Siempre engañan las apariencias
Los juegos de roles siempre han estado presentes en el teatro,
desde Las criadas (Jean Genet, 1947), en donde las hermanas Claire y Solange
asumen el personaje de la señora para la que trabajan; hasta Cuento del hombre
que vendía globos (Gregor Díaz, 1975), en el que dos mendigos fingen ser
aristócratas para burlar a la castrante autoridad, por citar dos ejemplos. Pues
bien, orientados hacia la comedia mezclada con perversión sexual, estos juegos
son los grandes protagonistas en Penúltima comedia inglesa (Marco Antonio de la
Parra, 2013) estrenada como parte del Festival Directores en Acción del Centro
de Formación Teatral Aranwa el año pasado y reestrenada posteriormente en el
Club de Teatro de Lima, siempre con la dirección del novel Sergio
Anchiraico.
Presentada en teatro circular, Penúltima comedia inglesa no
deja adivinar su sinopsis con facilidad. Inicia con Carlos (el señor de la
casa) intentando seducir a Rita (la criada). Sin embargo, a los pocos minutos
los roles cambian: es ahora Irma (la señora de la casa) la que coquetea con
Jaime (el mayordomo). Pero luego nos enteramos que toda esta situación no es
más que una nueva farsa. Entonces, la única verdad que podemos inferir a manera
de sinopsis, por las palabras que ellos mismos dicen y como señala en su reflexión Piero Miovich, es que una mujer y un
hombre, en continuo juego sexual de roles de amos y sirvientes, conviven en una
aislada mansión en Inglaterra, en medio de un estado de emergencia y caos, con
mendigos acechando en las calles y personas que, por alguna extraña razón, se
encuentran en el sótano.
El montaje enreda adrede al espectador, en medio de
paranoia, tortura y fetichismo, mientras que cada uno de los personajes busca
tener el control de la situación. Pero Anchiraico además, hace hincapié en la
crítica que señala el también autor de El continente negro (1994) hacia la clase alta y sus ridículos comportamientos
y caprichos, así como a las apariencias que deben seguirse para ocultar la
propia decadencia, como cuando Ella y Él buscan excusas para no ser vistos al
salir para buscar provisiones. Bien Paco Caparó, diferenciando sus personajes
con mucha precisión; y muy bien Ursula Kellenberger, llevando siempre al límite
su trabajo interpretativo. Notable el detalle de las marcas en la pared al
final, para enterarnos que la representación que acabamos de presenciar no fue (ni acaso será) la última. Producida por Idea Original, Penúltima comedia inglesa maneja
diestramente su contenido cruel y erótico, regalándonos un entretenido
espectáculo que podría aparentar ser meramente superficial, pero que es en
realidad una dura crítica hacia nuestra risible idiosincrasia.
Sergio Velarde
15 de abril de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario