El amor y la amistad según Shakespeare
Las Temporadas Teatrales de la ENSAD vienen manteniendo impecables
niveles de producción y de puesta en escena. El año pasado disfrutamos de Tus amigos nunca te harían daño, La tercera persona y Noches de luna, todas de
autoría nacional. Este año, la ENSAD inicia sus actividades con una de las
primeras obras escritas por el Bardo de Avon; Los dos hidalgos de Verona de
William Shakespeare, a cargo del destacado director Carlos Acosta y con la dirección
de arte de Pepe Sialer, es un espectáculo de excelente factura, con
personalidad propia y que recupera una de las tempranas comedias del dramaturgo
inglés, repleta de entrañables y lúdicos personajes. El cuidado del diseño de
producción es una de las constantes de las obras estrenadas en la íntima Sala
ENSAD, con una solvente escenografía y un vistoso vestuario, además de contar
con elencos que derrochan energía y entrega. En el presente montaje, la
variedad de estilos tan dispares entre sí, encuentra una feliz mezcla que
enriquece la puesta en escena.
La eterna pregunta sobre qué virtud que debe prevalecer sobre la otra,
el amor o la amistad, es la gran protagonista de esta comedia, que deja
entrever algunas constantes que tendrían las piezas posteriores del autor, como
la extrema comicidad de los sirvientes, los amores no correspondidos o los
disfraces que deben vestir las doncellas para hacerse pasar por varones. Valentino
(Toto Flores López) y Proteus (Julio Navarro) son los hidalgos de la historia,
dos amigos que se enfrentarán por el amor de una mujer. El primero viaja a
Milán para convertirse en un hombre maduro y se enamora en ese lugar de Silvia
(Jazmín Labrín Burga); mientras que el segundo, amante de Julia (Ethel Requejo), es enviado por su padre también a Milán, enamorándose de la amada de
Valentino. Julia, en la búsqueda de su amor perdido, se disfraza de muchacho
para encontrarlo. Finalmente, y luego de mil peripecias, los cuatro se
encuentran en el bosque para resolver sus diferencias. Adaptada la pieza por el
director, las dos horas del espectáculo se sostienen por todos los recursos que
el montaje posee, desde la vitalidad que derrochan los actores en sus cuidadas
caracterizaciones, hasta las luces y los sonidos (grabados y en vivo) que suman
a la algarabía general.
La gran mayoría de los montajes de Acosta se caracteriza por su
exigencia con los actores, y el presente montaje no es la excepción. A destacar
el limpio trabajo de Toto Flores López y Julio Navarro en los roles
protagónicos, especialmente este último, que nos convence totalmente en su
quiebre final. Las damas también realizan un efectivo trabajo: tanto Ethel Requejo como Jazmín Labrín Burga componen enérgicos y verosímiles
personajes. Estas dos parejas son bien secundadas por los múltiples personajes
interpretados por los versátiles Renato Ayllón y Juan de los Santos. Mención
especial para la insuperable dupla cómica conformada por Henry Sotomayor y Cristian
Lévano, luciendo un perfecto dominio vocal, gestual y corporal. Algunas
carencias menores que se irán solucionando en el camino, como la fluidez de
algunos cambios de escena y el volumen de la voz en ciertas canciones con
música en vivo, no opacan el resultado final. Los dos hidalgos de Verona es un
nuevo triunfo de las Temporadas Teatrales de la ENSAD, absolutamente
recomendable.
Sergio Velarde
03 de abril de 2015
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