Ambiciones en tiempos modernos
Continuando con las celebraciones por el magistral legado de
Shakespeare, llega la Tragedia de Macbeth (1606) a nuestra cartelera teatral,
pero nada menos que en una versión libre adaptada a nuestra realidad latinoamericana.
Más allá de las discusiones sobre si la pieza es enteramente de la autoría
del Bardo Inglés o si, debido a su corta extensión, no es más que un resumen de
la obra original, Macbeth sí que retrata profunda y certeramente la ambición
política y sus fatales consecuencias. En medio de brujería, profecías y visiones
del más allá, asistimos al desmoronamiento psicológico de Macbeth y su esposa,
debido a los crímenes que cometieron ambos por su insaciable sed de poder. El
mayor mérito de la contextualización en tiempos modernos para este Macbet (sin “h”),
a cargo de Vanessa Vizcarra (buena dramaturga, excelente directora y mejor
actriz) en el Teatro de la Universidad del Pacífico, sea acaso el hecho que
nunca luzca forzada en escena y sin perder el espíritu del original.
El detalle de la “h” resulta curioso: como es una letra “muda”,
acaso este Macbet busque desechar cualquier detalle superfluo que distraiga de
la historia central; o acaso solo sea una referencia a que el presente drama está
ubicado lejos de tierras de habla inglesa, ya que la “h” sí suena en
extranjerismos. Sea como fuere, lo que más llama la atención de este
espectáculo es el soporte multimedia del que hace uso la directora (utilizado
con cierta discreción en Creoenunsolodios en el mismo escenario el año pasado),
que tiene aquí una importancia vital para el desarrollo de las acciones.
Notables las escenas con transmisiones de video en vivo y en directo, como en
el noticiero; sin embargo, otras secuencias similares, con los actores
interactuando con grabaciones realizadas con anterioridad, deben pulirse para
surtir el mismo efecto.
Novedosa la analogía de las Brujas del original con aquella
guapa presentadora de noticias interpretada por Denise Arregui, revelando el complejo
y vital rol de la prensa en nuestra sociedad. El relato de ambición y traición política llega claro y contundente, sin tropiezos. Para lograr esta excelente puesta
en escena, Vizcarra se apoya en un grupo de sólidos actores capaces de interpretar
con versatilidad los diferentes roles del drama: Arregui, Rómulo
Assereto, Alejandro Córdova, Leslie Guillén, Marcello
Rivera, Renato Rueda y Mariajosé Vega están intachables en sus respectivos
cometidos. Macbet comprueba, una vez más, la maestría de la producción
literaria de Shakespeare, su total pertinencia en nuestros días y la imprescindible
revisión periódica de ciertos textos clásicos que nos desnuden la cruda naturaleza
humana y su necesaria reflexión posterior.
Sergio Velarde
1° de mayo de 2017
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