martes, 30 de abril de 2019

Crítica: CONTRA EL VIENTO DEL NORTE


Correr riesgos

Recientemente se estrenó la obra "Contra el viento del Norte", dirigida por el argentino Santiago Pedrero, quien asume por primera vez el reto de dirigir teatro, y lo hace en nuestro país. El texto del austriaco Daniel Glattuer es una novela del año 2006, la misma que ha sido particularmente adaptada al teatro en esta ocasión. En escena, Walter Ramírez, Carla del Solar y José Miguel Arbulú.

Bajo una temática aparentemente cotidiana, Leo Leike recibe equivocadamente los correos de Emmi Rothner, una mujer que no conoce. Sin planearlo, surgen las conversaciones e intercambio de correos, pero, ante la posibilidad de un encuentro frente a frente (o el uso de cualquier otro medio para conocerse) los perturba la idea de acabar con la “expectativa” que los atrae. Además, las dudas, el miedo y las circunstancias por las que atraviesan en su vida serán determinantes para posponer dicho encuentro.

El montaje propuesto nos revela un escenario que divide a los personajes; de forma sencilla se muestra lo que sería parte de la casa de Leo y parte de la casa de Emmi. Elementos indispensables como las pequeñas computadoras, muebles, cambios de vestuario y el recurso técnico apoyan el desarrollo de las acciones. Sobre todo este último, pues el uso de las proyecciones complementa la historia de los personajes, convirtiéndose en un detalle al cual el público debe prestar atención.

Un detalle interesante y retador para los actores es el hecho de no interactuar nunca. Es decir, ambos están en escena todo el tiempo; sin embargo, por tratarse de un intercambio de correos se verbaliza el diálogo escrito y se trabaja la dramatización a partir de una convención atípica.

Acerca del tercer personaje, que podría no estar (físicamente), el director refirió que “en la obra me parece que está marcado como una voz en off, pero era importante que esté presente, porque lo que yo quería era crear esta molestia y hacer que la gente tuviera que mirar para otro lado… además, por esto de tener a dos personajes que no interactúan todo el tiempo en escena, me parecía muy necesario que la irrupción de un tercero muestre que es afectado por un romance, me parece que ahí gana como un peso más. Es un personaje que dramáticamente tiene un peso muy grande y yo traté de darle una importancia en la obra”. Lo cual no deja de ser un riesgo, pero se percibe, debido a la atmósfera de incertidumbre que se teje alrededor de los otros dos personajes.

"Contra el viento del norte", aunque parece retroceder en el tiempo al hablar de correos electrónicos y no de chats de WhatsApp o Messenger, nos recuerda lo desconectados que podemos estar, incluso ahora que la tecnología de las comunicaciones está en pleno apogeo y evolución; también, nos muestra el universo paralelo que somos capaces de crear (en línea), quizá, para escapar de nuestra realidad.

Apostando por el riesgo y la intimidad de una sala pequeña, la puesta en conjunto aún tiene que encontrar su propio ritmo, fluir y revelar lentamente esta historia.

¿Cuándo? De jueves a domingo a las 8:00 p.m.
¿Dónde? Centro Cultural El Olivar (Calle La República 455, San Isidro). 

Maria Cristina Mory Cárdenas
30 de abril de 2019

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