domingo, 8 de julio de 2012

Crítica: 8 MUJERES

Al borde un ataque de nervios

Nadie como Osvaldo Cattone para llevar a las tablas su particular visión del universo femenino: deliciosas y portentosas mujeres de carácter explosivo gritan a las cuatro vientos su independencia, superioridad y poderío frente al género masculino, para luego ser finalmente desenmascaradas como las eternas tontas, frágiles e ingenuas que son, especialmente cuando el mismo Cattone, en calidad de actor, termina la obra con su inapelable broche de oro machista. La última puesta estrenada en su Teatro Marsano no es la excepción: en 8 mujeres, una adaptación del texto original de Robert Thomas, Cattone no actúa, pero el único personaje masculino de la historia (que no aparece en ningún momento en escena) es la víctima de estas ocho arpías, que no encuentran mejor manera que hacerle la vida imposible, cada una en su estilo.

Con indudables guiños a aquella maravillosa película francesa del mismo título estrenada en el 2002, dirigida por François Ozon y protagonizada por un puñado de las mejores actrices galas, estas 8 mujeres de Cattone se encuentran en los años cincuenta, dentro de una casa abandonada en el medio de la nada y aisladas junto a un cadáver. Cualquiera puede ser la asesina y cada una de ellas tiene varios secretos que revelar. Inspirada en las novelas policiacas de Agatha Christie, la pieza funciona como un gratísimo entretenimiento, pues en cada escena aparecen pistas sobre la posible culpable del crimen. Mentiras, infidelidades, embarazos no planificados, lesbianismo, rencor, lujuria y avaricia, todo junto y revuelto, que hacen las delicias de los espectadores, que ven caer a sus heroínas una a una, desnudando sus oscuras motivaciones a lo largo del desarrollo de la trama.

El elenco es muy parejo, desde la recuperada Sylvia Gálvez hasta la debutante Alicia Mercado. Gran actuación de Ofelia Lazo como la ama de llaves, quien logra conmovernos en medio del alboroto, con sólo expresar el profundo amor que siente hacia las hijas de la señora de la casa. Masha Chávarri, Amparo Brambilla y Marisol Aguirre asumen con dignidad sus papeles. Elvira de la Puente regresa al Marsano en buena forma y Sandra Bernasconi se roba las mejores secuencias como la díscola tía de la familia. 8 mujeres, como todo espectáculo en el Marsano no defrauda y Cattone puede sentirse orgulloso de haber redimido a estas fieras (como él mismo las llama) para hacernos cómplices de su sabio parecer: quedar abandonado en una casa con ocho féminas puede traer graves consecuencias.

Lo que Cattone no logra, es hacer cómplice al público sobre el respeto que se le debe tener al actor: antes de iniciar la función escuchamos el sincero pedido en off de Regina Alcóver, quien invita cortésmente al espectador a apagar sus celulares, por una cuestión de educación elemental. Y a pesar de todas las recomendaciones, durante la función del domingo 01 de julio sonaron dos celulares. Aplaudimos la iniciativa de Cattone y repudiamos duramente a quienes aún creen que el teatro es un cine o la sala de su casa.

Sergio Velarde
08 de julio de 2012

1 comentario:

Gustavo von Bischoffshausen dijo...

El Teatro de la Alianza Francesa presento Ocho Mujeres en 1963, dirigida por Phillipe Toledano. Posteriormenbte en 1982, la puso en escena la Asociacion de Artistas Aficionados