martes, 17 de febrero de 2009

Crónica: CEREMONIA TEATRAL DEL HAIN (Última parte)


El martes 13 de enero se presentó en el Teatro Municipal José Bohr, la Compañía Teatro Nacional Juvenil de Venezuela con la puesta en escena de “360º de miradas”, basada en el texto poético teatral “Lo importante es que nos miramos” de Elizabeth Schön con la dirección de Jorge Cogollo y que recibió el premio a la mejor iluminación, musicalización y dirección en un importante festival en su país. Lo que se puede constatar en el montaje en sí, pletórico de efectos de sonido, total utilización de las luces del teatro y un recargado número de elementos escenográficos, pero que no se limitaron a acompañar a los jóvenes actores (Carlos Moreno y Emilger Arroyo), sino que poco a poco fueron ensombreciendo su trabajo, generando una saturación de elementos que hacían perder de vista el objetivo y mensaje de la obra. Sin embargo, los elementos visuales y sonoros mantenían la atención del espectador y la fuerza interpretativa de los actores consiguieron un digno montaje, pero que podría elevar su calidad al disminuir el ruido visual.

El último día del festival, el miércoles 14, se presentaron dos grupos chilenos. El primero de ellos, la Compañía de Teatro Palo Santo (integrado en su totalidad por jóvenes y esforzados actores) presentó la obra “Tú acosas, yo acuso”, primer espectáculo del grupo, que se animaron a reponer luego de algunos años en la Ceremonia Teatral del Hain. Se trata de un montaje de fuerte contenido social, en el que se toca un tema delicado como es el acoso juvenil en un centro educativo, a partir del descubrimiento de un cadáver en un río. La directora Julia Ojera consigue hermosas imágenes, utilizando diversos elementos simbólicos como telas, linternas, silencios, oscuridad y la presencia de un hada que sirve de nexo entre el público y la historia, pero descuida el desarrollo dramático de los personajes, en manos de actores que tuvieron una participación destacada en el festival anterior, especialmente Carolina Barria y Rodrigo Millalonco. “Tú acosas, yo acuso” cumple la función de entretener, a la vez de denunciar realidades contemporáneas y tangibles, pero como espectáculo teatral necesita de una mayor profundidad en la concepción de los personajes y en sus historias para conseguir un sobresaliente resultado.

La Ceremonia Teatral del Hain finalizó con la puesta en escena de “Lautaro” de la Compañía de Teatro La Maestranza, un espectáculo que combina la actuación con el manejo de títeres y marionetas de tamaño real. La historia del valiente cacique del pueblo de Arauco, que luchó durante años contra la invasión española, es narrada con energía, fuerza y vigor por los cinco integrantes del grupo y por el necesario acompañamiento musical. Algunas escenas notables (como la lucha de Lautaro contra los españoles, representados en un indestructible muñeco de tamaño real) aparecen en medio de un tosco manejo de títeres en algunas secuencias de batalla. A destacar la fuerza interpretativa del actor que encarna a Lautaro, quien logra emocionarnos desde un inicio hasta el final de la historia, que se ve incomprensiblemente rematada por un novedoso número musical, pero totalmente inadecuado para cerrar esta hermosa historia, tan reconocible en toda Latinoamérica.

Sergio Velarde
17 de febrero de 2009

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