lunes, 29 de marzo de 2021

Crítica: MISA PARA GIULIA


Cuerpo, alma y poesía

La Asociación Cultural SIMBIONTES, con sede en Cusco, presentó el espectáculo escénico Misa para Giulia, basada en la novela del artista peruano Jorge Eduardo Eielson, El cuerpo de Giulia-no, cuya narrativa sensible y lírica nos revela temas que giran en torno al amor, el dolor, el arte y el lenguaje.

En la dirección del proyecto, Augusto Navarro conduce y engrana con precisión las potentes imágenes logradas con la técnica del mapping, las cuales se complementan con las notables interpretaciones de Lenyan Veka, Edgar Quispe y Cristian Astigueta, quienes dan cuenta de la historia de Eduardo, un hombre atormentado que ha encontrado el cadáver de su novia Giulia, sobre una mesa de mármol en una morgue de Venecia. Así, comienza una suerte de desahogo en la que narra los pasajes su vida junto a ella, pasando de la alegría al dolor y cuestionando su propia verdad acerca de lo que le ocurrió a su amada. Para esta versión, se combinaron con armónica sincronía, distintos lenguajes artísticos como el recurso audiovisual, la poesía, la música, la proyección de imágenes sobre superficies reales o mapping y el videoarte, las cuales reflejaron el rito de la misa en cuerpo presente y ausente de Giulia, interpretada por Veka, que en una escena determinada confiesa algunos pasajes de su complicada vida, permitiendo que el público conozca, al menos, una parte de quién fue.

El juego de luces, el uso del cuerpo y la máscara rescatan la teatralidad que tanto se añora; la repetición en el movimiento refleja la desesperación e impotencia de Eduardo, quien encuentra cierta calma en los momentos que recuerda su historia con Giulia, mediante la cadencia de la narrativa, que desvela la belleza de la vida, unida inevitablemente a la muerte, la misma que se traduce en el cuerpo, estructura que se desvanece cuando suspiramos por última vez.

Misa para Guilia, proyecto beneficiado por las Líneas de Apoyo para el Sector Cultura 2020, ha sido compuesto elementos adecuados, que dan como resultado una pieza de calidad, destacando lo esencial de la dramaturgia original, que nos acerca a los cuestionamientos más significativos del ser humano, como lo son la vida, la muerte, la existencia de lo sagrado y las leyes que rigen el universo.

Maria Cristina Mory Cárdenas

29 de marzo de 2021

viernes, 26 de marzo de 2021

Crítica: AZÚCAR PARA EL PUEBLO y ANA Y BRISA


Las virtudes de la experimentación

A casi un año de iniciada la pandemia, podemos afirmar que el recurso escénico de la videollamada ha venido proliferando enormemente y demuestra que aún se puede conseguir logrados proyectos, tanto en las formas como en los contenidos. Sin embargo, siempre es grato encontrarse con propuestas atípicas y curiosas, que lleven la experimentación hasta las últimas consecuencias, así tengan el apartado técnico saboteado parcialmente por la pobre conectividad. Tal es caso de la nueva apuesta del FEDA, con la dirección de Angela Mesa y la dramaturgia de Desly Angulo: Azúcar para el pueblo es un drama distópico que se luce en la estética no solo de las actrices, sino de su puesta en escena en general.

La pieza está basada libremente en personajes mitológicos como las Erinias, quienes eran las diosas de la venganza, persiguiendo a mortales y otros dioses para que paguen por aquellos crímenes que escapaban de la justicia humana; y Casandra, la hija más bella del rey Príamo de Troya, quien poseía la facultad de predecir el futuro, pero castigada al nunca ser creída por nadie. Sin embargo, la acción de Azúcar para el pueblo está situada en un futuro incierto, en el que una sugerente Cassandra encuentra efectivamente a una de las horripilantes Erinias, con el propósito de devolverle la ira a su pueblo, el que se halla sumido en la oscuridad. Daniela Sosa del Rio y Laura Pereyra Barrionuevo interpretan sin tacha a unos personajes bien delineados y la historia adquiere gran vigencia, sobre todo en estas épocas en las que se hace indispensable tener intacta nuestra capacidad de indignación frente a los terribles hechos de los que somos testigos día a día.

Mención aparte para la puesta de Mesa, que consigue una atmósfera cautivante, mediante el adecuado uso de los espacios y luces que cuentan las actrices, así como con los diferentes ángulos de cámara de sus dispositivos. Las fallas técnicas de transmisión en el estreno de Azúcar para el pueblo, mencionadas anteriormente y fácilmente superables, no perjudicaron el evidente logro estético del montaje virtual. Mesa acompaña el proyecto virtual con una de las ficciones sonoras de EROTIQUÉ – Relatos al oído que dirigió, Ana y Brisa de Christopher Cruzado, en la que las jóvenes del título, bien interpretadas por Suaíl Krstonošić, y Claudia Denegri, nos envuelven en un sugerente e inquietante relato de pasión y miedos revelados. La experimentación de todas las posibilidades que ofrece la virtualidad se hace necesaria para seguir ofreciendo productos de calidad temática y sensorial, como lo viene haciendo el FEDA 2021.

Sergio Velarde

26 de marzo de 2021

miércoles, 24 de marzo de 2021

Crítica: NACER y SOUVENIR


Espacios de necesaria creación

La pandemia no puede parar la entusiasta generación de proyectos virtuales dentro de nuestra comunidad teatral. Prueba de ello es el resultado de la convocatoria abierta de Rebobina Producciones, denominada Pantalla Abierta 2021: las obras Nacer de Carla Valdivia y Souvenir de Kiara Quispe vienen presentándose en vivo por la plataforma Zoom, compartiendo con el público dos inspiradas historias breves, escritas especialmente para la virtualidad, que si bien es cierto versan sobre temáticas distintas, ambas coinciden en proporcionar una interesante estética  a cada una de las propuestas en línea.

¿Será posible abstraerse de todo lo negativo que le ha sucedido a uno en el pasado y a la vez, no perturbarse con el incierto futuro que se avecina? Pues Valdivia pretende compartir algunas ideas al respecto con Nacer, dirigida por Alejandra Núñez e interpretada por Fiorella Luna, en la que una mujer se plantea la posibilidad de volver a nacer, mediante una serie de recuerdos que le sirven como metáfora para indagar en su presente y vivir el ahora. Luna interpreta con solvencia varios personajes que ayudan a construir una historia llena de poética y surrealismo, bien articulada por Núñez, quien aprovecha el hogar de Luna para llevarnos por este inusual viaje a la semilla.

Como contraparte a Nacer, Souvenir de Quispe nos lleva al final de un viaje, en este caso, uno de tipo sentimental. Dos mujeres, llamadas ingeniosamente Quieta y Sonora, deciden a través de una videollamada dar por terminada una intensa relación o por lo menos, de intentarlo. La tensión que se genera al mostrarle al ser amado sentimientos tan íntimos es bien llevada por la directora Josefa Mora, encargada de mostrarnos esta agridulce despedida y la posterior oportunidad de reconectar con uno mismo. Daniela Zea y Luciana Plenge están impecables, cada una en su respectivo rol, haciendo creíble y fluido el diálogo. Pantalla Abierta 2021 es un necesario espacio de creación y experimentación, gracias a la gestión de Rebobina Producciones, en el que dramaturgia, dirección y actuación se concentran en llevar historias humanas y reflexivas, con una generosa carga de lirismo, que animan nuestra cartelera virtual.

Sergio Velarde

24 de marzo de 2021

lunes, 22 de marzo de 2021

Crítica: PADRE NUESTRO


¡Dios mío!

El problema de la estupidez tiene el mismo valor metafísico que el problema del mal, o incluso más; porque podemos llegar a pensar (gnósticamente) que el mal reside como posibilidad olvidada en el seno mismo de la divinidad; pero la divinidad no puede albergar o concebir la estupidez, y, por lo tanto, la mera presencia de los estúpidos en el cosmos podría ser el testimonio de la muerte de Dios.

Umberto Eco

Teatro en el Perú, en definición de Marco Antonio Huachaca, su creador, no solo es una productora de espectáculos teatrales, sino también es una plataforma de integración escénica cuyo objetivo es reunir a dramaturgos, actores y directores con el fin de montar obras de teatro en nuestro medio. Es así como, a partir de una convocatoria de textos dramatúrgicos, elige el de Juan Carlos Delgado para montar Padre Nuestro, una comedia para una plataforma virtual, dirigida por el mismo Huachaca, quien también actúa junto a Lady Galloso y André Moyo.

Padre Nuestro es una historia escrita en clave de comedia, con personajes que lindan con estereotipos. Daniela (Galloso) y Fernando (Huachaca), una pareja de casados, atraviesan un proceso de separación debido a una crisis marital y buscan la asesoría del Padre Martín (Moyo), un sacerdote, quien debe ayudar a la pareja a superar esta crisis. A esta se suma otra crisis, la sanitaria, que obliga a la pareja y al sacerdote a reunirse a través de una videollamada. El espectador asiste, pues, a una de tantas reuniones que la pareja y el sacerdote ya han sostenido, todas ellas aparentemente infructuosas. Siendo esta la premisa principal, lo lógico en esta historia sería que el sacerdote trabaje en función de lo que se hubiera avanzado antes, o que al menos propusiera ejercicios a la pareja que resultaran más novedosos o radicales. Pero no sucede así. Quien viera la obra sin que en ella se mencionara la premisa anterior, pensaría que esta es la primera o segunda reunión de la pareja con el sacerdote. Los diálogos, reflexiones y ejercicios que el texto propone abundan en la mera superficialidad y en lugares comunes. No es de extrañar que Daniela y Fernando no muestren progresos en esta especie de “terapia de pareja”. Este importante detalle merma la credibilidad de la historia de Delgado. Y, como veremos más adelante, no es el único que genera este efecto.

El punto fuerte de este montaje radica en la capacidad actoral de sus ejecutantes y la gran química que parece haber entre ellos. Esto es especialmente patente en Galloso y Huachaca, quienes ya han trabajado juntos antes en el notable montaje Secuestro. La interacción entre sus personajes, en especial durante los primeros minutos de la obra, nos habla de una interesante complicidad actoral y un buen manejo de humor. El estereotipo de la pareja en crisis ha sido manejado con fluidez y organicidad, sin caer en la exageración desmedida, salvo en uno que otro gag o situación un tanto gratuita (por ejemplo, Fernando miccionando en plena videollamada). Moyo, que se integró a esta dupla para este montaje, parece congeniar bien con sus compañeros de escena y, como en el caso anterior, su personaje establece una dinámica bastante fluida con Galloso y Huachaca. Nos queda claro que los tres se han divertido, y mucho, haciendo esta obra.

Según nos cuentan el director y los propios actores, el proceso creativo durante los ensayos fue especialmente prolífico. Por lo menos en dos entrevistas, ellos mismos comentan que fue tal el grado de complicidad alcanzado por el trío, que se dieron la licencia de improvisar sobre el texto de Delgado (asumimos que con su anuencia) y hasta de añadir un personaje omnipresente. Sería interesante contrastar el texto original con la versión final de este montaje, a fin de ver cuánto de lo que hemos visto está presente en el texto, y cuánto es cosecha del trabajo de exploración de los actores y del director. Especialmente de este, quien tiene la responsabilidad de decidir qué queda y qué no en el montaje. Decimos que sería interesante hacer esta comparación porque el producto final nos genera una importante dosis de desconcierto. Podemos entender que el Padre Martín, el personaje que interpreta Moyo, parezca un sacerdote católico y que le rinda culto a una deidad a la que llama “Papi” o “El Papi”. Podemos entender que se comunique con esta deidad a través una estampa bíblica que funge de micrófono, con la misma fluidez con la que Oda Mae Brown, la desopilante médium de Ghost, se comunicaba con el fantasma de Sam. Podemos entender que el Padre Martín pretenda un candor que raya en lo bobalicón, y que Daniela y Fernando se lo crean (o pretendan creerlo). Pero lo que nos genera perplejidad es que el Padre Martín haga tan evidente que le oculta algo a ambos personajes, y este algo que oculta sea tan obvio, que uno ya no se pregunta qué secreto es este, o cuándo nos enteraremos de él. No. Uno se pregunta cómo es que Daniela y Fernando no se han dado cuenta aún. Por supuesto, cuando los secretos se revelan (incluso el del final) ya no nos sorprenden en lo absoluto. Habida cuenta de que los actores y el director son personas con luces y talento artístico, no se puede aducir que esto es un defecto en el montaje. Por el contrario, lo que hemos visto aquí parece haber sido puesto ex profeso.

Padre nuestro puede ser interpretada como una comedia sin grandes pretensiones, más allá de divertir a su público a través del gag y de la sorpresa que generan los secretos de sus personajes. Sin embargo, puede ostentar también el humor del desconcierto, mostrándonos la perversidad que evidencia la estupidez y la ceguera ajena, incapaz de ver la verdad que se le planta, cuan obvia es, en las propias narices. El guiño malicioso del pérfido sacerdote es la confirmación de que, efectivamente, Dios ha muerto, y en su lugar ha quedado “Papi”, el dios de los estúpidos.

David Huamán

22 de marzo de 2021

sábado, 20 de marzo de 2021

Crítica: GLITCH


Miedos virtuales

Con un curioso título, Glitch (falla o error en español) es la nueva apuesta de El baúl de los malos sueños, proyecto escénico a cargo del director Jeffry Rasmussen, que cambia de giro radicalmente luego de dos interesantes aventuras virtuales estrenadas el año pasado. Versionando libremente dos conocidas obras de Stephen King (El juego de Gerald y Miseria), El baúl de los malos sueños, Encerrados I y II nos mostró dos historias independientes de formato pregrabado, contando con dos sólidas parejas de actores a cargo de sus respectivas historias. Para Glitch, Rasmussen se muda al streaming en vivo de YouTube y ofrece una creación colectiva metaficcional, en la que un grupo de actores, previos a estrenar un montaje virtual, son víctimas de una fatal experiencia llena de alucinaciones que convergen en un sorprendente final.

Muy al estilo de formato de la cinta Eliminar amigo (Unfriended, 2015), el público es mudo testigo de las diversas conversaciones virtuales entre el elenco, cada uno desde su ventana, pero centrándose en la protagonista Isabel Falcón, quien percibe extraños e inexplicables comportamientos en sus compañeros y que, al parecer, solo ella puede ver. Como se mencionó en el conversatorio posterior al estreno (y sin revelar detalles de la puesta), cada uno de los actores se preparó con asesoría psicológica para interpretarse a sí mismos, lo cual rinde evidentes frutos en la pantalla. El suspenso es manejado con buen pulso, aunque aún pueden afinarse algunos detalles físicos para hacer más creíbles los destinos que enfrentarán los personajes. El juego de apariencias que ofrece el mundo virtual puede ser una buena fuente de inspiración para futuros proyectos.      

A destacar la decisión del director por arriesgarse en un formato en el que son vitales no solo la concentración y cuidada participación por parte del elenco, sino además, la conectividad y la exactitud desde los controles de la plataforma. En ese sentido, el aspecto técnico no traiciona el solvente trabajo de Francisco Luna, Héctor Herrera, André Portugal, Karina Arboccó, un sorprendente Julio Díaz y una Isabel Falcón que demuestra que es una actriz todo terreno. Glitch es una interesante propuesta de suspenso psicológico, que le brinda al director Rasmussen la oportunidad de sacar nuevas ideas y propuestas de su baúl.

Sergio Velarde

20 de marzo de 2021

viernes, 19 de marzo de 2021

Entrevista: JOSEFA MORA


“Como directora tienes que tener templanza y accesibilidad.”

La temporada virtual Pantalla Abierta 2021 nos permitirá apreciar el trabajo de dirección de la joven artista Josefa Mora, quien tiene a su cargo la pieza virtual Souvenir. Después de mucho tiempo y de mucha distancia, Quieta y Sonora deciden que es momento de cerrar ciclos. Tras concretar este reencuentro por medio de una videollamada, se dan cuenta de que hay más cabos sueltos de los que imaginaban.

La puesta de Souvenir forma parte de la temporada Pantalla Abierta 2021, con la producción de Rebobina. Con dramaturgia de Kiara Quispe, las actuaciones de Daniela Zea y Luciana Plenge, y la dirección de Josefa Mora. La temporada virtual será del 23 de marzo al 7 de abril, los martes y miércoles a las 9:00 p. m. Las entradas están a la venta a través de Joinnus y también desde las redes sociales de Rebobina. https://live.joinnus.com/lima-pantalla-abierta-2021-nacer-souvenir-42278 Instagram: @rebobinaproduce / Facebook: https://www.facebook.com/RebobinaProduce

Sergio Velarde

19 de marzo de 2021


Entrevista: ALEJANDRA NÚÑEZ


“Creo que la virtualidad nos ha puesto un reto.”

La joven artista Alejandra Núñez estrenará un nuevo proyecto como directora, llamado Nacer, como parte la temporada virtual Pantalla Abierta. ¿Es posible volver a nacer? Una mujer decide hacernos esa pregunta y llevarnos por un recorrido hacia lo que su mente elabora al pensar en las distintas posibilidades que hay de nacer. Para ello contará con la ayuda de conversaciones con su madre, experimentos con su psicólogo, recordar traumas y alegrías del pasado, pero, sobre todo, del público. Esta es una obra sobre nacer. Una obra nos hace nacer, un desastre natural nos hace nacer, un amor nos hace nacer, la maternidad nos hace nacer, un jugo de papaya nos hace nacer.

La puesta de Nacer forma parte de la temporada Pantalla Abierta 2021, con la producción de Rebobina. Con dramaturgia de Carla Valdivia, actuación de Fiorella Luna y dirección de Alejandra Núñez. La temporada virtual será del 23 de marzo al 7 de abril, los martes y miércoles a las 9:00 p. m. Las entradas están a la venta a través de Joinnus y también desde las redes sociales de Rebobina. https://live.joinnus.com/lima-pantalla-abierta-2021-nacer-souvenir-42278 Instagram: @rebobinaproduce / Facebook: https://www.facebook.com/RebobinaProduce

Sergio Velarde

19 de marzo de 2021


miércoles, 17 de marzo de 2021

Crítica: PARAPSICOSIS


Arequipa tiene talento

Parasicosis fue un espectáculo brutalmente terrorífico y muy bien montado. En realidad, se trata de un reestreno de los años 2015 y 2016, con la dirección de Juan José Oviedo y Marcello Rivera. Averigüé que se presentaron los montajes en diferentes casonas del Centro Histórico de Arequipa, lo cual aumenta más la adrenalina de sentir miedo. Se trató de tres montajes grabados de aproximadamente quince minutos cada uno, pero lo más sorprendente fue lo increíblemente logrados que resultaron. Me encantó el terror psicológico que se transmitió.

El primer montaje fue Las visitas del Diablo, donde Stefany Lizarraga interpreta un monólogo conmovedor de una madre campesina y su deseo por proteger a su hijo de una visita tenebrosa. La actuación fue la más resaltante, pues la angustia y el dolor fueron muy claros, sin caer en la pérdida de energía. En Lima, por ejemplo, muy pocos actores del teatro independiente llegan a tener esa fuerza.

El segundo montaje fue Imagen original, en donde un sacerdote (Jorge Reyes) va a una morgue improvisada para saciar su obsesión por tomarle fotografía a los muertos. El trabajador de esta instalación (Pedro Herrera) trata de persuadirlo de que se trata de una locura. Este montaje fue el menos impresionante, pues no hubo suficiente luz para entender todas las acciones y el audio tampoco ayudaba mucho. Creo que se entendió la actuación de la locura y el final fue aterrador, pero la dicción de los actores no fue de lo mejor y dejó un aire de que pudo ser mejor.

Finalmente, el último montaje fue el más psicológico e intrigante de todos. Muerto el perro aborda una situación inquietante, pues el hijo de una pareja es también un monstruo con instintos caníbales y demenciales. Adrián Mercado y Lina Alviz interpretaron a esta pareja de una manera clara, en donde destacó más la angustia y la frustración de no poder hacer nada. La luz tenue y los sonidos desgarradores de la criatura, prácticamente encerrada con candado en un cuarto, fueron sencillamente perfectos. Lo más resaltante de este breve montaje fue el mensaje de la importancia de la paternidad, aun en momentos difíciles. El final fue original e inesperado.

Yo creo que las actuaciones fueron geniales y de verdad mis respetos para el teatro regional. Por otro lado, creo que quienes merecen reconocimiento son los dramaturgos, debido a la originalidad de los montajes, en donde destaca un terror preciso y muy psicológico, sin caer en el facilismo de lo sobrenatural. Felicidades a Regina Limo (Muerto el perro), al colectivo Teatrando (Las visitas del Diablo) y al finado Víctor Falcón (Imagen original).

Enrique Pacheco

17 de marzo de 2021

lunes, 15 de marzo de 2021

Crítica: GAME OVER


Juegos sin reglas

Una divertida comedia es el punto de partida para revelar las distintas perspectivas de temas como la paternidad, los vínculos amorosos y el compromiso. Game over, escrita y dirigida por Jorge Pecho, sumergió a los espectadores en el mundo de los videojuegos, exactamente, el del mítico Mario Bros, rescatando a dos de sus personajes Bowser y la Princesa Peach, esta vez, encarnados por Johan Escalante (Gowser) y Liz Roggero (Princesa Beach).

El curioso e hilarante panorama que propone Pecho inició con música e imágenes del videojuego, las cuales sitúan al público en este universo, hasta que aparece el personaje de Roggero, resolviéndose con acierto la transición de la presentación al desarrollo de la historia. Como refirió el dramaturgo y director, en un breve conversatorio al término de la transmisión, los diálogos y el hilo conductor de la trama surgieron mediante algunas improvisaciones, que aunadas al imaginario de la narrativa, dieron como resultado una suerte de discusión entre los personajes acerca de la posibilidad de convertirse en padres. Con el humor presente en todo momento y el uso preciso de los gags, se logró sostener el juego y la tensión entre ellos.

Respecto a las interpretaciones, cada actor, desde su espacio, pudo construir una realidad creíble, notándose este detalle desde sus caracterizaciones hasta los elementos de utilería. Asimismo, los dos mantuvieron el control y agilidad en ritmo de la propuesta, resolviendo correctamente en cada una de sus intervenciones.

Game over fue una entretenida y picante comedia, que sin caer en el chiste fácil ni en los excesos, puso sobre la mesa algunas creencias sobre las parejas que podrían parecer incompatibles; sin embargo, en este juego quedó demostrado que las reglas para el amor no existen.     

Maria Cristina Mory Cárdenas

15 de marzo de 2021

domingo, 14 de marzo de 2021

Crítica: 2021: VIOLETA Y LOS REPTILIANOS


Distopía necesaria de unas elecciones congresales

El Festival de Artes Escénicas de Lima (FAE Lima), como parte de la edición 2021 -en formato virtual- presentó la creación colectiva 2021: Violeta y los Reptilianos, bajo la dirección conjunta de Ernesto Barraza Eléspuru y Diego Otero Oyague, protagonizada por la actriz Julia Thays. Esta obra cuenta la historia de Violeta Cruz, profesora limeña, que busca cambiar la corrupción normalizada en el país. Se lanzará como candidata al congreso para las elecciones del 2021 a través de sus redes sociales, con la particular promesa de hacer una campaña pública y siempre transmitida a través de su cuenta de Instagram. La candidata se dará cuenta de que es necesario pertenecer a un partido político para oficializar su candidatura. Una vez en campaña, un spot distorsiona la imagen que Violeta deseaba proyectar hacia los ciudadanos, lo que desencadenará que muchas verdades salgan a la luz.

Las elecciones están cada vez más cerca y el panorama no es de los mejores. Ciudadanos y ciudadanas están cansados de un sistema de líderes políticos que no parecen representar realmente a la población. Este es quizá el mejor contexto para el estreno de 2021: Violeta y los Reptilianos. La representación en su totalidad se puede describir como un collage de herramientas audiovisuales que fueron más allá de la obra transmitida en vivo. El desempeño actoral dentro de la obra estuvo trabajado desde estéticas y códigos diferentes, como el teatro de sombras, proyecciones, personajes con tendencia a lo expresionista, entre otros. La creación colectiva logró engranar cada una de dichas herramientas, adaptando la performance a las necesidades momento a momento. En este montaje, Thays logró un trabajo actoral lleno de detalles, incluso en momentos en los que tenía que interactuar con ella misma dentro del montaje.

El trabajo de dirección fue atinado en saber ordenar correctamente el material audiovisual: el ritmo del desarrollo de la obra fue fluido, de modo que tuvo la capacidad de ir envolviendo al público en el mundo tan particular que la obra iba creando. Un aspecto que potenció el desarrollo de este producto virtual fue la creación tan particular de los personajes Pepe Caballero y Hermosa Reyna: estos actantes, con una clara estética con tendencia a lo expresionista, mostraron una progresión de personaje rica en detalles tanto en la caracterización como en el manejo corporal. La idea de lo que significa “reptilianos” dentro de la obra, definitivamente fue proyectada en estos dos personajes desde el principio. Regresando al personaje de Violeta Cruz, es interesante cómo ella, si bien estaba en un código distinto al de los personajes anteriores, logra una transformación a través de la obra a causa de la gran presión política ejercida sobre ella. Esto se refleja en el uso de proyecciones visuales, juegos de sombras y conversaciones con ella misma, las cuales envuelven al espectador en un plano muy íntimo de Violeta.

Esta propuesta ha ido más allá de una representación en vivo. El equipo ha buscado que la historia de Violeta Cruz exista en distintas plataformas, con conversaciones en vivo reales y proyectando la historia del personaje a un antes y un después de lo que se ve en la obra. La articulación de estos recursos permite que quien vea la obra o los perfiles en redes sociales de Violeta Cruz puedan entender su historia de cualquier manera. Esto permite juegos de interpretación de parte del público, incluso crear posibilidades: ¿es real esta candidata?, ¿este partido existe?, entre otras.

Violeta Cruz de verdad quería ayudar al país. Es una líder que realmente buscaba hacer que las cosas sucedan. A través de su historia, hay una invitación a ver que el sistema de elecciones no solo puede fallar por falta de líderes, sino también por la gran importancia de ser parte de una mayoría -un partido- para ser visto como un candidato de verdad. ¿Cuál es el problema entonces? ¿No hay candidatos, o no hay condiciones honestas para que estos puedan ser visibilizados? En el universo de posibilidades que Violeta Cruz tiene para hacer política, la obra propone una elección que -ojalá- pareciera ser la actitud que falta en muchos políticos peruanos: sacrificar un poco de los intereses propios, con el objetivo de trabajar desde y para un sentido de comunidad y nación llena de diversidad. Solo así, reconociendo las diferencias, se podrá construir lo que tanto necesitamos: una identidad comprometida desde y para todos y todas los ciudadanos peruanos.

Stefany Olivos

14 de marzo de 2021

viernes, 12 de marzo de 2021

Crítica: LA ÚLTIMA NOVELA DEL INSPECTOR TORRES


Acción y existencia del conflicto

“Estoy seguro que la mayor parte de mí es Holden Caulfield, el personaje principal del libro. El resto de mí debe ser el Diablo”. Esta fue la declaración de Mark David Chapman, homicida de John Lennon. Cabe resaltar que el nombre del libro al cual se refiere es El guardián entre el centeno, escrito por Jerome David Salinger. Además, esta obra influenció a varios asesinos en Estados Unidos. Parece un relato escalofriante extraído de un libro de novela negra, ¿verdad? A veces, lo real puede superar a lo ficcional. Análogamente, en el plano fabulesco, la obra teatral La última novela del inspector Torres, escrita por Marc Egea, versa sobre un hecho parecido y aterrador, pues un inspector policial decide terminar con los actos de un homicida que toma como referencia los crímenes de un personaje de novela negra. Así, sobre esta sinopsis, se desenvuelve la obra producida por Galatea Artes Escénicas, la que dirigió Pierre Medina y accionaron Luis Rodríguez y Fernando Cotrina.

La versión de la obra producida por Galatea fue grabada anteriormente. Es decir, fue un trabajo audiovisual, mas no teatral. Sobre esto, podría considerarse como un cortometraje, ya que no fue un hecho vivo, sino la reproducción de un registro preparado con antelación.  

La plataforma que brindó cabida a su contenido fue Zoom. Como fue grabado previamente, solo compartieron el vídeo de su trabajo. Esto ocasionó algunos inconvenientes al observar la obra, pues el audio y video no se encontraban sincronizados. Lo que decía el inspector se escuchaba después de cuatro segundos, por ejemplo. A pesar de que fue un corto periodo de retraso, generaba ruido en el espectador, ya que fue dificultoso observar la reacción y acción de cada personaje.

La obra, al inicio, mostraba al escritor redactando su próxima novela. La videocámara enfocaba las paredes de la oficina del novelista, la máquina de escribir y la salida de su habitación. Así, la acción inicia en el despacho del escritor; sin embargo, esto es sabido porque el escritor lo dice de forma textual, pues la puerta de la oficina presenta forma de reja. Dado el signo usado, en la primera impresión, esto indica que se encuentra en una carceleta. Pero en el transcurso del montaje se esclarece el asunto.

A nivel interpretativo, ambos actores utilizaron a su favor su dominio corporal y vocal. A pesar de que el audio y video no estaban sincronizados, el espectador fue testigo de la correcta pronunciación de cada línea del parlamento. Además, esto generó que sus acciones sean claras, específicas y progresivas.

Los hacedores, también, en cada momento, hicieron notar lo conflictiva que era la situación. Fue como ver a dos futbolistas que se quitaban la pelota; y esta era el objetivo de cada uno, pues uno quería algo del otro, pero este se lo impedía. Esto mantuvo entretenido al espectador.

El transcurso de la obra fue progresivo. Cada momento del trabajo fue notable también, ya que el objetivo y las acciones progresivas de cada intérprete ayudaron a que vaya de forma ascendente el grado de intensificación. 

En resumen, La última novela del inspector Torres fue una obra entretenida. Los actores siempre hicieron notar, con sus acciones, el conflicto de sus personajes. También tuvo algunos inconvenientes a nivel técnico en la plataforma de trasmisión, pero eso no quita el esfuerzo de los intérpretes. 

Elio Rodríguez

12 de marzo de 2021 

jueves, 11 de marzo de 2021

Crítica: ¿QUIERES SER MI VALENTÍN?


Entretenimiento y reflexión

Una de las características más valiosas del teatro, aparte de ser una necesaria forma de entretenimiento, es la de visibilizar de manera estilizada nuestra realidad. Mostrar las falencias y carencias de nuestra sociedad en escena sirve para darnos cuenta, como espectadores, que la humanidad sigue en constante evolución y que quedarnos rezagados en nuestros juicios y valores de antaño no produce otra cosa que dolor y sufrimiento en aquellos seres humanos que no son parte de la supuesta “normalidad”, impuesta por variadas conveniencias. Siempre será necesario que aparezcan, ahora desde la virtualidad, aquellos proyectos escénicos que nos entretengan y además, ofrezcan la necesaria reflexión al público. Tal es el caso de la nueva apuesta de Plot.Box Producciones, llamada ¿Quieres ser mi Valentín?, con idea original y dirección de Ximena Aguilar y dramaturgia de Raúl Sánchez McMillan.

Promocionada como una amable comedia romántica (de acuerdo a las fotos elegidas para su difusión), ¿Quieres ser mi Valentín? juega hábilmente con su propuesta visual pregrabada, aparentemente inofensiva: es 2014 y un irreverente youtuber llamado Lorenzo (#LorenzoIntenso) le cuenta emocionado a sus seguidores que ha conocido, en una aplicación de citas virtuales, a un chico para pasar el Día de San Valentín. Durante las dos primeras partes de la puesta virtual nos contagiamos de la energía y carisma de Lorenzo, mientras se prepara para recibirlo en casa, a pesar de no conocerlo en persona. El joven va soltando detalles vitales para la resolución final de su historia, en medio de toda la parafernalia típica de los infuencers.

El giro final, que solo se puede anticipar por los colores del flyer oficial de la puesta, es brutal y estremecedor. Y esto se logra no solo gracias a la efectiva dramaturgia de Sánchez MacMillan y la acertada dirección de Aguilar, sino a la intachable actuación de Pedro Ibáñez, quien mantiene ritmo y energía durante toda su participación. ¿Quieres ser mi Valentín?, a pesar de su evidente formato cinematográfico, constituye una valiente y necesaria apuesta por visibilizar una dura realidad, la cual no solo no debemos ignorar, sino que debe ser enfrentada desde todos los ángulos posibles. Bravo por Plot.Box Producciones, que apuesta por proyectos que generan el cambio que nuestra sociedad necesita con urgencia.

Sergio Velarde

11 de marzo de 2021  

miércoles, 10 de marzo de 2021

Crítica: Él, MAMÁ Y YO y EN ESTA OBRA NADIE LLORA


Versatilidad en la dirección

El FEDA Festival Directoras en Escena 2021 viene presentando un interesante repertorio de proyectos virtuales al mando de talentosas mujeres, quienes lejos de abordar temas feministas, sí que exploran las experiencias humanas en diversos contextos. Así, vimos hace dos semanas dos sentidas y entrañables videollamadas entre dos parejas sentimentales, a cargo de Josie Mendoza; ahora es el turno de la versátil Jimena Del Sante, una interesante directora a la que Oficio Crítico le siguió la pista en montajes presenciales tan disímiles como Pedro y el capitán (2011), La mueca (2012) y Todos mis miedos (2016). Es justamente esa versatilidad la que le permite salir airosa en dos puestas en línea, que ella misma adapta y dirige, y diametralmente distintas en fondo y forma.

En Él, mamá y yo de Mateo Gamarra Wiegold, nos involucramos con otra videollamada, también cargada de mucho sentimiento, pero esta vez entre una madre y su hijo homosexual, quien ante la inminente presentación de su novio, desconfía de la reacción inicial de su progenitora. Del Sante maneja con mucha sobriedad a sus actores, para evitar cualquier desborde interpretativo innecesario. Celine Aguirre y Jorge Armas se muestran creíbles en todo momento, en un acalorado diálogo en el que se muestran los temores, las inseguridades y los resentimientos que pueden existir entre una ansiosa madre y su confundido hijo.

Por otro lado, en En esta obra nadie llora de Mariana de Althaus, el registro cambia radicalmente hacia la comedia. Asistimos a los dilatados minutos previos del estreno virtual de un proyecto escénico, que Del Sante maneja con mano firme. El componente metateatral (llamémosle todavía teatral) luce muy divertido y genuino, escapando del estereotipo que parece avecinarse desde el principio, con la intervención de la atolondrada directora, sus imposibles actrices, la despreocupada técnica y la esmerada administradora del evento. Piera Del Campo, Diana Quijano, Cindy Díaz, Andrea Jacobs, Araceli Campos y Anaí Padilla cumplen sobradamente con defender sus respectivos personajes. En esta obra, todos ríen. Bien por el FEDA, que sigue demostrando el enorme talento de inspiradas directoras, como es el caso de Del Sante, que les permite evidenciar toda su versatilidad.

Sergio Velarde

10 de marzo de 2021

martes, 9 de marzo de 2021

Crónica: QUINTO ENCUENTRO DEL BARRANCO


TEATRO PARA AUDÍFONOS

El pasado mes de febrero se llevó a cabo el Quinto Encuentro del Barranco – Teatro para Audífonos, organizado por el grupo Espacio Libre, esta vez de una manera distinta, siendo la virtualidad el medio elegido para abordar un tema que ha cobrado una nueva vigencia en los tiempos que corren: el teatro para audífonos. Este formato prescinde de la imagen y le otorga al sonido total relevancia; de este modo, el acceso a este tipo de historias se realiza vía streaming o podcast. No cabe duda que la evolución de los contenidos de audio-ficción ha sido natural y progresiva, pues desde los tiempos de las radionovelas, transmitidas en directo, se han abierto muchos caminos gracias a la tecnología.

Para Diego La Hoz, fundador del grupo Espacio Libre, la organización de este Quinto Encuentro del Barranco, supone: “(…) un buen momento, para aprovechar esta coyuntura y juntarnos a dialogar y sobre todo, registrar lo que estamos haciendo, lo que nos está pasando, porque ahora nos va tocar utilizar esta práctica, y de alguna forma, darle chance a otras personas, y poder compartirla con otras personas (…)”*. De otro lado, valiosos aportes se lograron en los convites y paneles de discusión (mediante Facebook Live), los cuales permitieron al público conocer de cerca el proceso creativo de cada propuesta; además, de promover el diálogo y debate respecto a las dificultades y oportunidades de trabajar en este formato. También se colgó el catálogo de acceso a las historias de audio-ficción, que se realizaron desde el 2020.  

Los proyectos participantes de los distintos colectivos ofrecieron una gran variedad de contenido para el disfrute de todos los gustos: Proyecto Maternidades, un proyecto testimonial acerca de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en el Perú, el cual ya tuvo la oportunidad de realizarse de forma presencial; Proyecto Lume, que nos transporta a un espacio interesante de ciencia ficción; Radio Teatro UPC, con algunos clásicos del teatro; La Maldita Compañía, con historias conmovedoras y reflexivas; Susurros en la web, blog que se ocupa de lo más resaltante de la literatura en el género del terror; Laberinto de monstruos, icónica pieza del dramaturgo César de María llevada al formato de audio; Oshta y el duende, adaptación del grupo Llaqta, una propuesta para toda la familia; Historias detrás de una pandemia, de Parada Alterna (Piura), que aborda temas de la coyuntura que vivimos a través de una novela gráfica; Paroxista, del grupo Espacio Libre, con historias que enfrentan la realidad y la ficción; Hot videos de Pánico Escénico y Erotiqué, relatos al oído de Teatra - Globos al viento, que abordan la sensualidad y el erotismo en sus ficciones; Las Olimpias, producción especial de Mucha mierda para el Quinto encuentro del Barranco; y Vista al mar de la dramaturgia de Luis Camasca.  

Desde Oficio Crítico, saludamos y reconocemos el trabajo impecable del grupo Espacio Libre, con Karlos López Rentería en la dirección general del evento, el cual ha puesto en la palestra (virtual) la revaloración del formato de audio–ficciones. Así, podemos afirmar que continuamos en la tarea de fortalecernos como comunidad artística y seguir adelante, como símbolo de resistencia frente a la crisis. 

Maria Cristina Mory Cárdenas

9 de marzo de 2021

*Extracto del panel “Roles y formatos para la  creación en audio”. Quinto Encuentro del Barranco – Teatro para audífonos.

Colaboración regional: DISIDENCIAS


Primer Laboratorio Teatral

A pesar de las distintas dificultades que atravesamos, de los desencuentros y tristezas producidas por la larga ausencia lejos de las tablas, de alguna manera insospechada el teatro siempre nos sorprende, renaciendo ahí donde todos pensábamos que ya estaba muerto.

A días de cumplir el primer aniversario de este encierro pandémico que nos ha privado de los recurrentes ensayos, de las funciones y de los siempre interesantes laboratorios el teatro empieza a germinar nuevamente, esta vez no solo en figura de un nuevo proyecto teatral, sino en forma de un nuevo grupo.

DISIDENCIAS TEATRO está en estado de fecundidad, nacida de la cabeza del talentoso actor arequipeño Renato Ramírez. La obra virtual Febro, el poeta de Marcelo Martínez Gómez (ahora en temporada en el FAE Lima), actuada por Ramírez y dirigida por Miguel Barreda, sirvió de caldo de cultivo para esta feliz idea, un nuevo grupo de teatro en búsqueda de un código teatral propio.

A la tarea se ha sumado el maestro Diego La Hoz, que acompaña y nutre desde su experiencia esta iniciativa, brindando aliento y enseñanzas a la gran vitalidad y creatividad de Ramírez.

¿Qué buscan? La propuesta es bastante interesante, poder desarrollar su primer laboratorio… ¿Cuánto tiempo? Nueve meses de gestación, en el que se desarrollarán ideas cercanas al entrenamiento y la grupalidad, a partir de la profundización de la obra de Marcelo Martínez, en distintas facetas, porque sí, el dramaturgo arequipeño también se ha desarrollado como pintor, escritor, periodista y poeta. La gestación nuevemesina dará a luz un producto final.

Ambos creadores están ansiosos por empezar, por retomar la actividad teatral y estoy seguro que será una buena experiencia para aquellos que, tomando los protocolos correspondientes, se atrevan a vivir la experiencia disidente.

¡Bienvenidos!

NUEVO HORARIO: Sábados de 10:00 a.m. a 1:00 p.m.

CONDUCCIÓN: Diego La Hoz y Renato Ramírez

DURACIÓN: Marzo a noviembre de 2021.

MODALIDAD: Presencial, según protocolos de bioseguridad.

COSTO: 150 soles mensuales.


Mauricio Rodríguez-Camargo

Arequipa, 9 de marzo de 2021

lunes, 8 de marzo de 2021

Colaboración regional: CUATROTABLAS 50 AÑOS


El legado sigue vivo

“Conmovidos por las transformaciones sociales que sucedieron en la década del sesenta y partícipes, a su modo, de la sensibilidad generacional y contestataria que sacudía al país en esa época; un grupo de jóvenes se unió para montar un espectáculo teatral de protesta al que llamaron "Tu país está feliz" que dio inicio a una de las experiencias más intensas del teatro nacional. En 1971, bajo ese espíritu, nació CUATROTABLAS”. Mario Delgado

Han pasado cinco décadas desde que este grupo de jóvenes se unió para hacer teatro y cada década ha traído sus propias cosechas, frutos y flores de diversos colores. Siendo el grupo la tierra fértil donde crecen para después ser compartidas con el mundo. Cada pionero, fundador, generación, estudiante notable, invitado histórico, asesor, dramaturgo, colaborador, en fin… actor o público a su modo particular ha seguido sembrando y cosechando sus propios frutos haciendo grande nuestro oficio. Al fin y al cabo, eso era lo que el maestro Mario quería: compartir con todos “los frutos del oficio” y que cada quien tuviera su propia flor.

Pensar en Cuatrotablas no solo es pensar en sus más de 40 obras llevadas a las tablas entre montajes, reposiciones, revisiones, experimentos escénicos, tomas de espacio etc. Es ver un poco más allá, es visualizar la consecuencia del trabajo de investigación, es evocar “la escuela permanente”, “la escuela del arte y espectáculo”, el laboratorio permanente (LAXION), esos espacios donde los que pretendemos ser artesanos nos damos el tiempo de ver, de hacer, de accionar, de pulir y tejer la filigrana de acción y emoción.

Es también abrir mil puertas; como la de la Casa de Vista Alegre, la Casa Junín 430, la Casa 28 de Julio, el Centro Piloto de Chorrillos, o generar alianzas significativas como con La Casona de San Marcos, el Museo Metropolitano de Lima, la Casa de la Literatura, todos lugares mágicos para; ante todo aprender, ser “eternos discípulos” del oficio y así nutrirnos para seguir creando. Más aun sintiendo la presencia de diversos maestros del Perú y del mundo que han compartido esas casas y ese espacio, sería injusto mencionar solo algunos pues cada uno en su generosidad han alimentado al grupo de diversas formas.

Otro fruto suculento de esta selecta cosecha es el Encuentro Ayacucho 78, 88, 98, 2008, 2018 y los Rumbo Ayacucho, esas islas felices que se realizan cada diez años como un sueño imposible. ¿Quién piensa en un plan a 10 años en nuestro teatro? Pues el maestro Mario, sí. Y aunque ahora que no nos acompaña en un espacio físico, pero sí en uno espiritual, no dudo que el Encuentro Ayacucho 2028 será un espacio necesario para vernos, sentirnos y compartir.

Mario sigue siendo un gran movilizador para el grupo, sigue convocando a la gran mesa del banquete para reunirnos y alimentarnos de diversas fuentes y una ocasión tan especial como es el 50 aniversario del grupo no puede ser la excepción, es por ello que se viene realizando y se realizarán diversas actividades, entre las principales tenemos: 

- Poner a disposición gratuita del libro "La Nave de la Memoria", editado por Luis Ramos-García (Enero 2021).

- La publicación de la obra colectiva del grupo "El Banquete de Mariátegui", en el último tomo de obras dramáticas editado por la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático (Julio 2021).

- Saludos diversos desde el corazón (aprox. 60 segundos) semanalmente desde enero a septiembre 2021 por parte de la familia Cuatrotablas, coordinado por Bruno Ortiz y publicado en sus redes.

- Lecturas dramáticas de obras del grupo (aprox. 60 minutos) de obras emblemáticas y nuevas del grupo: Los Ríos profundos, Los Ernestos, El banquete de Mariátegui, La ciudad sin ti, Las Magdas.  Estas lecturas serán hechas en los meses de mayo, junio, julio y setiembre. Estarán a cargo de ellas: Flor Castillo, Pilar Núñez, Zitha Elías y Julio Matos. Miembros del grupo.

- Conversatorios sobre los 50 años de CUATROTABLAS a cargo de Miguel Gutti, Mario Zanatta y Maricarmen Velásquez, miembros de Teatro Laboratorio Cusco y con el apoyo de grupo Cuatrotablas. A realizarse entre los meses de mayo a diciembre.

- Encuentro de Ayacucho en Carapongo -Diciembre 2021.  Producido y realizado por Bruno Ortiz y con la participación del grupo CUATROTABLAS.


“El objetivo general de estas celebraciones es dejar al mundo un testimonio Cultural Teatral del Grupo “CUATROTABLAS” fundamentado a través de las 9 generaciones de Escuela Teatral en sus casi 50 años de trayectoria, liderados por Mario Delgado Vásquez // el  propósito de esta celebración es agradecer al emblemático Grupo CUATROTABLAS y a su director Mario Delgado el aprendizaje y la fértil creación de obras difundidas en el Perú y el extranjero, así como su contribución en la dramaturgia de un teatro peruano – universal, de autores y creaciones colectivas y la formación de distintas generaciones de actores, actrices, investigadores teatristas con la visión de ser y hacer el mejor teatro del mundo”,
nos comenta la junta directiva del grupo.

Así también Aurora Delgado nos da su visión de este evento: “Celebrar los 50 años del Grupo CUATROTABLAS es reconocer en él, la vida de su creador Mario Delgado Vásquez, un ser privilegiado, un visionario que hizo del teatro experimental contemporáneo, su razón y pasión de vivir por su total entrega durante los 45 años que nos acompañó, sembrando semillas fecundas que hoy dan frutos, en los que fueron sus alumnos y ahora actores que siguen en el mundo teatral admirándolos. Su espíritu transciende a pesar de no estar su presencia física, ha continuado vigente hasta pronto cumplir 50 años”.

Son tiempos nuevos, soplan nuevos aires, los cambios siempre difíciles más aun sin tu presencia maestro… el grupo necesita la fuerza de todos, afianzarse en el hacer, volver al laboratorio, “apretar el culo”, ponerse en base y mirar al horizonte pues hay nuevos nortes. Parece imposible cuando el líder natural se ha ido a otro plano. Nos  decías “la realidad avisa cuando el sueño se ha ido”. Pero ante todo nos enseñaste a compartir sueños, a creer en ellos no por ser imposibles sino para hacerlos realidad. Mario, Maritza, José Carlos, Iván, entre otros muchos ausentes que siempre están presentes, el legado está en el cuerpo, el legado sigue vivo. Gracias.

Miguel Gutti Brugman

Cusco, 8 de marzo de 2021

viernes, 5 de marzo de 2021

Entrevista: FEFFO NEYRA


“La improvisación te enseña a crear desde muchas limitaciones.”

Oficio Crítico conversó con Feffo Neyra, ganador del premio del jurado como mejor actor de Comedia / Musical en la ceremonia de Oficio Crítico 2020, por su destacada actuación en el espectáculo virtual NTN. Justamente, esta comedia volverá en su tercera temporada desde este sábado a las 9:00 p. m. por la plataforma Zoom.

NTN es un espectáculo de humor que combina el clown, la impro, personaje cómico y la música para entregarle al público inolvidables momentos de muchísima diversión. El elenco está conformado, además de Feffo Neyra, por Paco Caparó, Julio Díaz, Jhosep Palomino, Isabel Falcón y Francisco Salvador. La puesta es una coproducción entre El Club de Teatro de Lima y Di Que Sí Impro. La entrada general es de 15 nuevos soles, que se pueden adquirir en el WhatsApp 999406664, el Facebook https://www.facebook.com/NTNnetwork o en el DM Instagram @ntn_network.

Sergio Velarde

5 de marzo de 2021

jueves, 4 de marzo de 2021

Entrevista: JOHAN ESCALANTE


“El actor que trabaja es el actor que funciona.”

Oficio Crítico conversó con el actor Johan Escalante, uno de los protagonistas de la obra virtual Game Over, con dirección y dramaturgia de Jorge Pecho. Johan interpreta a un coqueto dragón malvado, rey de un mundo de lava, que mantiene una relación secreta con una acalorada princesa (Liz Roggero) en un mundo virtual de videojuegos.

Game Over es un espectáculo teatral dirigido a un público mayor de dieciséis años, diseñado y enfocado a nuestra nueva realidad virtual. Las funciones serán el 6 y 7 de marzo a las 9 p.m. a través de la plataforma Zoom. Informes en el Instagram @archivos.deloisy.

Sergio Velarde

4 de marzo de 2021

Entrevista: BEATRIZ ARO


“El quechua no debe perderse y debería enseñarse.”

Oficio Crítico conversó con la actriz cusqueña Beatriz Aro, quien estará participando en la obra virtual Kuyana y el misterio de la Marka, escrita y dirigida por Rocío Limo, y dirigida para toda la familia, en el marco del Festival de Artes Escénicas - FAE Lima. Beatriz interpreta a la abuela Alejandrina, quien es quechuahablante y además, tiene un papel muy importante en la trama.

Kuyana y el misterio de la Marka es un proyecto beneficiario de los Estímulos Económicos para la Cultura 2019, en colaboración con el Centro Cultural Universidad de Lima y bajo la producción de la compañía Tejido Abierto. Se presentará en dos únicas funciones, el domingo 7 y el viernes 12 de marzo a las 5:30 p. m. Forman parte del elenco, además de Beatriz, las actrices Verony Centeno y Lucy García. La entrada general es de S/. 15.00 nuevos soles. La venta de entradas se puede realizar en la web oficial de FAE Lima: https://www.faelima.com/

Sergio Velarde

4 de marzo de 2021


lunes, 1 de marzo de 2021

Crítica: FEBRO, EL POETA


Un lúcido solitario

A puertas de estrenarse una nueva edición del Festival de Artes Escénicas de Lima FAE 2021, la cual se llevará a cabo de manera virtual (albergando diversas propuestas como lecturas dramatizadas, ensayos abiertos, talleres, obras nacionales e internacionales, entre otras), este nos trae además, la posibilidad de conocer los trabajos de artistas del interior del país, como es el caso de la primera obra arequipeña que participará en esta edición del festival.

Febro, el Poeta, escrita por el artista plástico y prosista arequipeño Marcelo Martínez Gómez, es dirigida por Miguel Barreda Delgado e interpretada por Renato Ramírez Valdivia. Adaptada al campo audiovisual, la propuesta nos conduce a través de la mirada de un hombre exiliado de la sociedad, tal como la conocemos; la construcción de su propio universo y morada es testigo, junto al espectador, de un monólogo cargado de poesía y verdad acerca de la vida, la educación,  la familia, la política y la muerte, temas que los seres humanos se han cuestionado a lo largo del tiempo. La fina lírica de narrativa, aunada con la contundente y detallada  interpretación de Ramírez, convierten a este delirante poeta en un ser directo y honesto, quien acompañado por su soledad, carga sus palabras de lucidez, como un desahogo necesario para sobrevivir.

De otro lado, la parte estética y visual, muy bien construida, nos permite ver este lugar cavernoso y único en el que habita el protagonista; teniendo como resultado una propuesta redonda, provista de un ritmo particular y una sensibilidad que conmueve y convierte al espectador en cómplice de los recuerdos de este “poeta nato y neto”.

Febro, El Poeta es una interesante alternativa que nos ofrece la programación nacional del FAE, siendo cada función distinta y transmitida en vivo, lo cual hace que la experiencia sea única. Asimismo, saludamos la iniciativa del festival de incluir los trabajos artísticos gestados en los distintos departamentos de nuestro país, aprovechando esta coyuntura –online- para su justa y necesaria difusión.     

Maria Cristina Mory Cárdenas

1º de marzo de 2021

Crítica: TODA MUERTE TIENE


Trilogía tanática

Quizás por primera vez en mi vida infantil sentí, en el límite de mi entendimiento y de la conciencia, cómo dos personas muy próximas, que se quieren, no se comprenden y pueden atormentarse y martirizarse, y cómo toda la conversación, toda la voluntad de ser inteligente, toda la razón, solo consiguen inyectar veneno, nuevos tomentos, nuevos pinchazos, nuevos errores. ¿Cómo era posible? Pero era posible, sucedía. Era absurdo, era demencial, risible y dudoso. Pero así era.

Alma de niño de Hermann Hesse

Diego La Hoz, qué duda cabe, es un hombre de teatro. Además de ser un prolífico dramaturgo y director peruano, es también el fundador de EspacioLibre Teatro, asociación teatral que desde 1999 no ha parado de producir arte y cultura desde el escenario. Basta con buscar su nombre entre las notas publicadas por este medio para darnos una idea de lo que ha sido y sigue siendo su nutrida producción. Producción que, además, no ha surgido necesariamente desde la comodidad. Por el contrario, y como él mismo lo ha afirmado, La Hoz se ha educado para trabajar desde el estímulo de la precariedad. Y qué escenario más precario para las artes (aquí y en el mundo) que el año que acaba de pasar y el que nos toca vivir.

La incertidumbre del 2020 hizo que La Hoz esperara pacientemente a que fuera posible volver a los escenarios presenciales. Hasta que la incertidumbre dio lugar a la innegable (y triste) certeza de que el ansiado regreso no sería a corto plazo. Aunque dio lugar también a la oportunidad de jugar con nuevas posibilidades desde esa novedad llamada “virtualidad”. Así, habiéndole tocado vivir el confinamiento en Arequipa, se puso en contacto en julio del 2020 con el colectivo Teatro del Tercer Piso, con quienes ya había trabajado en el proyecto ¡Bien macha!, para explorar opciones que permitieran el diálogo entre el teatro y la virtualidad. Este colectivo arequipeño, con tres años de permanencia en la escena local, coincidía con el director en apostar por un montaje multidisciplinario. En esta búsqueda, y en colaboración con la productora audiovisual Calzón Negro, deciden trabajar con tres cuentos de la autoría de La Hoz, adaptados al lenguaje escénico y cinematográfico en simultáneo. Como resultado, este conjunto de artistas nos ofreció Toda muerte tiene, una trilogía de cortometrajes escénicos, bajo la dramaturgia y dirección de La Hoz, la dirección de fotografía y edición de Luis Ramos, el sonido y la iluminación de Harold Núñez Solís, y las actuaciones de Erick Alpaca, Katy Basurco, María Alejandra Márquez, Erick Pfuro y Caleb Vásquez. Cada corto de esta trilogía se mostró durante un fin de semana de octubre y noviembre del 2020.

El resultado de este singular trabajo asemeja a un conjunto de piezas de cinematografía independiente y muy de autor. De cierta manera lo son. Las tres historias que componen este montaje no siguen necesariamente la clásica estructura aristotélica de la dramaturgia que solemos consumir. Su lenguaje es, más bien, críptico, lleno de visos y figuras poéticas. El mismo hilo conductor entre ellas, la muerte, no resulta tan evidente, sino que se confunde en el tejido narrativo. En palabras de La Hoz, estas historias no hablan de la muerte natural per se, sino de la muerte a la que nos encamina la sociedad, como la única salida al tormento que esta nos inflige. En un espacio físico minúsculo y hasta improbable para un montaje teatral, estos cortos escénicos se narran entre planos cerrados y ángulos rasantes, en un ambiente iluminadísimo en blanco y negro, y otro a color, algo lúgubre, acompañados de una musicalización tan discreta como inquietante. En contraste, el código actoral no es para nada cinematográfico sino teatral ex profeso. Es como si los rarísimos personajes (todos presentes e interactuando en el espacio) que transitan por estas historias reafirmaran su vitalidad expresándola con una exageración estridente para el espectador sentado en la fila “k” que, sin embargo, los ve a través de la lente colocada a centímetros de sus rostros. Es importante comentar, además, que las tres piezas fueron grabadas de un tirón en una madrugada, durante un toque de queda.  El resultado es que los tres cortos escénicos mantienen uniformidad en cuanto a estética y estilo. Lo agradecemos de sobremanera: la mente humana se esmera en detectar constantes, y esta es una muy importante en el conjunto.


Toda muerte tiene…cinco ojos de ancho

En este el primer corto escénico actuaron Katy Basurco, Erick Pfuro y Caleb Vasquez. Este último interpretó al “Espectro”, una suerte de anfitrión que está presente en los tres cortos y que hace una breve introducción al espectador sobre lo que verá, además de interpretar a otros personajes de la trama. Esta historia versa sobre una mujer que parece haber matado a su marido y/o al padre de sus hijos, y ahora es atormentada por el fantasma del difunto y de sus culpas. Habla con una muñeca que podría ser o representar a su hija o, en general, aquello que perdió y que añora con locura.

Hay que reconocer que las primeras sensaciones con esta entrega fueron de desconcierto. Hubo que hacer un esfuerzo importante para entrar en el código dramatúrgico (sobre todo) y cinematográfico de la puesta. En lo personal, no gustamos de las actuaciones teatrales ante una cámara. Consideramos que esta estridencia, bastante usual en nuestro medio y en la novedosa virtualidad, no permite apreciar la capacidad actoral de su ejecutante y distrae de lo que sucede en la obra. Grande fue nuestra sorpresa al enterarnos, durante un conversatorio posterior al corto, que este estilo fue planteado con toda intención. Fue necesario, entonces, volver a ver la pieza escénica para apreciar este trabajo desde esa intención. Es importante destacar el trabajo actoral de Caleb Vásquez y Erick Pfuro, que parecen haber hecho exactamente lo que se les pidió hacer en escena (aunque Pfuro tuvo un encargo más complicado con un personaje como el suyo), y el de Katy Basurco, que lleva gran parte de la acción dramática en sus hombros. Hay que decir, sin embargo, que faltó algo de peso escénico en el personaje de Basurco. Hubo textos larguísimos en los que no parecía haber incorporado el lastre de todo el sufrimiento por el que esta mujer ha pasado. Era como si sus entrañas no hubieran comprendido el horror por el que transitaba. Por supuesto, entendemos que lo que pedimos no es poco. Pero es nuestro deber pedirlo.


Toda muerte tiene…sangre azul

En este segundo corto escénico actuaron María Alejandra Márquez, Erick Pfuro y Caleb Vasquez. Esta entrega nos cuenta la historia de dos hermanos, una niña y un niño, que están huyendo. Ella es una princesa a la que él, como un caballero andante, debe proteger del mal que los acecha. Una vez más, los fantasmas de la culpa rondan, sobre todo al niño, que parece haber matado al padre abusador. Los hermanos corren hasta donde sus fuerzas les dan, pero la sombra de su crimen parece ser más rápida y los orilla a un precipicio.

Llegamos a esta segunda entrega más preparados que a la primera. Caleb Vasquez repite el plato como nuestro anfitrión, y nos invita a sumergirnos en esta historia. Esta vez, el lenguaje dramatúrgico resulta más claro y no tan críptico, aunque no exento de imágenes y figuras poéticas. En línea con esto, el trabajo actoral resulta más comprensible para el espectador. Destaca aquí Erick Pfuro, que parece sentirse más identificado con el personaje que le ha tocado interpretar. En cuanto al riesgo escénico, cabe destacar la inclusión funcional de mobiliario en la obra. Se propone una estructura central hecha de mesas o sillas, con la cual interactúan de manera efectiva estos personajes.


Toda muerte tiene…un gato para dos

En el tercer y último corto escénico actuaron María Alejandra Márquez, Erick Alpaca y Caleb Vasquez. En esta historia, una mujer embarazada tiene un gato. Un gato domesticado. Un gato humanizado. El gato resiente el abandono de la mujer, entiendo que su amor es condicional y agobiante. La mujer resiente el abandono del gato, que ahora ansía la libertad. Quiere marcharse y ella no lo deja. Lo sujeta con su querer que es como una soga que aprieta. Demanda fidelidad. La mujer tiene un marido que la sujeta, también, con la soga de su querer. Ambos quieren liberarse del otro pero, al mismo tiempo, se atan entre sí. El amor ¿incondicional? que la mujer lleva en el vientre lo amenaza todo.

Así como el gato que Erick Alpaca interpreta, llegamos a esta función bastante “domesticados”. Conocemos el lenguaje con el que nos van a hablar, y nos dejamos envolver en él. Nuevamente el “Espectro” de Vasquez nos lleva de la mano a esta historia que él también compartirá como un personaje más. Nos sugiere, antes, que usemos nuestra imaginación. Asumimos que es para que entremos a la convención de que Alpaca interpreta a un gato humanizado que se expresa con todo el dolor que le cabe. Felicitamos desde aquí su interesante trabajo, así como el de Márquez, que se debate entre el ama dominante y la esposa sumisa. El juego con la soga entre los tres personajes es interesante de ver y cobra cierto nivel de protagonismo como la analogía del amor asfixiante del que habla esta historia.

Toda muerte tiene no es un producto de fácil ingestión o digestión. Lleva en sí el fermento de lo absurdo, lo demencial, lo risible y lo dudoso. Como al personaje del cuento de Hesse que citamos líneas arriba, nos duele y nos atormenta desde la contradicción en la puñalada artera de quien dice querernos. Y, sin embargo, su rara complexión nos genera un goce estético. Termina convirtiéndose en un gusto adquirido. Un delicatesen discretamente exhibido en el amplio buffet de la virtualidad local. Enhorabuena.

David Huamán

1º de marzo de 2021

Nota del autor: Esta entrega llega con casi cuatro meses de retraso a este medio. Nada justifica semejante dilación. Solo nos cabe ofrecer nuestras más sinceras disculpas a sus lectores y, en especial, a Diego La Hoz, Luis Ramos, Harold Núñez Solís, Erick Alpaca, Katy Basurco, María Alejandra Márquez, Erick Pfuro, Caleb Vásquez y a todo el equipo de Teatro del Tercer Piso y Calzón Negro. Esperamos que estas líneas estén a la altura de vuestras expectativas.