternura” la temática alrededor de la que giran las nueve ficciones breves presentadas,
teniendo como disparadores creativos una cerradura, una colcha y la frase: “¿Puedo quedarme contigo?”. En lo que va
del proyecto global, que cuenta ya con dos estrenos previos (Provocar Identidad y Provocar Emancipación), quizás sea en ciertas
piezas de esta propuesta en las que se alcancen los resultados más
sobresalientes de todo el conjunto (con el apoyo de convenciones teatrales,
incluso), lo que hace más evidentes las carencias de las otros proyectos. Sin
embargo, ninguna ficción sale sobrando y todas, en su concepción, logran
retratar este sentimiento cada una a su particular manera.
El lado oscuro de la ternura es explorado en Bucle de Ann Claros, dirigida por Gian
Paul Miranda, en la que la violencia física y psicológica se hace presente en
la relación de Franco Ahuanari y Steve La Cruz, ante la presencia de la amiga
Liz Roggero, creándose un drama que pudo haber profundizado más a sus
personajes; y en Después de ti de
Catalina Balarezo Sugobono, a cargo de Mirella Ibáñez, ciertos problemas
técnicos no distraen de las melancólicas reflexiones de Vero Del Topo luego de
la partida de un ser querido y del hábil manejo de los elementos que simbolizan
esta añoranza. Por otro lado, la ternura inherente a la amistad aparece en las
entretenidas y sólidas Calma y Descontrol
de Samanta Romero Rodríguez, bajo la dirección de Rodrigo Reyes Pavia, y ¿Para qué son los amigos? de Vanessa
Demichelli, dirigida por Maryfé Asparria, en las que cada pareja de amigos, bien
interpretados por Asparria con Cristina Renteros, y André Portugal con Yamil
Sacin, respectivamente, convence en sus divertidos diálogos.
Que el teatro logre conmover a través de la pantalla se
convierte en una feliz certeza en las arriesgadas Des-Pegar de Luzma De la Torre Ugarte, bajo la dirección de Nany
Florez, y La última tarde de colchita
de Carrillo, a cargo de Samanta Alva Vargas; ambas con propuestas basadas en la
teatralidad que enriquecen el producto final. En la primera, las actrices Betsheba
Gil y Romero Rodríguez interpretan con fluidez la relación entre madre e hija,
en una sala comedor convertida en un escenario con todas las dela ley. Y en la
segunda, aceptamos por completo la convención propuesta por la actriz Jóse
Spigno, para narrarnos, en primera persona, la conmovedora historia de un joven
Carrillo; se trata este de un trabajo que roza la excelencia, en su propósito
de transmitir emociones desde la virtualidad.
El virtuosismo en la ejecución de las propuestas se puso de
manifiesto, de distintas formas, en las piezas restantes. En T.A. Ternura Artificial de Jasmín Tello,
dirigida por Sacin, se exploró la ciencia-ficción en un estilizado futuro
distópico, en el que el androide Joel Soria y la programadora Jasmín Tello se
ven involucrados en el final de los tiempos. En El celular de un hombre en problemas de Rodrigo Falla Brousset, a
cargo de Demichelli, recuperamos al actor Carrillo en un personaje que exuda
ternura e ingenuidad en medio de una intriga delincuencial, bien secundado por
la voz de Reyes Pavia desde el móvil del título. Y en la impecablemente
realizada Puedes dejar de acompañarme
de Spigno, dirigida por Julian Reyes, los intérpretes Atria Fiol y Federico Abrill nos hacen partícipes de una
entrañable fábula para reconocer, enfrentar y perder el miedo. Provocar Ternura alcanza algunos
momentos brillantes en su composición de ficciones, que solo nos hace esperar
con más impaciencia las siguientes entregas.
Sergio Velarde
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