domingo, 4 de marzo de 2018

Crítica: LOS COLORES DE ALMENDRA


La mascota de la niña

La Dirección de Asuntos Culturales de la Pontificia Universidad Católica del Perú nos trae la obra de teatro “Los Colores de Almendra”, bajo la dirección de Juan Carlos Valdez. El elenco está compuesto por Francine De la Peña, Klaus Eloy Herencia Guerrero, Eveling Olivares, Silvana Picco y Fabrizio Morales y se encuentra en temporada hasta el 25 de marzo en el Centro Cultural de Ricardo Palma de Miraflores.

La obra trata sobre la historia de una niñita y su perro, que habitan en un mundo imaginario, en donde los objetos, las personas y los personajes son de colores intensos y generan sensaciones animadas en los espectadores. La niña tendrá que tomar decisiones que la expongan a situaciones límites que en otro escenario no tendría que hacerlo. Sus padres deciden irse de viaje y, de esa manera, empieza el peligro cuando Almendra tiene que enfrentarse al miedo de que unos intrusos intentan apoderarse de su comida y apartarla de su mascota preferida, su perrito.

El montaje aborda la defensa de la inocencia sobre la maldad y la adversidad. El juego de colores en el escenario es sencillamente preciso y genera en el espectador una impresión de desasosiego asombroso, en el sentido de que la manera cómo los objetos “vuelan”, “se comen”, “desaparecen” e “interactúan” con los actores, a veces, no deja duda de que son casi perfectos. El equipo de escenografía cuenta con actores mimetizados con el color del fondo del escenario, que son los encargados de hacer posible en el espectador la sensación de estar viendo objetos en movimiento y a los actores “volar”. Para esto, la falta de luz es clave para mimetizar a los actores secundarios. La interacción entre los actores no es a través de diálogos, sino mediante la pantomima de la acción dramática creando una especie de segundo lenguaje. El público, en su mayoría infantil, estuvo desde la entrada de la primera escena, con un júbilo gigante a lo largo de toda la puesta en escena.

”Los Colores de Almendra” es una puesta en escena muy especial por su escenografía y genera una sensación de estar ante un juego de colores particular. Es un espectáculo que estimula la imaginación y está dirigido para toda la familia y especialmente para los más pequeños en proceso de formación.

Enrique Pacheco
4 de marzo de 2018

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