Cuando los miedos de otros nos cortan las alas
Es de lo más natural que nuestros padres sean las primeras
personas que nos enseñen la diferencia entre el bien y el mal, nuestros
primeros valores, la primera forma de ver y valorar el mundo. Pero, ¿qué ocurre
cuándo lo que se nos inculca tiene más de miedos que de valores?, ¿qué pasa con
la mente de un niño cuando lo que se le enseña tiene más de odios que de amor?
¿Qué pasa cuando trasmitimos intolerancia como si esto fuera lo correcto?
La obra “Intolerancias”, basada en el libro “Una plegaria
para Bobby” de Leroy Aarons y adaptada y dirigida por Gerardo Fernández, propone
una respuesta: Pasa lo peor, y en lo personal, comparto su postura.
Y es que esta obra nos muestra cómo una familia puede
destruirse cuando sus integrantes se niegan la oportunidad de entender que las
personas no nos hacemos en moldes ni tenemos la obligación de pensar ni sentir
solamente de una forma, y aunque quisiéramos no podríamos hacerlo, simplemente,
porque no somos iguales.
Es así que Bobby, el personaje principal de la obra, bien
interpretado por Jorge Gestro, desde pequeño se da cuenta de que la única forma
que tiene para encajar en su familia es la mentira, empezando por mentirse a sí
mismo respecto a sus verdaderos sentimientos, a su verdadero ser. Sin embargo,
los problemas surgirán cuando Bobby ya no pueda soportar el dolor que siente al
saber, o más bien creer, que lo que siempre dice su madre es cierto: “Los
homosexuales arderán en el infierno”. De manera que no importa cuánto Bobby se
oculte de los demás, no importa cuánto intente mentir. Él sabe que está
condenado por ser quien realmente es y este temor le perseguirá por siempre, al
igual que el rechazo que su madre empieza a sentir hacia él una vez que se entera
de la verdad.
En una crítica pasada mencioné que yo creo que las obras de
teatro son, siempre, una gran oportunidad para darle al espectador algo en qué
pensar. Creo que una obra teatral es muy valiosa cuando, además de su
dramaturgia, dirección actuación, montaje, etc., hacen que el público se
enfrente consigo mismo y se cuestione sobre diversos temas, y no importa si es
desde el drama o la comedia. También creo que es una lástima cuando una obra de
teatro pierde esa oportunidad de “presionar los botones” en el público, pero
respecto a “Intolerancias” he quedado más que complacido.
“Intolerancias” es una obra necesaria que muestra una
realidad que existe y que es terrible pues deja bien en claro lo que puede
ocurrir cuando se pretende amar a alguien, un hijo, un hermano, un amigo, desde
el miedo, el odio y la ignorancia.
“Intolerancias” está hasta el 16 de octubre en el teatro
Esencia de Barranco. Creo que es importante apoyar propuestas valientes como
esta.
Daniel Fernández
4 de octubre de 2016
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