“El director te ayuda a encontrar el rumbo”
Versátil como pocas, Sofía Rocha nos ha regalado un puñado de notabilísimas actuaciones en los últimos años. Baste citar sus inolvidables personajes en El jardín de los cerezos (2003), Ña Catita (2004), Azul resplandor (2005), Sangre como flores, la pasión según García Lorca (2011) y Entonces Alicia cayó (2011), demostrando una sobresaliente calidad interpretativa. Sofía nos recibe en el escenario del Teatro La Plaza, a punto de ofrecer una nueva función de Nuestro pueblo. “Comencé con Luis Felipe Ormeño en Teatro del Sol”, recuerda. “Con él entré en contacto con el teatro, me puso en el escenario con el público pagando su entrada”. También estudió con Alberto Isola, de quien dice que “te lleva a entender lo que haces en escena, te da las herramientas necesarias”. Algunos talleres de danza, claun y máscaras le sirvieron como complementos a su carrera artística, así como mucha lectura e investigación de técnicas teatrales.
Para Sofía, un buen director de teatro debe “saber lo que quiere, dejar aportar a sus actores o ayudarlos a encontrar el camino si están perdidos”. Es así que decidió apostar por trabajar con nuevos directores y a veces repetir el plato con algunos. “Con Chela De Ferrari (directora de Nuestro pueblo) estoy trabajando por primera vez, y me interesaba mucho trabajar con ella independientemente de la obra que fuera a dirigir", afirma. “Y por otro lado, con Mariana De Althaus me interesa trabajar siempre”. Después de Entonces Alicia cayó, Sofía volvió a trabajar con Mariana en El lenguaje de las sirenas, convirtiéndose en la ganadora del Premio a Mejor Actriz en la categoría de Drama por El Oficio Crítico.
“Dejé que el personaje me llevara”, sostiene Sofía sobre su personaje de la madre pituca en El lenguaje de las sirenas. “Creo que tiene mucho de mí, lo he heredado de mis tías abuelas; además muchos limeños de antes eran así, paseaban por el Centro de Lima bien vestidos, era una cosa muy aristocrática. Sobre el racismo: creo que está muy enraizado en nuestra sociedad”. Podemos disfrutar actualmente del talento de Sofía en la puesta en escena de Nuestro Pueblo en La Plaza, sólo por contadas funciones; y próximamente la veremos en dos montajes: Corazón normal de Larry Kramer y Viaje de un largo día hacia la noche de Eugene O’Neill. Espectáculos de visión obligatoria, sólo por ver en escena a esta talentosa actriz.
Sergio Velarde
20 de enero de 2013
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