sábado, 23 de mayo de 2020

Crítica: ASUNTO DE TRES

COVID y… un “Nuevo teatro”

La situación actual ha ocasionado grandes cambios en la rutina del ser humano. Esta pandemia ha generado que varios gobiernos establezcan el distanciamiento social como posible solución ante el contagio del COVID – 19. Esta drástica medida ha provocado que la mayoría de lugares - por no decir todos- con gran concurrencia de personas cierren sus puertas. Así, negocios, aeropuertos, empresas, colegios, universidades, estadios, bibliotecas, museos, teatros y varios espacios más ya no funcionen como antes lo hacían. Como efecto mariposa, cada cambio o variación en este sistema ha repercutido en la vida de cada uno de nosotros, también, en la vida del teatrista creador, que quiere seguir labrando en su oficio.

Ya que el distanciamiento social impide que los intérpretes y espectadores se encuentren en un solo lugar, los espacios teatrales se trasladaron a los espacios virtuales u en línea. Así, tratando de unir el lenguaje teatral y audiovisual, Samoa Producciones nos invita a este mundo - ¿será también teatro? – con su propuesta “Odisea 2020”, en la que se ha convocado a más de 20 intérpretes para el montaje de varias obras de teatro con una duración de no más de 30 minutos.

Asunto de tres es una de las obras seleccionadas para presentarse en esta producción. El dramaturgo es Gonzalo Rodríguez Risco y, en esta ocasión, los intérpretes son Alejandra Rivera, Alejandro Baca y Augusto Gutiérrez.

La obra se transmitió en vivo –sin convivio– a través de la plataforma YouTube. El primer fragmento de la obra inicia con las actuaciones de Jano y Alejandra. A nivel actoral, ambos intérpretes generan un ambiente teatral, pues la energía brindada a sus movimientos y cada palabra dicha son característicos del teatro. Por otro lado, el espectador podía observar dos enfoques. Pues, estas indicaban que estaban transmitiendo la obra a través de dos ángulos. Dado que se observaba dos pantallas en la plataforma, esto, a veces, a inicios de la obra, generaba desconcentración a pesar de que era la misma obra, solo grabado desde ángulos distintos. Además, debido a la cercanía de las cámaras a los actores y las actuaciones teatrales de estos, a veces, no se entendía lo que decían. En general, en este primer fragmento, creo que no lograron convergir el lenguaje teatral y audiovisual. Sin embargo, las actuaciones, dentro del código teatral, sí fueron precisas.

En el segundo fragmento, actuaron Augusto y Jano. Aquí, en la transición del primer al segundo fragmento, duró unos segundos más. Sin embargo, ese error “teatral” –porque es en vivo– fue solucionado y pasó a segundo plano dicho inconveniente. A comparación con la primera situación, este fragmento de la historia fue verosímil, es decir, tanto el código teatral y audiovisual convergieron y, dentro del mundo de las convenciones, fue creíble para el espectador. Además, en este caso, los actores tenían conciencia de que estaban al frente de una cámara, y no debían realizar movimientos exagerados, sino contenidos. La situación también ayudó a que ambos lenguajes se unificaran porque ambos personajes estaban frente a una computadora personal, que para los actores era la cámara.

En el tercer fragmento, participan también Augusto y Jano. Aquí, como en el primer y segundo fragmento, utilizan dos planos de cámara. A comparación de la primera, las cámaras presentan una mejor posición respecto a lo que desean mostrar y, también, ya no desconcentraba al espectador. A comparación de la segunda, la situación ya no les ayudó a generar ese ambiente creíble, pues crearon la atmósfera para que lo sea. Así, con la cámara mejor posicionada y las actuaciones no tan teatrales o exageradas lograron convergir otra vez ambos códigos.

Así, con el fin de paliar esta actual coyuntura, varios artistas escénicos se sumergen a la búsqueda de nuevas formas en el quehacer teatral. Una de ellas es como la que está realizando el elenco de Samoa Producciones; sin embargo, podría ser de otra manera. Ahora, toca procesar y preguntarnos si aquello que nos muestran es teatro o, tal vez, es un “Nuevo teatro”, una forma más contemporánea respecto al teatro que conocemos. Pues, tal vez, con la ayuda de la tecnología, el teatro, que se originó como un rito, deba cambiar.

Elio Rodríguez
23 de mayo de 2020

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