lunes, 10 de junio de 2019

Crítica: GATO DE MERCADO


El Gato de la Sinceridad

La Asociación Cultural Camisa de Fuerza empezó el año con su primera propuesta de comedia para toda la familia, llamada “Gato de Mercado”. Bajo la dirección del actor Willy Gutiérrez y con las actuaciones de Miguel Vergara (Gato de Mercado), Katya Castro (Gata de Casa), Ernesto Ayala (Gato Techero) y Chiabra Brandon (Doña Mercedes, la Niña). El montaje fue escrito por la joven literata Gimena Vartu, ganadora del Concurso Nacional de Dramaturgia en la Categoría Adultos el año 2016.

El escenario escogido fue el Auditorio AFP Integra del MALI y lo primero que se debe mencionar es la positiva recepción que tuvo el público familiar hacia el espectáculo. La asistencia fue bastante numerosa para tratarse de una obra de solo mes y medio de temporada. Esto es un reflejo del esfuerzo que ha emprendido Camisa de Fuerza para posicionarse en el mundo teatral. El montaje recibió al público con una música muy lúdica, que captó la atención de los niños, quienes inmediatamente se conectaron con las actuaciones durante toda la función de tal manera que no hubo interrupciones durante los diálogos. Esto no es muy común de apreciar en los montajes de este género, en donde la interrupción de los niños conmina a los actores a replantear las actuaciones y las conversaciones para no perder la concentración ni la presencia escénica.

Por otro lado, la utilería fue muy bien trabajada en cada una de las escenas, pues los elementos lucieron muy realistas: el mercado, el interior de la habitación de la Gata de Casa y finalmente, en la escena del balcón de la Niña; “Gato de Mercado” hizo una propuesta visual muy interesante, desde la vestimenta de los actores hasta en la iluminación, donde se prioriza los colores vivos, como el rojo, verde y amarillo. Respecto a las actuaciones, los que más destacaron fueron los personajes del Gato de Mercado y la Gata de Casa, que demostraron más presencia en el escenario y capacidad de empatía con el público a través del humor; sin embargo, considero que al personaje del Gato Techero le faltó presentarse con más fuerza durante la función, donde interpretaba al antagónico, pero no reflejaba en sus movimientos las intenciones “negativas” hacia los otros intérpretes en el escenario. La actuación de Chiara Brandon fue breve, pero transmitió la candidez de su personaje con mucha claridad.

Como es común en los montajes infantiles, los personajes tienen su propio musical de acuerdo con su rol en la obra y fue muy rescatable que los actores cantaran en vivo, lo cual generó un ambiente emocionante. En ese sentido, la música fue un elemento muy positivo de la puesta, ya que se trató de música original creada por la Asociación. Finalmente, solo restaría comentar que la acción dramática sobre la que gira la obra fue el intento de Gato de Mercado de demostrar que es un ser honesto y que esto solo quedó claro hacia el final del montaje, donde se pusieron en evidencia las intenciones de los personajes y se reveló la moraleja: la honestidad en la amistad es lo más importante.

“Gato de Mercado” fue una obra para toda la familia y estuvo en corta temporada en el Auditorio AFP Integra del Museo de Arte de Lima.

Enrique Pacheco
10 de junio de 2019

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