Comedia feminista con las mejores intenciones
Desde la Nora en Casa de muñecas de Henrik Ibsen, un autor que se atrevía a hablar en un mundo “todavía” retrógrado sobre la plena igualdad entre el hombre y la mujer en la sociedad y en la familia, hasta la Alicia de Entonces Alicia cayó de Mariana De Althaus, una autora contemporánea que pone hábilmente en el tapete la maternidad, las damas siempre han adornado los escenarios en múltiples situaciones, ya sea cómicas o dramáticas. Actualmente, las protagonistas femeninas han dejado huella en nuestro teatro independiente: la Elektra de Sófocles y sus ansias de venganza; la Paula de ¿Qué tierra heredarán los mansos? de Estela Luna, capaz de provocar por interés el embarazo de su hija; o las arribistas hermanas de La otra Bolena de Philippa Gregory, capaces de concebir sólo por complacer interesadamente a su Rey.
Pues bien, la protagonista de Feliz Aniversario de Adolfo Marsillach, estrenada en el Teatro Auditorio Miraflores, es Lidia Constanza, una inteligente mujer pero sumisa e ingenua en extremo, que ha tomado la decisión de cambiar de manera radical su vida, en plena celebración de su cumpleaños número 50. Es así que somos testigos de su historia a través de sucesivos flashbacks, en los que aparecerán los principales personajes que la han acompañado en vida: la amiga fashion, la vecina chismosa, la hija rebelde, el novio estrafalario, hasta su actual situación: estar casada con un hombre infiel. Las escenas se suceden con fluidez y humor, a pesar de ser conflictos vistos mil veces. El final de la pieza, con esposo y amante en la misma habitación en donde Lidia Constanza festeja su onomástico crea la duda acerca de la decisión que tomó y que se avizoraba desde un inicio.
El director Pold Gastello se anima a retomar una obra que anteriormente ya había montado en el Club de Teatro de Lima, a modo de muestra de estudiantes, hace algunos años. En aquella oportunidad, hábilmente hizo recaer el rol principal en dos de sus alumnas (Katherina Sánchez e Isabel Castañeda, ambas vistas en escenarios este año), quienes supieron aprovechar mejor los largos monólogos, ya sea compartiendo o intercalando los cuadros, dotándolos de gran dinamismo, cada una en su estilo. En el presente montaje, la joven actriz y productora Erika Brutton es lo suficientemente carismática como para sostener ella sola con eficiencia a su Lidia Constanza, pero definitivamente no aparenta ni por asomo tener 50 años y no aprovecha del todo la locura que este personaje lleva en su interior. El resto del elenco sirve como buen soporte, pero desentona la presencia del actor español Luis Gonzalez, quien debe mejorar su dicción para no volver ininteligible su personaje. Feliz Aniversario de Adolfo Marsillach es una amable comedia plagada de buenas intenciones y que finalmente, se deja ver.
Sergio Velarde
30 de agosto de 2011
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