miércoles, 19 de febrero de 2025

Crítica: VISITANTE


La Loca

Varamá Teatro presenta una propuesta lúdica y divertida para toda la familia. Desde su propio espacio y su autogestión artística motivan el quehacer teatral en Cercado de Lima; en esta ocasión vimos Visitante, una propuesta dinámica con una temática patente: la inseguridad ciudadana y el temor a correr algún peligro con nuestra vida.

La puesta es ligera, con una buena comprensión entre los actores; hay una chispa de comicidad que permite que nos adentremos en la historia. La propuesta sabe manejar un tema tan delicado como la violencia desde una mirada hilarante. Anthony Solís mantiene la chispa de la narrativa, sus expresiones permiten conectar y arranca sonrisas en los espectadores; su compañera Andrea Cabrera aporta el matiz adecuado para que la postura graciosa del primer personaje se torne aun mas hilarante. Los momentos son curiosos, están celebrando Año Nuevo y temen por sus vidas: mientras el personaje de Andrea espera desencadenar su pasión, el personaje de Anthony rompe los momentos candentes con tropezones gestuales que van armando una trama enloquecida. Hasta que en un punto llega la visitante Deyna Nuñez (la Loca); es en este momento que todo se vuelve más irreverente, la interacción que realizan antes de abrir la puerta es un constante ir y venir de acciones enfocadas en el texto que permite un ritmo preciso para la digestión del acto escénico. La interpretación de Deyna permite resaltar una caracterización, una personalidad, la construcción de un personaje que encaja con el desarrollo de la historia, permite que el desplazamiento de la trama se concrete y el sentido de la propuesta se avive.

Es una propuesta rápida, pero deja con una sensación de querer observar más, y también con cuestionamientos respecto a cómo cada uno responde desde su individualidad a los acontecimientos de violencia constante en la que nos vemos expuestos. Día a día percibimos la violencia muy cerca de nosotros; tal vez el arte y el teatro aún sean espacios que permitan trasformar toda esa inseguridad en atisbos de esperanza y dedicación. 

La dirección de Alonso Cortez y la asistencia de dirección de Victoria Cortez han sabido aprovechar los recursos de sus artistas, organizando una estructura divertida que trasciende una temática necesaria de reflexionar en estos tiempos. Quizá el momento del final queda un poco inconcluso y da la sensación de que pudo durar un poco más; los espectadores se quedan con preguntas, con incógnitas respecto a cómo se solucionó el problema que se había ocasionado. La manera intempestiva de culminar podría tener un mejor trato; pese a ello, la iniciativa promovida por Varamá Teatro es una creación que anima a la generación de recursos propios para la difusión artística y es una forma de acercar el arte dramático al barrio y a la comunidad.

Moisés Aurazo

19 de febrero de 2025

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