lunes, 1 de diciembre de 2025

Evento de premiación: LO MEJOR DE LAS ARTES ESCÉNICAS EN LIMA 2025


“Toda lesión, toda violación de la vida creadora del teatro es un crimen.”
Konstantin Stanislavski

Fecha central: Sábado 27 de diciembre 8:00 p. m. en el Teatro Barranco, ubicado en Av. Miguel Grau 701 Barranco. Entrada libre, capacidad limitada.

Cumplimos diecisiete años de actividad ininterrumpida promoviendo las artes escénicas.

Como ya se ha hecho costumbre, OFICIO CRÍTICO propone un compartir para todos aquellos que se dedican a las artes escénicas en nuestra ciudad capital, con el único propósito de reconocer y celebrar aquellas obras y artistas que sobresalieron por su profesionalismo y calidad sobre el escenario limeño.

Esa es y será siempre, la principal razón para la realización de este evento.

Entraron en la clasificación los montajes que tanto OFICIO CRÍTICO como sus gentiles colaboradores consideraron pertinentes para hacerles una mención y que alcanzaron a ver en temporada, desde mediados de noviembre del año pasado hasta la quincena de noviembre (aproximadamente) del 2025.

Cada año es un reto para nuestro equipo y colaboradores, quienes tienen por objetivo registrar todos los estrenos ocurridos en nuestra capital. Ha sido una tarea titánica la de este año, que se caracterizó por la enorme cantidad de estrenos teatrales registrados en este periodo.

En el evento central se entregarán distinciones especiales para cada terna: MONTAJE, TRABAJO DE DIRECCIÓN, ACTOR, ACTOR DE REPARTO, ACTRIZ y ACTRIZ DE REPARTO, tanto para las categorías de DRAMA, COMEDIA, TEATRO MUSICAL, TEATRO PARA NIÑOS, UNIPERSONALES y OBRAS DE FORMATO BREVE.

Cada categoría tendrá dos premios: uno del público, que podrá votar virtualmente a través de la encuesta publicada en el blog (que puede ser vista solo en versión web); así como también el jurado de OFICIO CRÍTICO dará su propio veredicto durante el evento.

La encuesta será publicada el LUNES 1º y se cerrará el MARTES 23 DE DICIEMBRE.

Enlace: https://eloficiocritico.blogspot.com/?m=0

Además, se concederá las siguientes distinciones:

- Premio de Dramaturgia SARA JOFFRÉ para la MEJOR OBRA PERUANA ESTRENADA EN EL 2025.

- Premio especial del jurado OFICIO CRÍTICO para el montaje destacado del año.

Celebramos el excelente nivel de calidad de los espectáculos teatrales estrenados.


TEATRO PARA NIÑOS

Mejor actor: André Portugal por PAYAPALUZA: SOMOS EL MUNDO; Awelo Miranda por SI YO FUERA BRUJA; Carlos Thornton por ELFOS, EL MUSICAL; César Chirinos por MIMAGÍNATE; Joaquín Escobar y Roni Ramírez por CYRANO DE BERGERAC.

Mejor actriz: Anneliese Fiedler y Paulina Bazán por SI YO FUERA BRUJA; Diana Veliz Castro por RITUALES DE ALTURA; Gessy Cochachi por HABÍA UNA VEZ… ¿CAPERUCITA?; Luciana Arispe por PAYAPALUZA: SOMOS EL MUNDO; y Soledad Ortiz de Zevallos por EL BAÚL DE CIRCACIA. 

Mejor trabajo de dirección: Carlos Orbegozo Reyna por RITUALES DE ALTURA; Christian Ysla por PAYAPALUZA: SOMOS EL MUNDO; Diego Lombardi por SI YO FUERA BRUJA; Eduardo Cardozo por ASSAMBLAGE Y EL ÚLTIMO OBJETO; Fito Valles por CYRANO DE BERGERAC; y Gerardo Fernández HABÍA UNA VEZ… ¿CAPERUCITA?

Mejor obra: ASSAMBLAGE Y EL ÚLTIMO OBJETO de la Compañía de Teatro Físico (CTF); CYRANO DE BERGERAC, adaptación de Fito Valles; HABÍA UNA VEZ… ¿CAPERUCITA? de Gerardo Fernández; LA ÓPERA DE LOS MONSTRUOS de Natalia Chami, Azul Borenstein y Yuriria Fanjul; PAYAPALUZA: SOMOS EL MUNDO, creación de Christian Ysla; y SI YO FUERA BRUJA de Diego Lombardi.


TEATRO DE FORMATO BREVE

Mejor actor: Alexander Rodríguez por JUEGO DE ROLES; Blurryface por MUDANZA; Christian Alden por POLAROIDS; Flavio Giribaldi por LA TERAPIA DE TUS SUEÑOS; Gianpiero Arnaiz por EL AMOR JOVEN; Gonzalo Candela por HAMLET EN 15 MINUTOS; Jean Carlo Rivera por ENCUENTRO CASUAL; y Luciano Perochena por UN LUGAR PARA LOS DOS.

Mejor actriz: Adriana Benito por ¡CITA A CIEGAS!; Andrea Miranda y Lia Camilo por CARDO O CENIZA; Daniela Paskvan por HAMLET EN 15 MINUTOS; Katherina Sánchez por ¡AH, QUÉ TERAPIA!; Norka Ramírez y Viviana Andrade por LA TINTA DEL CORONEL; y Quini Gómez por LA TERAPIA DE TUS SUEÑOS.

Mejor trabajo de dirección: Alejandro Alva por LA ÚLTIMA NOTA; Christian Ávalos por LA TERAPIA DE TUS SUEÑOS; Christian Paredes por HAMLET EN 15 MINUTOS; Dante Del Águila por ¿POR QUÉ TIENES QUE SER HOMBRE?; Jorge Pecho por LEÑA; Piera del Campo por CARDO O CENIZA; Rodrigo Delgado por TRÁFICO DE CONFESIONES; y Tábata Fernández-Concha por ¿QUIÉN ES ANDRÉS?

Mejor obra: ¿POR QUÉ TIENES QUE SER HOMBRE? de Mario Soldevilla; CATOCALA NUPTA: LA ESPERA de Polilla (Paul Guerra); HAMLET EN 15 MINUTOS, versión libre de Tom Stoppard; LA TERAPIA DE TUS SUEÑOS de Christian Ávalos; LA TINTA DEL CORONEL de Mauricio Rodríguez Camargo; LA ÚLTIMA NOTA de Alejandro Alva; LEÑA de Malú Menacho; y TRÁFICO DE CONFESIONES de Luisito Fernández.


TEATRO MUSICAL

Mejor actor: Álvaro Pajares por 3 SON MULTITUD; Carlos Garazatúa por ¿AHORA QUÉ?; Gian Paul Miranda por HISTORIAS DE AMORES; Ítalo Maldonado por QUERIDO EVAN HANSEN; Loko Pérez por ROCOLA HURACÁN; y Pepe Bárcenas por CENIZAS.

Mejor actriz: Ale Carrasco y Andrea Aguirre por PRINCESAS EN TERAPIA; Gina Yangali por PERSONAS QUE SE ENCUENTRAN EN LUGARES; Irene Eyzaguirre por CENIZAS; Jackeline Felipe por ¿AHORA QUÉ?; y Trilce Cavero por OLGA, EL MUSICAL CRIOLLO.

Mejor trabajo de dirección: Alberto Isola por CENIZAS; Kathy Serrano por PERSONAS QUE SE ENCUENTRAN EN LUGARES; Marco Palomino por OLGA, EL MUSICAL CRIOLLO; Mario Mendoza por 3 SON MULTITUD; Roberto Ángeles por QUERIDO EVAN HANSEN; y Sary Alvarez por HISTORIAS DE AMORES.

Mejor obra: 3 SON MULTITUD de Ivana Pedreschi y Viviana Pereyra; CENIZAS de Eduardo Adrianzén; NICÓ, UN POETA NATURAL de Silvia Bando Landa; OLGA, EL MUSICAL CRIOLLO de Daniel Tapia; PERSONAS QUE SE ENCUENTRAN EN LUGARES de Ignacio Olivera y Juan Pablo Schapira; y QUERIDO EVAN HANSEN de Steven Levenson. 


UNIPERSONALES

Mejor intérprete: Cécica Bernasconi por JUICIO A UNA ZORRA; Daniela Ayaipoma por ENTRE SUEÑOS; Flor Castillo Alama por WAÑUY NISQA: MUERTE DE OVARIOS, MUERTE DE ORIGEN, MUERTE DE VIENTRE; Gloria Lescano por 10 PASOS PARA CONSEGUIR UNA CITA ADICIONAL EN EL SEGURO SOCIAL DE SALUD; Job Mansilla por EL HAZMERREÍR; Ricardo Bromley por EL RINCÓN DE LOS MUERTOS; Sonia Franco por MARGARITAS, OFRENDA DE AMOR; y Vania Accinelli por MI MADRE SE COMIÓ MI CORAZÓN.

Mejor trabajo de dirección: Caroline Dream por ENTRE SUEÑOS; Fernando Fernández por MARGARITAS, OFRENDA DE AMOR; K’intu Galiano por MI MADRE SE COMIÓ MI CORAZÓN; María Dodera por JUICIO A UNA ZORRA; Sebastián Rubio y Yanira Dávila por EL RINCÓN DE LOS MUERTOS; y Verony Centeno por EL HAZMERREÍR.

Mejor obra: EL HAZMERREÍR de Verony Centeno y Job Mansilla; EL RINCÓN DE LOS MUERTOS de Sebastián Rubio; JUICIO A UNA ZORRA de Miguel del Arco; JUNTOS PARA NUNCA de Samuel Valdivia; MI MADRE SE COMIÓ MI CORAZÓN de K’intu Galiano; y WAÑUY NISQA: MUERTE DE OVARIOS, MUERTE DE ORIGEN, MUERTE DE VIENTRE de Bruno Ortiz.


COMEDIA

Mejor actor: Bruno Espejo por REALISMO REAL; Diego Sakuray por CRÓNICA DE AMOR; Juan Carlos Díaz por TOMA Y DACA; Miguel Iza por GOTERAS; Miguel Soriano por LA ESTÚPIDA ESCOPETA; Roberto Ruíz por LA TERNURA; Sandro La Torre por RUMBOS, UNO MÁS UNO TRES; y Stefano Salvini por EL BARBERO DE SEVILLA.

Mejor actriz: Anahí Araoz por RUMBOS, UNO MÁS UNO TRES; Gisela Ponce de León por TEMIS; Margot Lozano por CRÓNICA DE AMOR; Maria del Carmen Sirvas por TERAPIA AMOROSA; Milena Alva por NO HAY QUE LLORAR; Paola Vera Infante por HOMBRES EN ESCABECHE; Patricia Barreto por UN ROBO HASTA LAS PATAS; y Sandra Bernasconi por SECRETOS.

Mejor actor de reparto: Armando Machuca por UNA SEMANA NADA MÁS; Claudio Calmet por NEGOCIO FAMILIAR; Emmanuel Caffo por COMO TE GUSTA; Hendrick La Torre por TIMOTHY Y LA CONQUISTA DEL NUEVO MUNDO; Japhet Palomino por REALITY SHOCK; Nacho Di Marco por ¿Y GIULIA?; Nicolás Bazán por RETICULATAZO; Nicolás Fantinato por SER IA, COMEDIA; Oscar Yepez por LA ÓPERA DE TRES CENTAVOS; y Simón Vásquez de Velasco por EL RINOCERONTE.

Mejor actriz de reparto: Amaranta Kun por LA ÓPERA DE TRES CENTAVOS; Anai Padilla por TRAGAFORTUNA; Daniela Segura por LA GRAN AVENTURA DEL GATO Y SU TÍA; Gia Rosalino por NEGOCIO FAMILIAR; Karla Medina por SOLTERA, CASADA, VIUDA Y DIVORCIADA; Lucía Brozovich por UN DÍA COMO CUALQUIER OTRO; Magdiel Ugaz por UNA SEMANA NADA MÁS; Rosilú Osorio por INFELICES PARA SIEMPRE; Stephanie Orúe por TEMIS; y Ximena Palomino ´por CÓMO OLVIDAR A TU EX.

Mejor trabajo de dirección: Alfonso Santistevan por LA TERNURA; Daniel Flores Farias por EL RINOCERONTE; Fernando Castro por CRÓNICA DE AMOR; Ítalo Cordano por ¿Y GIULIA?; Jean Pierre Gamarra por LA ÓPERA DE TRES CENTAVOS; Joamoc More por REALITY SHOCK; Juan Carlos Fisher por UN ROBO HASTA LAS PATAS; y Omar Velásquez por TOMA Y DACA.

Mejor obra: CÁPSULAS (O LO EXTRAORDINARIO DE LO COTIDIANO) de Alexa Centurión y Leo Cubas; COMO TE GUSTA de William Shakespeare; CRÓNICA DE AMOR de Fernando Castro; EL RINOCERONTE de Eugène Ionesco; LA ÓPERA DE TRES CENTAVOS de Bertolt Brecht; LA TERNURA de Alfredo Sanzol; REALITY SHOCK de Carlos Gonzales Villanueva; SER IA, COMEDIA, creación colectiva del grupo Puesta; TEMIS de Pablo Manzi; y TIMOTHY Y LA CONQUISTA DEL NUEVO MUNDO de Federico Abrill y Paco Caparó.


DRAMA

Mejor actor: Alonso Cano por CYRANO DE BERGERAC; Anibal Lozano por EN LA OSCURA PROFUNDIDAD DEL MAR; Ernesto Ayala por PLUMA Y LA TEMPESTAD; Francesco Bacilio por JUGUEMOS UNA VEZ MÁS; Johan Escalante por LOS AMANTES DEL IMPERIO; Karlos López Rentería por HAY QUE LLENAR LA NOCHE; Renato Rueda por UN ESPEJO; y Sebastián Stimman por DR. JEKYLL Y MR. HYDE.

Mejor actriz: Abril Cárdenas por HAMLET Y OFELIA; Alejandra Guerra por ANA CONTRA LA MUERTE; Celine Aguirre por HIELO EN LA SANGRE; Jimena Lindo por BUENAS PERSONAS; Natalia Torres Vilar por CLORINDA; Olga Kozitskaya por LOS AMANTES DEL IMPERIO; Urpi Gibbons por DOS SIGLOS DE SOBREMESA; y Yaremís Rebaza por NARANJAS.

Mejor actor de reparto: Alaín Salinas por DOS SIGLOS DE SOBREMESA; Aric Bernal y Christopher Cruzado por RETRATOS DE UN PERÚ DOLIENTE; Augusto Casafranca y Brian Cano por NIÑOS CAEN DE LOS ÁRBOLES; Gonzalo Revoredo por ACTOS CONSENTIDOS; Iván Chávez por UN ESPEJO; Jesús Suica y Juan Velazco por LABERINTO DE MONSTRUOS; y Rodrigo Valencia por QUERIDA AMALIA.

Mejor actriz de reparto: Alexandra Graña por EL CUARTO DE VERÓNICA; Beatriz Ureta por NARANJAS; Eliana Fry García-Pacheco por HAY QUE LLENAR LA NOCHE; Elia Najarro por ¿QUIÉN MATÓ A DRÁCULA?; Grapa Paola y Lelé Guillén por ANA CONTRA LA MUERTE; Guadalupe Farfán por DOS SIGLOS DE SOBREMESA; Patricia Moncada por LABERINTO DE MONSTRUOS; Sandra Melgarejo por BODAS DE SANGRE; y Tais Villanueva por RETRATOS DE UN PERÚ DOLIENTE.

Mejor trabajo de dirección: Alonzo Aguilar por RETRATOS DE UN PERÚ DOLIENTE; Carla Valdivia por ANA CONTRA LA MUERTE; Cecilia Paitamala por VOTO POR LA LIBERTAD; David Carrillo por HIELO EN LA SANGRE; Diego La Hoz por HAY QUE LLENAR LA NOCHE; Gustavo López Infantas por DOS SIGLOS DE SOBREMESA; Omar Del Águila por BODAS DE SANGRE; y Wendy Vásquez Larraín por UN ESPEJO.

Mejor obra: ANA CONTRA LA MUERTE de Gabriel Calderón; BODAS DE SANGRE de Federico García Lorca, producida por la Asociación de Artistas Aficionados; DOS SIGLOS DE SOBREMESA de Eduardo Adrianzén; HAY QUE LLENAR LA NOCHE de César Bravo; HIELO EN LA SANGRE de Claudia Sacha; MARÍA MARICÓN de Gabriel Cárdenas Luna; NARANJAS de Alejandra Vieira Aliaga; NIÑOS CAEN DE LOS ÁRBOLES de Mariana de Althaus; PROYECTO UGAZ de Vera Castaño y Rocío Limo; y UN ESPEJO de Sam Holcroft.


RECONOCIMIENTOS ESPECIALES Y COLABORADORES

Este año recibirá un merecido homenaje por su trayectoria artística el colectivo CHAPLIN GRUPO CULTURAL de la región Ica. Además, será reconocido por su impecable trayectoria el actor y director RICARDO COMBI.

También recordaremos a las personalidades del teatro que nos abandonaron este año.


Así como en ediciones anteriores, apoyaron para la elaboración de las ternas y la elección final, colegas críticos y comunicadores como MOISÉS AURAZO, EDÚ GUTIÉRREZ, DAVID CÁRDENAS, MILAGROS GUEVARA, JAVIER GUTIÉRREZ, JIMENA MUÑOZ MÁLAGA, MARIA CRISTINA MORY CÁRDENAS, DANIELA ORTEGA, BARBARA RIOS, JUAN PABLO RUEDA JAVIER, ABIGAIL SALVADOR, ALEJANDRA SIERRALTA, RUBÉN AQUIJE, JOSÉ MIGUEL HERRERA, KITTY BEJARANO, MALENA GAMARRA y LUCIANO RODRÍGUEZ. A ellos, nuestro profundo agradecimiento.

La cita, repetimos, es el sábado 27 de diciembre a las 8:00 p. m. en el Teatro Barranco. Entrada libre, capacidad limitada.

¡Los esperamos a todos, para compartir en familia!

Sergio Velarde

1° de diciembre de 2025

viernes, 28 de noviembre de 2025

Crítica: LOS ASESINATOS EN LA CALLE POE


Cuando la inmersión se vuelve un enigma

La propuesta se anuncia como una obra inmersiva —y técnicamente lo es—, pero su diseño se acerca más a un dispositivo experiencial que combina teatro, recorrido escenográfico y mecánicas de escape room. La premisa resulta atractiva: pequeños grupos avanzan por distintos ambientes, escuchan monólogos que esconden claves y buscan sobres y candados para reconstruir un crimen. Sin embargo, aunque la información estaba declarada en redes, la experiencia demuestra que no basta con mencionarlo: la consigna nunca termina de sentirse clara para el espectador.

Dirigida por Mario Gaviria, la puesta reúne a Paolo Teevin, Luca Reátegui, Leonardo Barrantes, Nicole Guimaray, Héctor Flores, Adriana Cussianovich, Pierina Céspedes y Sandra Melgarejo. Dos de ellos asumen el rol de detectives, pero la dinámica espacial impide apreciar el trabajo completo del elenco: la casa tiene dos pisos y los grupos se dividen entre ambos. En nuestro caso, al recorrer el segundo piso, solo pudimos ver el desempeño de tres intérpretes.

El público ingresa sabiendo que se trata de un formato “inmersivo”, sí, pero no comprende del todo que debe jugar, seguir pistas, descifrar códigos y elaborar hipótesis. Esa falta de orientación inicial provoca que muchos recorran los espacios con la expectativa de una obra tradicional. Incluso conversamos con un espectador que confesó estar confundido: no sabía exactamente qué debía hacer y pensó que asistiría a una obra convencional. En ese desfase, la narrativa se diluye. 

Los monólogos contienen datos esenciales, pero los ambientes están tan cuidados y son tan visualmente impactantes que el espectador, casi por instinto, dirige su atención hacia la escenografía y no hacia la voz del actor. A esto se suma el abuso del grito como recurso expresivo por parte de una de las actrices, lo que termina saturando el oído, cansando la escucha y difuminando la información clave que debería transmitirse con precisión.

Aunque hay actuaciones sólidas y comprometidas, el desequilibrio entre lo que el espectador debe oír y lo que el espacio le exige mirar se convierte en un obstáculo. La atmósfera, el vestuario y el diseño espacial están impecablemente logrados, pero esa misma riqueza visual termina devorando la arquitectura del juego, que depende de que la consigna sea nítida y el hilo informativo fluya sin interferencias.

El resultado final deja una sensación ambigua: ganas de participar, de resolver el misterio, de entrar en el pacto… pero sin una guía suficientemente clara para hacerlo. Aun así, el proyecto tiene un potencial enorme. Afinando la comunicación de la dinámica, ajustando el trabajo actoral para priorizar la inteligibilidad y equilibrando lo visual con lo narrativo, esta experiencia podría transformarse en un recorrido vibrante, estimulante y memorable, donde el espectador no solo mira, sino que realmente juega.

Milagros Guevara

28 de noviembre de 2025

domingo, 23 de noviembre de 2025

Crítica: IMPROANALISTAS


Con la mente abierta 

Improanalistas es una obra que me ha parecido fresca y divertida, pero que se destaca por un honesto interés en su público. Desde el inicio, la apuesta dirigida por Juan Velazco está esforzándose por generar confianza en los espectadores, e invitándolos a participar: apenas llegamos, los actores Nicolay Romero, Moo Mendoza, Claudia Vidal y Rodrigo de Vega se presentaron y conversaron con nosotros. 

La pregunta con la que abrieron fue: ¿Qué te gustaría mejorar de ti mismo?, y las dinámicas con las que comenzaron a plantear tenían como objetivo esta reflexión. Así, escogieron a dos voluntarios, quienes nos relataban algunos aspectos de su vida, y nuestros Improanalistas partían de estos datos para crear. Por medio de la representación y el dibujo, nos poníamos en el lugar de nuestros compañeros de asiento, involucrándonos en el juego; la oportunidad de ponernos en escena estaba dada.

Me gustaría recomendarla a quienes disfrutan de obras donde el público participa, ya que nuestra colaboración daba, en gran medida, la pauta a los actores. Siento que esto permite que la propuesta sea más relajada, de modo que los espectadores generan gran confianza y complicidad. Son nuestros problemas y preocupaciones, con las que llegamos al teatro, los que funcionan como un combustible para hacernos reír y encontrar caminos alternativos. Esto es lo que me parece más valioso, y que considero empata con la propuesta general del espacio de Teatro del Juego. Uno se va distinto a como vino: al menos con algo nuevo en qué pensar o una solución a lo que le molesta, habiéndose sentido escuchado y con una renovada sonrisa. 

Jimena Muñoz
23 de noviembre de 2025

Crítica: MARGARITAS, OFRENDA DE AMOR


Un viaje íntimo hacia las raíces 

Cuando un artista comparte su historia sobre el escenario, su búsqueda personal trasciende al colectivo que lo atestigua, ocurriendo un intercambio poderoso de vivencias que el arte del teatro logra representar de manera única. Margaritas, ofrenda de amor es el unipersonal escrito e interpretado por la actriz Sonia Franco, bajo la dirección de Fernando Fernández, que tuvo lugar en Kasa Kambalache (Barranco), un espacio acogedor e ideal para este espectáculo íntimo, que aborda el amor, la reconciliación con los ancestros, la gratitud y la esperanza. 

La puesta se compone de elementos, como ovillos de lana, ropa, una silla, flores, fotografías, y artículos que la actriz va incorporando a medida que la acción lo requiere; sin duda, el simbolismo está presente en cada detalle. Así, la memoria, los afectos y la herencia se entrelazan en una entrega casi poética y solitaria de la intérprete, quien revive, habita e invoca a su pasado, a través de una narración potente, dando vida a sus antecesores, secundada por un interesante trabajo corporal y vocal. Al evocar a sus bisabuelos, abuelos y padres, la protagonista se enfrenta a un proceso de reconexión con sus vínculos familiares, que contrastan entre sí, pues el dolor y la felicidad se suceden como un rompecabezas de emociones, que no dejan indiferente al espectador.   

La narrativa nos lleva por un recorrido que va desvelando diversos momentos y experiencia de los ancestros de Franco, quienes siguen presentes en sus gestos y palabras. Por otro lado, la música es un elemento clave del proceso escénico, mezclando ritmos como el bolero antiguo, la melancolía del tango y los poderosos sonidos de nuestra sierra; así como versiones más contemporáneas en la voz de Natalia Lafourcade, creando un paisaje sonoro y visual que refuerza la atmósfera de la historia, acompañada por el juego de luces. Los cambios de vestuario y la performance que realiza la actriz, convierten su cuerpo en un vehículo para habitar los recuerdos y la voz de quienes ya no están. En su interpretación, se reflejan la fragilidad y la fuerza de sus lazos familiares, invitándonos a reflexionar sobre cómo nuestros antepasados son parte de nosotros y cómo, a través de ellos, encontramos respuestas a nuestras preguntas existenciales.  

Un momento particularmente conmovedor de la obra es cuando la actriz lleva a cabo un rito en el escenario, donde fotografías y velas se disponen sobre los coloridos tejidos. Este acto, cargado de solemnidad y respeto, simboliza el homenaje a los antepasados, una rendición de cuentas que va más allá de la simple rememoración. Es un rito de reconocimiento y gratitud, que evoca a los que han partido, pero cuya esencia permanece viva en ella.

Margaritas, ofrenda de amor no es solo una creación escénica, es también una declaración de resiliencia y una oportunidad para sanar el linaje. El testimonio de Franco nos muestra que el pasado se reinventa constantemente en nuestras vidas, aportando su luz y su sombra. De este modo, la puesta se transforma en un ritual de la memoria, permitiéndonos reconectar con nuestra esencia, mediante una experiencia sensorial y emocional que supone un homenaje sentido a las raíces que nos componen como humanos.

Maria Cristina Mory Cárdenas

23 de noviembre de 2025

Crítica: LOS ZORROS


Los zorros de abajo 

La propuesta, dirigida y protagonizada por Edú Gutiérrez, pone en escena la rutina de un trabajador informal, mostrándonos el sufrimiento que lo aqueja, pero también sus modos de escape. Con el apoyo de Colectivo Ambulante, a lo largo de cuarenta minutos somos testigos de una cotidianidad difícil, y de la que, como en la vida real, tendemos a ser meros espectadores. La soledad del protagonista se expresa justamente en ello, y que se intensifica por el juego con los elementos estáticos. Lo que tenemos es una mesa, que se convierte en asiento, techo y carretilla; pequeños juguetes que se expanden, al contacto con luces y proyecciones, volviéndose personas y materiales. 

La expresión corporal del actor se carga de mayor vida, frente a lo que halla junto a él, mientras trabaja, vive y sueña como todos sus días. Considero que este tipo de proyectos son necesarios siempre, pues enfocan nuestra visión para reconocer los problemas que atraviesan los demás. Creo que con el teatro tenemos la oportunidad de conocer otras vidas, y verlas puestas ante nuestros ojos, por lo que una obra como Los zorros tiene la capacidad de generar mayor empatía y reflexión. 

Si gran parte de la gente que ha vivido a lo largo de la historia lo ha hecho en malas condiciones, es justo e imprescindible que sus historias sean también representadas: se nos ofrece en esta obra realidad, pero que igual se nos presenta cargada de esperanzas, fuerza y vitalidad. 

Jimena Muñoz

23 de noviembre de 2025

Crítica: ANA CONTRA LA MUERTE


Una batalla sin ganadores 

Escrita por Gabriel Calderón y dirigida por Carla Valdivia, Ana contra la muerte nos muestra una de esas luchas contra enemigos sin rostro claro. Esta obra compone una nueva y fuerte propuesta teatral del Centro Cultural PUCP, destacando por los profundos temas que toca y sus excelentes actuaciones. A lo largo de noventa minutos, nuestra protagonista, madre de un niño enfermo, se enfrenta a sistemas de salud y justicia que, más allá de la voluntad de sus trabajadores, no pueden hacer más por su hijo ni por ella. 

La interpretación que realiza Alejandra Guerra de Ana es tan desgarradora como profunda. Los extensos monólogos nos permiten sentir la desesperanza que vive, a causa del dolor que invade el cuerpo de quien más ama. Aquellos roles de personajes con poder, encarnados con versatilidad por Lelé Guillén y Grapa Paola, demuestran los problemas y complejidades que surgen ante la necesidad y los padecimientos. Desde la vecina hasta el traficante de droga, pasando por la doctora y agentes de seguridad, nuestras actrices se convierten en observadores, igual de impotentes que nosotros, ante el dolor ajeno. 

A pesar de las difíciles cuestiones que pone sobre la mesa, Ana contra la muerte es una obra que merece ser recomendada. Esperamos que nuestros lectores se animen a verla, y ojalá genere tantos sentimientos en ustedes como lo hizo en nosotros. Son este tipo de propuestas que exploran aspectos tristes e injustos de la vida, de personas de a pie con las que nos podemos identificar, y que creemos logran calar hondamente en la conciencia. 

Jimena Muñoz

23 de noviembre de 2025

domingo, 16 de noviembre de 2025

Crítica: UN ESPEJO


El espejo que no miramos

Cuando la dramaturga británica Sam Holcroft, autora de Un espejo, visitó Corea del Norte (2011) comprobó las terribles restricciones que impone una dictadura contra todo lo que ponga en peligro su poder, empezando por las ideas. Luego estuvo en Beirut, con dramaturgos de Líbano y Siria, quienes esperaban que sus obras fueran sometidas a la censura de sus respectivos países. Cuenta que la noche de la función, algunos escritores, aterrorizados ante la posibilidad de encontrar policía secreta entre el público, arrancaron fragmentos de sus guiones por miedo a ofender. Esas experiencias inspiraron la obra Un espejo. Holcroft dice: «Creo que en Occidente nos creemos muy valientes como escritores. Pero cuando me comparo con los escritores que conocí en Beirut, el riesgo que corro no es ningún riesgo. Yo arriesgo mi ego herido. Ellos arriesgan la cara magullada y los huesos rotos».

En Un espejo, los actores dialogan con los espectadores para introducirnos en la historia, nos hacen responder, pararnos y hasta cantar y nosotros dócilmente obedecemos. Pero en esa representación está escondida otra, que se nos muestra clandestinamente. Como en Trucos para ver en la oscuridad de Mariana de Althaus, el teatro vence las prohibiciones y se vuelve una actividad clandestina. Pero esta vez no es una epidemia sino un régimen autoritario que puede enviarte a un campo de concentración si te considera enemigo.

Todo empieza con una boda, a la que asistimos sorprendidos por su ajenidad con el tema que se anuncia. Pero lo que viene después nos habla de la resistencia cultural y política, frente a la censura del autoritarismo. Los conocedores percibirán la escuela de Pirandello en este juego de historias encerradas unas dentro de otras. Su genial manejo es el mérito de la directora Wendy Vásquez.

El perfecto orden de una oficina en un ministerio puede convertirse en un escenario caótico y contar una misma historia bajo dos miradas completamente distintas. La escenografía se transforma para la representación de la representación. Los personajes pueden interrumpir la acción si el peligro acecha. El peligro está afuera del teatro, pero puede irrumpir para callarnos si nos atrevemos a decir verdades incómodas. Un espejo nos lo recuerda.

El trabajo actoral de todos es excelente, pero cabe destacar las actuaciones de Rodrigo Palacios y Daniela Trucíos, bien acompañados por Jorge Villanueva Bustíos, Renato Rueda e Iván Chávez. 

El espejo es el símbolo por excelencia de la representación de la realidad. Esta representación es fiel solo en apariencia pues ofrece una imagen idéntica, pero invertida, mostrando una suerte de revés de la vida. Dice Shakespeare, en Hamlet, refiriéndose al arte dramático: "Su objeto, tanto en su origen como en los tiempos que corren, ha sido y es, por decirlo así, servir de espejo a la naturaleza".

En la obra de Jorge Luis Borges el espejo es un símbolo fundamental de la estructura de sus textos:  "A veces en la tarde una cara / nos mira desde el fondo de un espejo / El arte debe ser como ese espejo / Que nos revela nuestra propia cara."

El arte resiste las peores dictaduras. Estas buscan a los artistas para que a través de ellos la gente crea que vive feliz o, al menos, se distraiga y olvide "los problemas" que no les conviene tratar. Pero, si el artista no se "alinea" y decide contar su versión de la historia, hay que callarlo cuanto antes, como nos recuerda el alto funcionario del Ministerio de Cultura: "Cuanto más rápido se propaga una historia, más peligrosa puede ser".

En tiempos en que fanáticos religiosos censuran libros en los colegios, que el Ministerio de Cultura le niega el apoyo a obras teatrales que afecten el discurso de quienes están en el poder y los congresistas recortan las posibilidades de desarrollo del cine independiente que desnude nuestra realidad, resulta necesario advertir que la censura acecha y convive con nosotros.

Vayan a ver Un espejo, en La Plaza.

David Cárdenas (Pepedavid)

16 de noviembre de 2025

sábado, 15 de noviembre de 2025

Crítica: BUENAS PERSONAS


Una buena obra sobre las buenas personas o que intentan serlo

El anuncio de una obra dirigida por Juan Carlos Fisher y con un elenco de tan alto nivel (Jimena Lindo, Paul Martin, Milene Vásquez, Gabriela Velásquez, Norka Ramírez y Jorge Guerra) hace que uno ingrese a la sala con las expectativas al tope y la obra no nos defrauda. Por el contrario, es una de las mejores del año. El autor (David Lindsay-Abaire) recoge la herencia de la dramaturgia norteamericana y nos ofrece un panorama realista, con personajes muy bien elaborados, que dialogan de manera directa, a veces cruda, sin complicar el lenguaje. Sus diálogos sencillos permiten que el espectador identifique la situación y los conflictos de cada personaje y así pueda sumergirse en el universo al cual nos conduce el autor con maestría, para conmovernos.

Al centro de un ambiente cuadriculado y gris, Margaret (Lindo) es una mujer pobre, madre de una hija con discapacidad, que lucha por sobrevivir, pero no puede evitar las desatenciones al trabajo diario. A su alrededor, la miseria es el tema común de sus vecinas, que pueden sonreír a los problemas porque se saben sobrevivientes. Mike (Martin), antiguo amigo de Margaret, aparece y con él la oportunidad de salir del hoyo. Lo conoce desde cuando todos eran pobres, pero él pudo salir y lograr las comodidades que son lejanas para ella y su hija.

Mientras nos habla de su esfuerzo por encontrar un trabajo, nos revela cómo todos han tenido la oportunidad de ser buenas personas, pero las circunstancias han sido distintas. El tema social queda planeado desde la primera escena. Pero todos tienen una cuota de maldad que aflora cuando hay que sobrevivir. Cada personaje muestra su faceta más humana; incluso la esposa de Mike (Vásquez) puede ser bondadosa y solidaria con Margaret hasta que esta toca su estabilidad y muestra sus propias garras.

Margaret usa todos los recursos a su alcance y cuando estos se acaban, trata de cruzar una línea que ella misma se tiene prohibida. Los códigos morales no son simples reglas, son los fundamentos de la persona. Sin ellos somos bestias. Por eso ir más allá es saltar al abismo y Margaret aún tiene integridad. Finalmente, su lucha es por su hija y debe continuar, incluso resignándose al aceptar una opción laboral a la que se ha negado en todo momento.

El escenario se ilumina con la opulencia de quienes lograron la comodidad y se oscurece con quienes se mantienen en la miseria, como Margaret, sus amigas y aún su amigo Stevie (Guerra). La luz también narra. Precisamente, queda para la reflexión (y hasta el debate) la escena final, con un haz de luz iluminando el rostro de Margaret que mira al infinito: ¿resignación, esperanza? Que cada quien escoja.

David Cárdenas (Pepedavid)

15 de noviembre de 2025

Crítica: NOCHES DE ESCENA


Tres de tres

La propuesta escénica Noches de escena es, como reza su título, una noche con historias distintas y distantes, pero al mismo tiempo igual de interesantes, presentada por Alumbra Producciones. Es una invitación a sumergirse en un universo teatral que abarca diversas tramas. A través de tres obras con las cuales los espectadores podrán disfrutar de un recorrido que va desde la comedia ligera hasta la reflexión más profunda, pero siempre con un hilo conductor: la sinceridad y la entrega de sus actores y actrices.

La velada comienza con Doble lío, una comedia que despliega un ingenioso enredo protagonizado por Luisa, quien acepta hacerse pasar por la doble de una famosa influencer. Este planteamiento da pie a situaciones hilarantes, donde las actuaciones de Karito Barrios y Gina Fernández destacan por su autenticidad y química en el escenario. Bajo la dirección de Dante del Águila, la obra logra generar risas espontáneas entre el público, aunque se debe señalar que en algunos momentos los diálogos no eran lo suficientemente audibles, un aspecto a mejorar. Sin embargo, el desenfreno y la percepción cómica de la situación principal logran captar la atención y brindan un inicio entretenido para la noche.

A continuación, Chupetón irrumpe en escena con una energía desbordante, gracias a las excelentes interpretaciones de Carola Mazzei, Rosa Portugal y Nydia Barandarián. Esta obra aborda con humor la vida de una monja que desafía las normas impuestas por su entorno y una madre que se debate entre la devoción religiosa y la educación estricta de sus hijas. Marcos García-Tizón, el director, ha sabido aprovechar la explosividad cómica de las actrices, logrando que cada situación derivada de sus interacciones sea material para risas incontrolables. La vivacidad de sus actuaciones contrasta maravillosamente con la temática subyacente, haciendo que el público se ría mientras también reflexiona sobre los convencionalismos sociales presentados.

Finalmente, la velada culmina con El estreno de tu fuego, una obra que nos transporta a los momentos previos al estreno de un nuevo espectáculo teatral. Aquí, Sarita, una joven directora, se enfrenta a los desafíos creativos que implican reflejar la realidad de su público, en un choque ideológico con Manuela, la actriz principal, quien busca provocar una sacudida emocional a través de la verdad. La dirección y el libreto de Omar Velásquez aportan profundidad a esta comedia, presentando no solo la tensión propia del proceso creativo, sino también la ansiedad de los directores y actores. Las interpretaciones de Ale Reyes Freitas y Gabriela Velásquez son destacadas; su dinámica muestra claramente las diferentes perspectivas que pueden surgir en el arte dramático. El resultado es una obra que, aunque divertida, también invita a la introspección.

Noches de escena merece ser presenciada. Alumbra Producciones logra ofrecer un espacio donde la risa, la reflexión y el talento actoral se unen, dejando al público más que entretenido. Una experiencia teatral que vale la pena ser vivida.

Javier Gutiérrez

15 de noviembre de 2025

Colaboración regional: PASAJE DE IDA


La Memoria que migra

El pasado sábado 25 de octubre, en Casa Darte (Cusco), se presentó la obra Pasaje de ida, un unipersonal de Sandro La Torre. Se trata de una pieza testimonial que aborda el delicado tema de la migración. Digo “delicado” no solo por la forma personal, lúdica y cuidadosa con que se trata, sino también porque logra hurgar sutilmente en fibras sensibles, transitando de lo individual a lo comunitario.

No es la primera vez que veo esta puesta en escena, y observo con agrado cómo el teatro se manifiesta como acontecimiento irrepetible y único, resultado de esa mezcla de circunstancias que lo hacen distinto cada día: el momento, el espacio y el público presente, cada cual aportando un nuevo impulso al actor. A la vez, la obra evoluciona y se perfecciona con el tiempo y el espacio.

“El teatro es acontecimiento porque implica un encuentro irrepetible entre cuerpos vivos en un mismo tiempo y espacio.”

— Jorge Dubatti

Si bien la obra parte de una migración personal, los testimonios nos acercan a ese personaje de medias largas y pantalones cortos que, con inocencia, saluda con una sonrisa mientras se presenta con orgullo y ternura:

“Hola, soy Sandro, hijo de doña Eneida y don Alfonso.”

En una ciudad que lo recibe con indiferencia, este gesto sencillo resuena en nuestras propias migraciones —pequeñas o grandes, visibles o silenciosas—, donde siempre se espera una sonrisa de vuelta que levante el ánimo en una geografía desconocida.

Conviene recordar que la ciudad a la que llega este personaje es Lima, una urbe de migrantes desde su fundación hispánica, nutrida por constantes olas migratorias que la han dotado de mil colores, acentos y sabores.

“La gran migración andina hacia Lima trasladó a la ciudad no sólo población, sino también estructuras culturales y formas de organización que transformaron profundamente la vida urbana.”

— José Matos Mar, Desborde popular y crisis del Estado (1984)

La presencia del yo en esta obra permite visibilizar una voz común, esa voz que con frecuencia ha sido silenciada e invisibilizada: la de quienes han vivido la marginación. El actor no solo interpreta, sino que también evoca, recuerda y comparte, desdibujando los límites entre testimonio y representación teatral. Así, la escena se convierte en un acto de resistencia y memoria, que invita a la reflexión y a la justicia simbólica.

Desde el inicio, la obra nos presenta elementos escénicos que se transforman en artefactos del juego teatral. Poleas con hilos finos, casi imperceptibles a la vista, hacen flotar vestuarios que por un instante cobran vida, evocando carencias, recuerdos maternales y la necesidad de ponerse los pantalones y dejar de soñar. Son entes con voces de reproche, que —con la mejor o peor intención— intentan apagar el fuego del cambio, ese fuego que nos mantiene en escena.

El trabajo audiovisual cumple también un papel fundamental. Este recurso nos sitúa dentro de las anécdotas familiares —la figura del padre, la llamada de la madre— y nos acompaña en el trayecto del personaje hacia el teatro. En otros momentos, nos integra directamente a la acción escénica. Lejos de competir con el actor, el audiovisual dialoga, nutre y complementa la propuesta, generando una hermosa sinergia entre imagen y presencia viva.

Todo transcurre en un tiempo ficticio: los primeros 45 minutos de un partido de fútbol, una primera mitad de vida —“que llega por el gentil auspicio de Pilsen Callao”—, seguida por un entretiempo que queda en manos del espectador, invitándolo a reflexionar sobre lo visto mientras el actor se prepara para los siguientes 45 minutos.

Esta obra ha viajado mucho; se ha presentado dentro y fuera del Perú, acumulando más de cincuenta funciones en su haber. Una fecunda trayectoria que, sin duda, seguirá dando frutos, o como diría un maestro, flores en el oficio. Aún tiene mucho camino por recorrer y seguramente se seguirá presentando en teatros oficiales, independientes y salas íntimas.

Así que, si por alguna casualidad aparece en su muro de Instagram o en alguna red social, o si ven un cartel pegado en un café habitual, no duden en asistir.

Veamos teatro, seamos parte de ese convivio que nos nutre más allá de una pantalla.

Miguel Gutti Brugman

Cusco, 12 de noviembre de 2025