Miente, miente que un fake queda
La desinformación siempre ha sido una
herramienta de guerra y en estos tiempos de sobreinformación, es un gran reto
distinguir la realidad de la ficción, la verdad de la mentira, la manipulación
de la afirmación. Plaza Tomada aborda en esta oportunidad, esta temática de la
mano de dos miembros de los –casi inexistentes- medios independientes del Perú:
Romina Mella de IDL-Reporteros y David Hidalgo de Ojo Público.
La conversación giró en torno a cómo una
inocente noticia sobre una supuesta cura, en realidad, tiene no solo un trasfondo
de desinformación, sino implicancias políticas. Si partimos de la idea, como
comenta el moderador, el filósofo y dramaturgo Sebastián Edowwes, de que
nuestro acceso a la realidad está condicionado por el acceso a la información. Entonces
¿a quién creerle? No es un tema menor, pues la información va a marcar nuestras
interpretaciones sobre tal o cual suceso. Por ejemplo, con la actual crisis
política vivida desde la disolución del Congreso, las redes sociales como
Twitter o Facebook son verdaderos campos de batalla de ideas, ataques, insultos
y por supuesto, desinformación.
En ese contexto, el trabajo periodístico
cumple una labor similar a la del árbitro en un partido de fútbol. Mella señala
que es responsabilidad de la profesión verificar los disparates de los
políticos; un ejemplo de ello es el proyecto de Ojo Biónico, idea de su
organización. El objetivo es verificar la veracidad los señalamientos, ataques
o noticias que suelen compartir los principales actores políticos del país por
redes sociales. Hidalgo señala que uno de los principales enemigos es la
pseudociencia y los argumentos falaces, sobre todo en un contexto de pandemia.
La búsqueda de la verdad es un gran desafío
actualmente en el quehacer del periodista peruano. Tanto Mella como Hidalgo comentan
cómo la crisis actual ha llegado a las salas de redacción de los principales
medios de comunicación del país. Adicionalmente, desde hace años que estos
medios no apuestan por el periodismo de investigación, dejando esta tarea a los
medios digitales, lo cual tiene limitaciones. Ojo Público e IDL Reporteros
podrán tener la intención de investigar y contratastar un fake news, pero una
persona vulnerable con un plan de datos limitado, un internet malo o poca
costumbre en el uso de redes sociales posiblemente termine creyendo la mentira.
Por ejemplo, Mello cuenta cómo el subregistro de muertos por Covid, una
investigación brillante, descascaró la verdadera dimensión de la crisis
sanitaria. Sin embargo, muchos sectores tomaron las cifras, las manipularon y
editaron las infografías, en favor de sus intenciones políticas.
Son superestructuras mayores que buscan la
desinformación de la gente. Hablar de información es también hablar de
democracia: un valor aún por construir en nuestro pais. Vargas Llosa lo
advertía en su famoso ensayo: “Vivimos en una verdadera civilización del
espectáculo”* y hay que ser cautos en elegir la información. Necesitamos hacer
de nuestro pensamiento crítico nuestro oficio crítico.
Finalmente, Hidalgo nos invita a estar
atentos a la próxima publicación que lanzará Ojo Público. El libro se llamará
Infodemia: información en tiempos de pandemia, con la editorial Penguin Random
House, con el que buscará organizar la explicación de la desinformación sobre
la epidemia, en relación a una serie de casos específicos.
Enrique Pacheco
14 de julio de 2020
* Entrevista. Mario Vargas Llosa sobre su ensayo. La sociedad del
espectáculo. https://www.youtube.com/watch?v=P7C79Rcaavg
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