jueves, 28 de marzo de 2013

Crítica: PIZARRO, CRÓNICA DE TRAICIÓN Y CONQUISTA


Intentando una mirada diferente

¿Cómo generar el suspenso de una historia cuando sabes perfectamente en qué acabará? Y no estamos mencionando en este acaso a aquellas tramas clásicas o populares, que van desde los cuentos infantiles hasta las obras cumbres de la literatura universal; enfrentar a un personaje histórico escénicamente resulta complicado, pues el montaje en cuestión debe ir más allá de lo que todos, por cultura general, sabemos. Se debe entonces profundizar las personalidades de los personajes, desentrañar datos nuevos y agregar nuevos filtros para conseguir diferentes miradas hacia aquello que ya sabemos de antemano.

Un intento que lleva ya dos fases, con la última aún por estrenarse, es el iniciado por Teatro de la resistencia con Atahuallpa, intentando otra mirada. Se trata de laboratorios de experimentación, en los que Beto Romero y su versátil elenco buscan contar la misma historia, pero desde diferentes puntos de vista, dotándola de un discurso propio a través de un logrado lenguaje escénico. En el caso del montaje que reseñamos ahora, Pizarro: Crónica de traición y conquista, presentada por el Teatro de Cámara con la dirección de Rafael Sánchez, el corsé de “Crónica” le resulta muy apretado, ya que no se permite un mayor vuelo en presentar la historia del conquistador español, más allá de algunos aciertos puntuales, como la representación de algunos personajes y un intento por dotar de una personalidad menos estereotipada y más humana al Pizarro que interpreta el mismo Sánchez.

Con un correcto elenco, que incluye a Rubén Enzian, Josse Fernández, Walter Huallpa, Mayra Loaiza, José Medina y Mariajosé Quiñones, todos ellos narradores y personajes a la vez, la obra podría alzar un mayor vuelo, cuidando todavía más algunos detalles como el vestuario, las maneras de hablar de cada personaje, y la precisión y agilidad para continuar de una escena a otra. Estrenada en temporada en el Auditorio “Taulichusco” del Museo Metropolitano de Lima, Pizarro: Crónica de traición y conquista es un digno intento por maquillar hechos conocidos y presentarlos como novedosos, agregando ciertos detalles que acaso nos pasaron inadvertidos mientras escuchábamos a nuestros profesores de historia. La utilización del multimedia, el sonido y las luces se irán corrigiendo y puliendo con el transcurrir de las presentaciones itinerantes, así como una mayor seguridad en la letra del personaje protagónico. En suma, se trata de un montaje ideal para aquellos estudiantes que quieran afianzar sus conocimientos fuera de los libros; y para el público en general, un espectáculo felizmente, no carente de suspenso, que hace recomendable su visionado.

Sergio Velarde
28 de marzo de 2013

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