sábado, 16 de noviembre de 2013

Crítica: MORIR (UN INSTANTE ANTES DE MORIR)

Sólida y ordenada propuesta escénica

En el 2009, la AAA decidió celebrar con su elenco sus primeros 71 años de labor ininterrumpida con la temporada de Morir, dirigida por la suiza Marianne de Pury. La pieza, escrita por el español Sergi Belbel, es un texto muy rico y complejo sobre la muerte y sus inusitadas consecuencias, que la directora en aquella oportunidad, no supo organizar del todo en escena. En el 2011, Carlos Acosta dirigió su propia versión con alumnos de la ENSAD, quienes este año han decidido presentar nuevamente el proyecto como una temporada profesional, variando la propuesta escénica y contando ahora en la dirección con Eric Otero. Morir (un instante antes de morir) regresó por una brevísima temporada en LILA espacio cultural, logrando consolidarse como un montaje entretenido, con una propuesta artística sólida y coherente.

Siete escenas con catorce personajes conforman el primer acto, titulado Morir. Todos ellos (con)viven con la Muerte disfrazada de distintas apariencias, que llega previsiblemente al final de cada cuadro: un guionista y su esposa, un heroinómano y su hermana, una madre trastornada y su hija engreída, un viejo alcohólico, un enfermo y su enfermera, dos policías que atropellan a un motociclista, y un asesino y su víctima. Luego del intermedio comienza el segundo acto titulado No Morir: con las escenas de reversa, vemos como los personajes eluden uno a uno a la Muerte hasta un final abierto. Acaso el mayor logro de Otero sea el de haber conseguido con su elenco, el orden y la fluidez que un texto de este calibre reclamaba.

Los actores dan muestras de sus enormes progresos: Aldo Sánchez y Jesús Tantaleán (a quienes vimos en Sueño de una noche de verano), Yasmine Incháustegui y Angie Rodríguez (actrices recurrentes del grupo Palosanto, como en Villasucia o La zorra vanidosa), acompañados por Barbra Zavala, Julio Matos, Juan Muñoz y Jorge Rodríguez M; todos ellos muy eficaces en darle verosimilitud a cada uno de sus personajes, con una mención especial para el cuidado trabajo de Angie Rodríguez, como la Niña y la Policía. A pesar de lo reducido del espacio, la propuesta escenográfica planteada es bastante funcional. Proyecto Morir (así se llama esta joven agrupación) promete nuevos espectáculos en el futuro, luego de este más que auspicioso debut.

Sergio Velarde
16 de noviembre de 2013

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