domingo, 18 de agosto de 2019

Crítica: LOS DEFENSORES DE LA NATURALEZA


Paladines de la Madre Tierra

La celebración por el Día del Niño ha coincidido con el final de la temporada de “Los Defensores de la Naturaleza”, obra de teatro que se reestrenó en el Auditorio del MALI, bajo la producción de Ecofiesta Perú, empresa ecológica que tiene el objetivo de concienciar acerca del cuidado del medio ambiente.

Al son de ritmos peruanos y urbanos, se construye la historia de la Madre Naturaleza (Briscila Degregori), quien ha enfermado por la contaminación y el cambio climático, por ello llegan en su rescate Laly (Laly Guimarey) y Checho (Sergio Cano), que al principio no entienden la magnitud del problema, pero las divertidas lecciones de la Madre Naturaleza harán de él y su amiga, verdaderos defensores de los recursos naturales, pasando por la tres regiones del Perú (Costa, Sierra y Selva). A ellos se suman Frank (Francisco Luna) y Nu (Nuria Mayor), quienes están a cargo del marco musical con cajón y guitarra, además de interpretar otros roles.

La dramaturgia lúdica, sencilla y basada en la realidad de nuestro planeta está a cargo Jorge Bazalar y María Inés Seijas Cao, se desarrolla en buena armonía con los momentos cantados y las coreografías. Una escenografía de estructuras que aluden a los retablos ayacuchanos se complementa con el diseño de iluminación para crear determinados efectos. Los vestuarios adornados con pequeños pompones peruanos, hacen de la propuesta un bonito homenaje a nuestra cultura.

Las interpretaciones fueron bastante sólidas, la interacción grupal fluía naturalmente; además, la energía y precisión fueron bien colocadas a lo largo de la puesta. Las voces de Laly Guimarey y Nuria Mayor destacaron en el canto con tonalidades cálidas y potentes, mientras que el resto del elenco se desenvolvía correctamente en sus distintos roles.

El público infantil siempre espontáneo y honesto, participó activamente del montaje, respondiendo a algunas cuestiones en voz alta y hasta subiendo al escenario -en un momento no indicado-; como parte de la entretenida atmósfera lograda, fueron situaciones que el elenco supo afrontar con delicadeza e ingenio, digno de resaltar.

Importante y acertado el momento del ‘Juramento de los Defensores de la Naturaleza’, del cual los niños fueron  parte, siendo algunos de ellos invitados al escenario para concretar el simbólico acto de ser los nuevos defensores de los recursos naturales, condecorándolos con un distintivo.

El montaje, dirigido por Jorge Bazalar, logra llevar a la reflexión a grandes y pequeños, respecto a los problemas ambientales que aquejan desde hace mucho tiempo a nuestro planeta, de manera divertida y dinámica, se refuerzan los valores como el respeto y el amor a nuestro medio ambiente. Salí de esta función teatral con la esperanza de que todos podamos convertirnos en ‘Paladines de nuestra Madre Tierra’. La tarea será ardua; sin embargo, pequeñas acciones podrían hacer la diferencia.

Maria Cristina Mory Cárdenas
18 de agosto de 2019

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