“Siempre he estado en contacto con el arte, ya que mi familia siempre
lo ha cultivado”, afirma Pablo Luna, director de Buenas noches, mamá, ganadora del premio del público a la Mejor Obra en género Drama del 2012. “El
escenario siempre ha existido para mí en la familia: el bel canto, la poesía, la
declamación, la música, el piano; y en el colegio era el favorito para las
actuaciones”. Pablo fue siempre un alumno destacado y ganó una beca para
estudiar Ciencias. Y si bien sus padres apoyaban su lado artístico, le
recomendaron que no dejara pasar la oportunidad de estudiar otra carrera.
“Ingreso entonces a la San Ignacio y me titulo a los 19 años en Ciencias
Informáticas; después trabajo en la empresa privada y finalmente, a los 25
años, me planteo seriamente estudiar teatro”. Pablo entonces, hizo una búsqueda
exhaustiva y se contactó con la mayoría de los teatristas del medio, viendo
mucho teatro, y encontrando así en Roberto Ángeles su mayor inspiración.
En el 2001, Pablo tuvo la chance de dirigir un Taller Amateur de Teatro
en una iglesia. “Esa experiencia me sirvió para darme cuenta que era capaz de
dirigir, escribir y actuar”, recuerda. Así llega la oportunidad de participar
en el IX Festival del ICPNA con la obra Independencia, escrita por Lee
Blessing y con la traducción de Leonardo Torres Vilar, llegando a la final.
También recibió clases de narración oral a cargo de Francois Vallaeys, que tuvo
como resultado el espectáculo Cuenta Cuentos Las Mil y Una Noches, al lado de
la actriz Ana Rosa Liendo. “Fusionamos el baile, la narración y el teatro,
seleccionando tres cuentos de la obra literaria; tuvimos mucho éxito y lo
paseamos por varios colegios y empresas”.
“Apenas leí la obra Buenas noches, mamá me gustó mucho, tenía la idea
de hacerla ya que presenta las variables que quería: un poderoso dilema moral,
una clara –y controvertida- toma de decisión, fuerza interna en los personajes
y mucha intensidad. Conversé con Ana Rosa para el papel de la hija, la cual
aceptó de inmediato y mediante Roberto me contacté con Cesar La Rosa,
obteniendo su traducción”, menciona Pablo. La pieza aborda el conflictivo
universo madre-hija y la inexorable decisión de esta última para acabar con su
vida. “Necesitaba una buena actriz para el papel de la madre”, recuerda Pablo.
“A través de Ruth Escudero conocí a Lilly Urbina, y al verla no dudé para nada
en contar con ella, su trabajo fue excelente”.
Para Pablo, un buen director de teatro “debe tener un ojo muy fino para conducir a los actores y debe transmitir su conocimiento de una manera muy clara”. Y un buen actor de teatro “debe aprender a ser receptivo y ser humilde necesariamente, para escuchar lo que se le dice y aprovecharlo para el personaje”. Entre los proyectos de Pablo para este año figuran la necesaria reposición de Buenas noches, mamá, y el estreno de una obra peruana que ya se encuentra encaminada.
Sergio Velarde
27 de enero de 2013
Mayor Información:
Para Pablo, un buen director de teatro “debe tener un ojo muy fino para conducir a los actores y debe transmitir su conocimiento de una manera muy clara”. Y un buen actor de teatro “debe aprender a ser receptivo y ser humilde necesariamente, para escuchar lo que se le dice y aprovecharlo para el personaje”. Entre los proyectos de Pablo para este año figuran la necesaria reposición de Buenas noches, mamá, y el estreno de una obra peruana que ya se encuentra encaminada.
Sergio Velarde
27 de enero de 2013
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