Vale la pena luchar por lo quieres
Obra escrita por el dramaturgo
peruano Eduardo Adrianzén, bajo la dirección de David Carrillo. Estuvo
presente en el festival de artes escénicas "Más que ver”, el sábado 24 y
domingo 25 de junio en el Teatro Auditorio Miraflores. Es un montaje realizado
por actores egresados del taller de formación actoral Plan 9. Los temas que
toca la obra son los conflictos universitarios, la diferencia de clases
sociales, la lucha de poderes, el abuso de la autoridad y la sobrevaloración
del teatro.
La obra inicia con la aparición de Leonor (Rocío
Olivera), quien nos hace mención de los sueños que tenía cuando era niña y ahora,
ya de grande, nos dice orgullosamente que es actriz, aunque a sus padres no les
guste la idea y crean que es una profesión mediocre. Ella les demostrará lo contrario
y por cosas del destino, recibirá la ayuda de su amigo (Abel Enríquez), quien le
recomendará para que trabaje como profesora del taller de teatro de verano, en
la misma universidad en la que él dicta. Al principio todo parece bonito, pero
lo malo viene después: a unas semanas antes de presentar la obra final del
curso en el gran Teatro Municipal, la profesora Leonor y sus alumnos serán
cuestionados por las autoridades de la universidad por el contenido de la obra.
A pesar de la decisión de la directora, estos jóvenes olvidarán sus diferencias
y se unirán para levantar su voz de protesta. Ellos nos contarán sus propias anécdotas
y las motivaciones que tienen para que esta obra se presente. Quiero mencionar a
Sarela (Daniela Martínez), la señora de la limpieza, pues es uno de los
personajes que quizás para muchos pasaba desapercibido, pero su papel es
fundamental, ya que es la persona que está pendiente de todo lo que pasa y a
pesar de que no la tomen en cuenta, es la que tiene las cosas más claras.
El mensaje que nos deja la obra es el de ser
valiente para luchar por nuestros ideales y de no callarnos. “Los veranos son
cortos” nos refleja el manejo educativo que tenemos, ya sea público o privado, de que te dirán la misma respuesta:de que ellos tienen la razón y si lo hacen es por el bien
de la institución, de tal modo que son puras falacias. Esto me hace acordar mi
época de estudiante en el instituto: una compañera y yo recolectamos firmas
para cambiar de docente, fue ahí que el profesor se enteró y nos corrió del aula.
Entonces me fui a quejar a la dirección, pero la directora se puso de lado del
profesor. Ahí fue donde me enteré que el profesor tenía “vara” y a pesar de mis
reclamos, algunos profesores me chantajearon con jugar con mis notas si no
paraba. Era vista como el “patito feo” de mi salón, solo recordar esa etapa y
ahora, ya de grande, no me arrepiento de haber hecho lo que hice. Si permitimos
este tipo de atropellos, lo seguirán haciendo; para mi suerte, mi voz sí fue
escuchada y solucionaron mi problema. Lo que intento decir es que el miedo está
en todas partes, pero la unión hace la fuerza, lo peor que podemos hacer en
esta vida es quedarnos callados. Quiero agradecer a todo el elenco por un buen
trabajo escénico, por la buena química en las actuaciones. Me encantó la obra y
estaré ansiosa por volverlos a ver.
La obra contó con un impecable elenco: Abel
Enríquez, Daniela Martínez, Daniela Palacios, Diana Cardozo, Hilda Tovar, Raúl
Sánchez McMillan, Rocío Olvera, Rosanna Osorio y Roy Zevallos.
María Victoria Pilares
8 de julio de 2017
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