Sólida y ordenada propuesta
escénica
En el 2009, la AAA decidió celebrar con su elenco sus primeros 71 años
de labor ininterrumpida con la temporada de Morir, dirigida por la suiza Marianne
de Pury. La pieza, escrita por el español Sergi Belbel, es un texto muy rico y complejo
sobre la muerte y sus inusitadas consecuencias, que la directora en aquella
oportunidad, no supo organizar del todo en escena. En el 2011, Carlos Acosta
dirigió su propia versión con alumnos de la ENSAD, quienes este año han
decidido presentar nuevamente el proyecto como una temporada profesional,
variando la propuesta escénica y contando ahora en la dirección con Eric Otero.
Morir (un instante antes de morir) regresó por una brevísima temporada en LILA
espacio cultural, logrando consolidarse como un montaje entretenido, con una propuesta artística
sólida y coherente.
Siete escenas con catorce personajes conforman el primer acto, titulado
Morir. Todos ellos (con)viven con la Muerte disfrazada de distintas apariencias,
que llega previsiblemente al final de cada cuadro: un guionista y su esposa, un
heroinómano y su hermana, una madre trastornada y su hija engreída, un viejo
alcohólico, un enfermo y su enfermera, dos policías que atropellan a un
motociclista, y un asesino y su víctima. Luego del intermedio comienza el
segundo acto titulado No Morir: con las escenas de reversa, vemos como los
personajes eluden uno a uno a la Muerte hasta un final abierto. Acaso el mayor
logro de Otero sea el de haber conseguido con su elenco, el orden y la fluidez
que un texto de este calibre reclamaba.
Los actores dan muestras de sus enormes progresos: Aldo Sánchez y Jesús
Tantaleán (a quienes vimos en Sueño de una noche de verano), Yasmine Incháustegui
y Angie Rodríguez (actrices recurrentes del grupo Palosanto, como en Villasucia o La zorra vanidosa), acompañados por Barbra
Zavala, Julio Matos, Juan Muñoz y Jorge Rodríguez M; todos ellos muy eficaces
en darle verosimilitud a cada uno de sus personajes, con una mención especial
para el cuidado trabajo de Angie Rodríguez, como la Niña y la Policía. A pesar de lo
reducido del espacio, la propuesta escenográfica planteada es bastante funcional. Proyecto
Morir (así se llama esta joven agrupación) promete nuevos espectáculos en el
futuro, luego de este más que auspicioso debut.
Sergio Velarde
16 de noviembre de 2013
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