miércoles, 22 de mayo de 2019

Crítica: JUERGUES


LA JUERGA DE HACER UNA OBRA

“Juergues”, comedia con desenlace dramático, escrita y dirigida por Roberto Ángeles y producida por Jesús Alzamora, se presenta en el renovado Teatro Julieta de Miraflores hasta el domingo 2 de junio, con las actuaciones de José Dammert, Alonso Cano, José Diez Canseco, Italo Maldonado y el mismo Alzamora.

Sinopsis: “Cinco amigos, acostumbrados desde su etapa escolar a reunirse los jueves en un departamento miraflorino, deciden ensayar un show para la despedida de soltera de una compañera. Pero a medida que el tiempo pasa, entre sánguches y ron, sus charlas y recuerdos van transformándose en duros enfrentamientos verbales y golpes bajos. Los jóvenes disfrutaron siempre de comodidades y recibieron buena educación; sin embargo, no desarrollaron algunos valores básicos y aún como profesionales, cometen faltas que nunca corrigen avalados en las apariencias.”

La obra es una comedia ligera que tiene de recurso principal el humor negro, desde donde realiza una especie de crítica a esta clase social de jóvenes acomodados, pero cuya moral no está bien definida. Al ingresar a la sala, el público es recibido con canciones adaptadas, cuyas letras están cargadas de burlas o chistes misóginos, machistas y clasistas; temas que se expondrán durante toda la obra. La reunión de amigos (todos hombres) es el pretexto perfecto para dejar ver de manera cruda y directa la moral de cada uno de los personajes. La comicidad durante toda la obra se apoya en los arquetipos “miraflorino, joven y acomodado”.

Mas allá de la dramaturgia, la cual debo resaltar, señalo en las actuaciones algunos personajes que han caído en el cliché más que otros. No solo ello, sino que ha faltado matiz y organicidad en sus actuaciones, resultando planas, ya que a los actores en más de un momento les faltaba la conexión con la situación y con su compañero o compañeros de escena, lo cual no permitía el crecimiento o "bola de nieve” en los propósitos y emociones de los personajes. Por lo cual, el final llega con poco impacto. Por otra parte, la ruptura de convenciones, como agarrar el telón de fondo para sacar de escena algunos elementos o como cuando el actor habla mirando al público parte de un texto que era para sus amigos, etc. molestan al espectador.

En cuanto a la dirección, debo señalar que en gran parte fue correcta, pero pudo tener una convención más contundente, un enfoque más crítico. Por ejemplo, cuando se transgrede la convención de la cuarta pared, lo cual no genera mayor aporte a la historia, ni para el significado de la obra; y aquel show en las escenas meta-teatrales como en el momento del ensayo, en el que están bailando, cantando y tocando instrumentos, uno de ellos baja del escenario para rodear al público y volver a subir por el extremo opuesto: todo este “intermedio de chiste facil” genera un poco de distracción y evita que la discusión importante del tema llegue a un clímax. Además, considero que el tratamiento de la propuesta se construye sobre la superficialidad del tema y los otros elementos, como la escenografía, luces, etc. no contribuyeron a ninguna crítica mayor.

Sabemos que la obra, antes de su estreno en otro espacio teatral, fue censurada y podemos imaginar que ha sido por el lenguaje vulgar que se maneja, entonces de esa manera llega al Teatro Julieta, tal como lo cuenta Alzamora en la entrevista que les realizan de Premium Perú Tv. Luego de ver la obra, me queda una pequeña reflexión: existen muy pocas puestas que en verdad se detienen a hacer una investigación con conciencia de temas y de formas. El teatro limeño últimamente se conforma con presentar obras y más obras. Es cierto que el teatro en Lima ha crecido, pero en cantidad no calidad, y es uno de los grandes problemas de nuestro arte. La mitad de lo que está en cartelera suele tener una ligera investigación y es preocupante la baja calidad que está presentando nuestro arte. 

¿Es que hoy en día no hay nada que decir? ¿Y es que todas las formas ya han sido inventadas? No lo creo, pero para el público ir al teatro no debería ser solo un evento social, sino la búsqueda de ir a sentir, a pensar o conocer, etc.  Al salir de un teatro, no deberías tener la misma impresión que tienes al salir de una juerga, no debería ser solo una anécdota.

"Juergues" es una comedia ligera, que muestra las actitudes indiferentes y de doble moral que a veces se maneja en las clases altas acomodadas. Las temáticas como el machismo, racismo, clasismo, misoginia son algunas que se dejan ver en las personalidades de estos “personajes”. Temáticas con las que convivimos todas las clases. Sin embargo, esta obra toma como pretexto el enfoque de estos jóvenes de clase alta, en un jueves de juerga, para tocas dichos temas de la forma más cruda y directa. Si debo resaltar algo de esta obra, es la dramaturgia, la cual también estuvo a cargo del director Ángeles. "Juergues" es una opción más para asistir al teatro entre amigos, y para ello tienen hasta el 2 de junio. Véanla y saquen sus propias conclusiones.

Kiara Castro
22 de mayo de 2019

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