domingo, 16 de noviembre de 2025

Crítica: UN ESPEJO


El espejo que no miramos

Cuando la dramaturga británica Sam Holcroft, autora de Un espejo, visitó Corea del Norte (2011) comprobó las terribles restricciones que impone una dictadura contra todo lo que ponga en peligro su poder, empezando por las ideas. Luego estuvo en Beirut, con dramaturgos de Líbano y Siria, quienes esperaban que sus obras fueran sometidas a la censura de sus respectivos países. Cuenta que la noche de la función, algunos escritores, aterrorizados ante la posibilidad de encontrar policía secreta entre el público, arrancaron fragmentos de sus guiones por miedo a ofender. Esas experiencias inspiraron la obra Un espejo. Holcroft dice: «Creo que en Occidente nos creemos muy valientes como escritores. Pero cuando me comparo con los escritores que conocí en Beirut, el riesgo que corro no es ningún riesgo. Yo arriesgo mi ego herido. Ellos arriesgan la cara magullada y los huesos rotos».

En Un espejo, los actores dialogan con los espectadores para introducirnos en la historia, nos hacen responder, pararnos y hasta cantar y nosotros dócilmente obedecemos. Pero en esa representación está escondida otra, que se nos muestra clandestinamente. Como en Trucos para ver en la oscuridad de Mariana de Althaus, el teatro vence las prohibiciones y se vuelve una actividad clandestina. Pero esta vez no es una epidemia sino un régimen autoritario que puede enviarte a un campo de concentración si te considera enemigo.

Todo empieza con una boda, a la que asistimos sorprendidos por su ajenidad con el tema que se anuncia. Pero lo que viene después nos habla de la resistencia cultural y política, frente a la censura del autoritarismo. Los conocedores percibirán la escuela de Pirandello en este juego de historias encerradas unas dentro de otras. Su genial manejo es el mérito de la directora Wendy Vásquez.

El perfecto orden de una oficina en un ministerio puede convertirse en un escenario caótico y contar una misma historia bajo dos miradas completamente distintas. La escenografía se transforma para la representación de la representación. Los personajes pueden interrumpir la acción si el peligro acecha. El peligro está afuera del teatro, pero puede irrumpir para callarnos si nos atrevemos a decir verdades incómodas. Un espejo nos lo recuerda.

El trabajo actoral de todos es excelente, pero cabe destacar las actuaciones de Rodrigo Palacios y Daniela Trucíos, bien acompañados por Jorge Villanueva Bustíos, Renato Rueda e Iván Chávez. 

El espejo es el símbolo por excelencia de la representación de la realidad. Esta representación es fiel solo en apariencia pues ofrece una imagen idéntica, pero invertida, mostrando una suerte de revés de la vida. Dice Shakespeare, en Hamlet, refiriéndose al arte dramático: "Su objeto, tanto en su origen como en los tiempos que corren, ha sido y es, por decirlo así, servir de espejo a la naturaleza".

En la obra de Jorge Luis Borges el espejo es un símbolo fundamental de la estructura de sus textos:  "A veces en la tarde una cara / nos mira desde el fondo de un espejo / El arte debe ser como ese espejo / Que nos revela nuestra propia cara."

El arte resiste las peores dictaduras. Estas buscan a los artistas para que a través de ellos la gente crea que vive feliz o, al menos, se distraiga y olvide "los problemas" que no les conviene tratar. Pero, si el artista no se "alinea" y decide contar su versión de la historia, hay que callarlo cuanto antes, como nos recuerda el alto funcionario del Ministerio de Cultura: "Cuanto más rápido se propaga una historia, más peligrosa puede ser".

En tiempos en que fanáticos religiosos censuran libros en los colegios, que el Ministerio de Cultura le niega el apoyo a obras teatrales que afecten el discurso de quienes están en el poder y los congresistas recortan las posibilidades de desarrollo del cine independiente que desnude nuestra realidad, resulta necesario advertir que la censura acecha y convive con nosotros.

Vayan a ver Un espejo, en La Plaza.

David Cárdenas (Pepedavid)

16 de noviembre de 2025

No hay comentarios: