Shakespeare se abre paso con Cuatrotablas
William Shakespeare y toda su producción dramática constituyen una fuente
inagotable para el buen teatro. Desde las puestas en escena más clásicas, como el
Hamlet (2013) presentado por Aranwa Teatro para la inauguración de su actual
espacio; las irreverentes, como el Recontrahamlet (2008), espectáculo con obras
cortas de dramaturgos como Christopher Durang o Tom Stoppard; las
de-construidas, como la Máquina Hamlet (2012) de Heiner Müller; hasta las
aficionadas, como la paródica Ser o no ser (2014). Pues bien, ahora es el turno
del consagrado colectivo Cuatrotablas y de su director Mario Delgado, para
apropiarse del texto del Príncipe de Dinamarca y estrenar una puesta en escena
atípica, contestataria y provocadora, muy fiel a su ya conocido estilo, adueñándose
de espacios como la Casa de la Literatura o los auditorios satélites del Centro
Cultural Británico.
Delgado realiza una muy particular intervención al texto del Bardo
Inglés, en todo el sentido de la palabra. Narrada en forma de elipsis (la pieza
arranca con los cómicos recitando el “ser o no ser”, para terminar con la
aparición del Espectro), los actores aparecen ataviados con trajes negros, blandiendo
escobas y trapeadores, como desempolvando los diálogos del Bardo que aparecen
cada cierto tiempo en nuestros escenarios, así como también sacándole lustre a
una de las tramas más inquietantes y notables de la dramaturgia universal. Para
Delgado, todo Teatro o Arte debe ser político, sino no lo es; y es que las
miserias y desgracias que provoca la ambición por el poder, es retratada en su Hamlet
de una manera contundente y legítimamente pertinente, dada nuestra reciente (y
de siempre) historia como nación. Y es que algo se viene pudriendo en nuestro
país, tal como ocurrió en la distante Dinamarca.
La puesta en escena, que el mismo Delgado dirige discretamente desde el
público que se mueve de un espacio a otro, es el resultado de un exhaustivo
trabajo de laboratorio con su elenco. Y este luce muy sólido y comprometido con
su labor: Edith Palomino, Wendy Chávez, Alfredo Gutiérrez, Julio Matos, Luz
Marina Rojas, Ruth Castillo, Guillermo Injoque, y especialmente Jonathan
Pittman, joven intérprete que consigue una interesante aproximación, muy
visceral, al personaje protagónico. Por su parte, Delgado ya anuncia futuros
proyectos con los textos de Macbeth y El Rey Lear, los cuales esperamos, desde
luego, con gran expectativa. Y es que el Hamlet de Shakespeare supo abrirse
paso a través de esta particular intervención de Cuatrotablas, logrando uno de los montajes más interesantes y
oportunos del año.
Sergio Velarde
27 de setiembre de 2015
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