“Cada proceso creativo es único e irrepetible”
Uno de los personajes más siniestros que se pasearon por el
escenario teatral el año pasado fue el de Toño en Chico encuentra chica. Y es
que no se trató de un asesino serial o un psicópata similar: fue un muchacho
común y corriente que se obsesiona peligrosamente por una joven que no le
corresponde a sus galanteos. Una terrible y cruda realidad que le sirvió al
actor Sergio Gjurinovic para regalarnos una de sus mejores actuaciones, recompensada
por El Oficio Crítico con su designación como el mejor actor de reparto en la
categoría Drama 2015. “Estoy asombrado por la cantidad de mujeres agradecidas
por el montaje”, nos comenta Sergio. “E incluso algunos hombres que me decían,
luego de ver la obra, que no estaban viendo a las mujeres como son en realidad,
sino como objetos.”
Sus inicios en la actuación
“Desde pequeño estuve involucrado con la actuación”, refiere
Sergio. “Hice varios comerciales, en los que tenía que actuar un poco”. A los
12 años, Sergio es invitado a participar en el programa infantil Chiquitoons (1998),
en el que presentaba series de dibujos animados. Posteriormente estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación en
la Universidad de Lima, en donde llevó un taller sumamente importante para su
formación, dirigido por el experimentado Leonardo Torres Vilar. “Luego estuve
en una serie (Con los pelos de punta), producida por Iguana y estrenada en
Venezuela, y en la película Dioses de Josué Méndez. Ahí me di cuenta que la
actuación era lo que realmente me gustaba”, afirma.
Sergio también estuvo en dos importantes talleres, como lo
fueron los de Roberto Ángeles y Alberto Isola. “La primera obra profesional que
hice fue por recomendación de Roberto: El chico de la última
fila, dirigida por Sergio Llusera, en el Centro Cultural de la
Pontificia Universidad Católica del Perú en el 2010”, recuerda. “Y también
valoro mucho el taller con Alberto, pues allí he podido capturar la mayor
cantidad de enseñanzas para construir mis personajes”. Sergio considera algunos
requisitos básicos que debería tener un buen actor de teatro: “Disciplina, saber
escuchar y trabajar en equipo: que son finalmente las características básicas
que se comparten con otros trabajos. No creo en el talento, considero que de
nada sirve saberlo, se trata de trabajar, de ser constante”. Por otro lado, un
buen director teatral debe “tener también mucha escucha, debe dar libertad de
juego y que sepa lo que quiere decir con la obra.”
“Cada proceso creativo es único e irrepetible”, reflexiona
Sergio. “Cada obra y cada personaje te van a arrojar por un camino distinto. Y
vas descubriendo diversas formas de comunicarte con el director, de entrar en
la historia. Cada dinámica es diferente”. Él ha tenido oportunidad de trabajar
con diferentes directores en varios montajes y en todos se ha sentido cómodo.
“No creo que sea un requisito que el director sea actor, pero sí considero que un
actor de esa obra se puede sentir más cómodo con esa situación. Eso sí,
prefiero aquel director que sabe lo que quiere decir con la obra”, agrega.
Montajes y proyectos
Sergio ha participado en interesantes montajes como El lenguaje de las sirenas (2010) de Mariana de Althaus, Lo que sabemos (2013) de
Daniel Maclvor o Un fraude epistolar (2014) de Fernando Ampuero. Pero acaso sea
el director David Carrillo quien mejor ha sabido aprovechar la versatilidad de
Sergio, en dos montajes diametralmente opuestos en sus objetivos: Confusiones
(2014) y la ya mencionada Chico encuentra chica. “David es principalmente, muy
divertido. Tenemos un sentido del humor parecido. Como director te da mucha
libertad, me siento cómodo y confiado en su trabajo. Además me ha dado la chance
de trabajar con actores chéveres, como Patty Barreto (en Confusiones), a la que
conocía del taller de Alberto; o Gisela Ponce de León (en Chico encuentra
chica), muy generosa como actriz y que permite construir escenas con gran
facilidad.”
Justamente en este último montaje, el inquietante personaje
de Toño generó una atmósfera llena de suspenso y peligro, aún cuando ni
siquiera aparecía físicamente en escena. “Creo que así como menciona Jorge
Bruce en su libro Nunca nos habíamos choleado tanto, somos racistas a pesar
nuestro”, menciona Sergio. “Y creo que también somos machistas a pesar nuestro.
Creo que son sentimientos inherentes a nosotros los peruanos. El montaje cuestiona
el hecho de que nos movemos condicionados bajo reglas machistas y representa
además, el trato no muy cálido y agradable hacia las mujeres. También refleja de
manera extrema cómo se confunde la seducción con la invasión.” Finalmente,
entre los proyectos de Sergio para este año, destaca su participación en una
nueva teleserie nacional titulada El regreso de Lucas. “Y estaré a fin de año
en la obra Mucho ruido y pocas nueces de William Shakespeare, dirigida por
Chela De Ferrari en el Teatro La Plaza. Por el momento, eso”, concluye. Todos
los éxitos para Sergio en este 2016.
Sergio Velarde
27 de enero de 2016
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