jueves, 27 de marzo de 2025

Crítica: PROYECTO SECRETO


Un viaje impredecible hacia la dramaturgia peruana

En su cuarta edición, Proyecto Secreto vuelve a sorprender con un formato único que reinventa la experiencia teatral a través de lecturas dramatizadas en vivo. Creada y dirigida por Federico Abrill, esta propuesta invita a los espectadores a vivir un espectáculo irrepetible, donde el azar y la improvisación juegan un papel fundamental. Con la participación de obras de dramaturgos peruanos como Almendra Vivanco y Juan Velazco, y la interpretación de actores invitados en cada función, este evento se convierte en un laboratorio creativo que explora lo imprevisible y lo auténtico. Aunque efímera, esta vivencia deja una huella en el público y, sin duda, merece una pronta nueva edición.

Al ingresar a la sala, los anfitriones de la función, Renato Medina-Vasallo y Yaremis Rebaza, nos reciben y explican las reglas del juego. A su vez, también nos recuerdan que para ninguna obra hubo ensayos previos, lo cual aumenta la expectativa del público. En esta oportunidad, las actrices invitadas son Julia Thays y Andrea Chuiman. La primera lectura corresponde a Llamado de emergencia, una obra escrita por Abrill, que será leída e interpretada por las actrices Rebaza y Thays por primera vez. Esta comedia, que trata sobre un amor platónico no correspondido, nos introduce en un contexto que pondrá tanto al espectador como a las actrices al límite.

Durante la primera lectura, la interpretación de ambas actrices crea una dinámica audaz y bien estructurada de principio a fin. Thays, en particular, realiza un despliegue impecable en cuanto a la inmediatez del análisis del texto y la interpretación, manteniendo una naturalidad admirable a través de la escucha constante con su compañera. Su capacidad para dar vida a las emociones del personaje, sin perder la autenticidad, se destacó. Rebaza, por su parte, se muestra expectante y receptiva ante los diversos estímulos que le ofrece su compañera, recibiendo cada línea con naturalidad y convicción. Esta lectura logró alcanzar un vuelo inesperado, llevando al espectador por un abanico de emociones como la intriga, la desesperación y las risas nerviosas. El público, visiblemente cautivado, recibió la obra con gran entusiasmo, generando un ambiente de complicidad que hizo que la función fuera aún más especial.

Tras un breve receso, el proyecto continúa con la siguiente lectura, esta vez con una nueva actriz invitada: Andrea Chuiman. En esta nueva obra, Glow de Almendra Vivanco, los actores son ahora tres: Chuiman, Rebaza y el anfitrión Renato Medina-Vasallo, quien finalmente se une a la lectura. Glow presenta la historia de una nieta y su abuelo, quienes intentan ocultar un secreto inesperado. El conflicto se plantea a través del personaje del abuelo, interpretado por Medina-Vasallo, quien logra transmitir con naturalidad la tensión y picardía del personaje de forma efectiva. Por su parte, Chuiman ofrece una amplia gama de matices, desde la comicidad hasta la intriga, permitiendo mantener un registro consistente y rítmico a lo largo de la lectura. Mientras tanto, Rebaza, siempre precisa, complementa perfectamente a sus compañeros con su naturalidad y convicción. 

En definitiva, las piezas teatrales Llamado de emergencia y Glow fueron gratamente recibidas por el público, quienes reaccionaron con una mezcla de intriga y emoción ante los interesantes giros de ambas tramas. La interacción entre los actores, la naturalidad con la que se desarrollaron los personajes y la capacidad de los intérpretes para capturar las diversas emociones de la obra fueron elementos clave que mantuvieron al público involucrado y satisfecho durante toda la función.

Este proyecto tuvo lugar en Casa Bulbo (función del 5 de marzo), bajo la producción del grupo Las Tejedoras y el artista escénico Medina-Vasallo. Proyecto Secreto es una excelente oportunidad creada por Abril, para conocer la nueva dramaturgia peruana, mientras se disfruta de lecturas impecables a cargo de diversos artistas escénicos. La recepción de ambas lecturas deja en claro que esta propuesta es una plataforma valiosa para seguir explorando las voces de nuestro teatro contemporáneo. Esperamos con ansias la quinta edición, con el fin de seguir disfrutando de esta intrépida experiencia artística.

Abigail Salvador Jaime

27 de marzo de 2025

miércoles, 26 de marzo de 2025

martes, 25 de marzo de 2025

Crítica: OFICINA DE DESEOS y NOCHE FAKE


Del Santo al Gato Chino 

En nuestro recorrido iniciamos con Oficina de Deseos, de la dramaturga argentina Leticia Arbelo, dirigida por Arturo Huapaya e interpretada por Diana Zurita y Rosabel Rojas. Una obra corta que explora con ingenio y humor la cultura contemporánea del emprendimiento y la espiritualidad comercializada. Ambientada en la improvisada Oficina de Deseos en una cochera.

La trama se desarrolla alrededor de Mariana y Laura, quienes buscan capitalizar los deseos de otros ofreciendo soluciones mágicas que mezclan santos, gatitos chinos y vibras energéticas con la jerga empresarial de moda, autodenominándose una "startup".

El texto destaca por su aguda sátira a la superficialidad moderna, donde términos como vibrar alto, energy y sellado de fe se usan para disfrazar la ambición económica y moralmente dudosa de las protagonistas. La dinámica entre los personajes refleja conflictos sobre compromiso y ética profesional, evidenciando una crítica divertida pero contundente sobre el oportunismo y la banalización de la espiritualidad.

Las interpretaciones se apoyan en diálogos rápidos y sarcásticos, destacando la relación problemática y cómica entre las amigas, especialmente con el conflicto ético al atender clientes con solicitudes personales y emocionalmente comprometedoras. El humor es efectivo, generando risas frecuentes con situaciones absurdas pero reconocibles.

Sin embargo, aunque las actuaciones no fueron malas, tampoco resultaron espectaculares. Se percibió por momentos incomodidad en una de las actrices, mientras que la otra parecía estar en un código distinto, llegando a un nivel cercano a la sobreactuación. A ambas les faltó jugar más con la situación y creer en ella para dar mayor autenticidad a sus interpretaciones.

Además, la obra podría beneficiarse de una mayor claridad en la transición entre escenas y personajes, pues algunos diálogos pueden resultar confusos sin una identificación más precisa. Pese a ello, la propuesta teatral resulta fresca, entretenida y logra un comentario social acertado sobre la superficialidad y la comercialización excesiva de lo espiritual en la era digital.


Superando el Desamor con Humor

Noche Fake, al igual que la primera, está escrita también por la dramaturga argentina Leticia Arbelo, pero esta fue dirigida por Rosabel Rojas Rivas y representada por Camila Medina y Daniela Sosa Del Rio.

Es una comedia contemporánea que explora con frescura y humor las dinámicas emocionales entre amigas en plena crisis amorosa. La puesta en escena presenta un diálogo ágil y cotidiano, capturando eficazmente la complicidad femenina y la vulnerabilidad frente al desamor.

La trama sigue la noche caótica de Carla y Dai, dos amigas que intentan superar un desengaño amoroso de una de ellas mediante estrategias tan cómicas como desesperadas, desde falsos compromisos hasta rituales caseros improvisados. 

La pieza aborda con sátira el efecto de las redes sociales en las relaciones modernas, exponiendo cómo se vive y se muestra públicamente el duelo romántico en la actualidad.

La energía de las intérpretes sostiene la atención del público con un ritmo entretenido y dinámico. Destacan especialmente los momentos absurdos y divertidos, que funcionan gracias a la química evidente entre las actrices. 

A diferencia de la primera puesta en escena, en esta ocasión a las actrices se les notó más conectadas, cómodas con sus personajes y disfrutando plenamente sus roles, además de mostrar una conexión más fuerte entre ellas.

Milagros Guevara

25 de marzo de 2025

Crítica: TRAGAFORTUNA


La ludopatía en escena

En el marco de los últimos meses he tenido la oportunidad de conocer que en nuestro país existen buenos dramaturgos y directores de teatro, sobre todo que realzan la reducida industria teatral peruana que tenemos en el Perú. Este año, el teatro Británico apuesta por lo lúdico y nos presenta Tragafortuna, su más reciente producción bajo la dirección de Ernesto Barraza y la inteligente dramaturgia de Angelo Condemarin. Es que, sin duda alguna, en Tragafortuna hay mucho que aplaudir, desde la elección del texto que fue ganador del 9° Concurso de Dramaturgia Peruana 2024 “Ponemos tu Obra en Escena”, la selección del vestuario que muestra la interioridad de cada personaje, diseñado por Dania Granda, y la impecable escenografía a cargo de Raúl Arrospide. Asimismo, mencionar que cuando el texto es potente, este debe ser sostenido por un cuerpo actoral que dé la talla, y en este caso fue así, conformado este por Liliana Trujillo, Anaí Padilla, Brian Cano, Claudia Berninzon y Augusto Mazarelli.

En primer lugar, la historia nos habla un poco de la buena moral y la suerte a través de Carolina, una mujer de 48 años dedicada al amor por las tragamonedas. Para conseguir su objetivo de ganar el premio mayor, intenta convencer a Leonor, una mujer funcionaria pública que rescata ludópatas. Por un momento puede sonar un poco forzada esta introducción; sin embargo, me parece que la dirección de Barraza le da vuelta al texto, es coherente y acompaña de forma caricaturesca el timing del libreto.

Me parece interesante el diálogo que propone en escena la obra, puesto que es un montaje reflexivo que, a través del juego y personajes ocurrentes, habla de los vicios y las adicciones ludópatas. Lo hace, pero con mucho cuidado y sin caer en acciones forzadas o repetitivas. Por este motivo, es muy acertado que el símbolo de los “tragamonedas” se haya trasladado a la interpretación del personaje de Camilo mediante el cuerpo. Permite ver el lenguaje abstracto que el propio objeto quiere comunicar y la relación obsesiva que Carolina y Leonor llegan a tener con las máquinas. A partir de lo mencionado, destaco la buena expresión corporal de Cano, que por un momento llega a aparecer como un stripper, a través de los movimientos corpóreos que realiza. Pero sin duda alguna, es una de las máquinas que está en escena.

En las tablas existen personajes femeninos que son muy potentes. Desde Trujillo, interpretando a Carolina con una correcta exploración y construcción de personaje, actuando totalmente como una mujer amante del mundo de las tragamonedas, dispuesta a utilizar cualquier estrategia para convencer a quien sea con tal de su propio beneficio. También, Berninzon, que por un momento nos muestra esa inocencia que la caracteriza como persona y los personajes que ha interpretado, pero en otro momento nos muestra la otra cara del personaje, que es ocurrente y adictivo. Por otro lado, cuando aparece Padilla en escena interpretando al personaje de Martha, se puede observar que su trabajo es muy atinado para la selección de este personaje, puesto que logra mostrar al espectador ese coraje del propio personaje que es hambriento por el dinero. Sin embargo, también se observa a la misma Padilla en escena, como siempre con la buena presencia escénica que destaca en todas sus interpretaciones.

Los vicios y las adicciones son algo que nos pueden llevar a tomar muy malas decisiones, pero es interesante cómo Condemarin, a través de su escritura, nos cuenta un poco más de eso, es decir, la profundidad que tuvo el personaje de Carolina para caer en la ludopatía. Barraza aprovecha esta pintoresca historia para hacer una dirección que le dé forma al texto, mediante lo contemporáneo y lo realista. En general, un montaje fresco e innovador, lleno de personajes pantagruélicos que están listos para arrasar a todos los espectadores.

Juan Pablo Rueda

25 de marzo de 2025

lunes, 24 de marzo de 2025

Crítica: NI DE AQUÍ NO DE ALLÁ


La ambigüedad como estandarte

Tal y como la autoficción de la que se vale, Ni de aquí ni de allá ataca la incógnita sobre el origen de su autora con una exacerbada sensación de confusión, pero paradójicamente también con una muy presente claridad sobre el universo alrededor suyo y sus pertenencias.

La obra nos presenta a Claudia/Laura, una joven de familia amazónica que por cosas del destino y del centralismo nació en Lima y hoy también estudia ahí, queriendo ser actriz/astronauta. Su conflicto respecto a su verdadero origen es lo que mueve su viaje a través de diferentes cuadros que se intercalan entre la comedia autoconsciente, la costumbre amazónica (en especial la huayacha y la chachapoyana) y la construcción sincera y nostálgica de su protagonista y creadora. Este intercalado funciona en cuanto la comedia nunca llega a desconectarse del conflicto principal, y cada cuadro se vuelve una pieza para entender el viaje de la protagonista.La alternancia entre la persona real (Claudia) y la persona autoficcionada (Laura) nunca se vuelve demasiado confusa, la ruptura y el metateatro están bien explicados, aunque el insumo real de la vida de Tuesta hace que la alegoría de buscar ser astronauta se pierda un poco durante el desarrollo.

Claudia Tuesta, autora de la obra y quien en su estreno inicial en El Galpón Espacio fue la actriz principal, no pudo estar en estas nuevas funciones del Festival Saliendo de la Caja por motivos de salud. En su reemplazo, Nely Sáenz toma el papel manteniendo la autoconsciencia característica de la obra. Tuesta se mantiene a través de diversos archivos de video, y en un efecto curioso esto vuelve estas apariciones multimedia más potentes que al tener a Claudia en escena: Sáenz logra volverse su avatar a través de la voz y la energía de manera satisfactoria. Por su parte, Dan Fernández y Yahir Manosalva brillan en todas las partes cómicas con una buena dosis de carisma y química genuina entre ellos y con Sáenz, destacable en particular su escena sobre los juanes y las intervenciones con acento pituco, el sello de la obra para identificar el cambio entre Lima y Amazonas.

La obra le da una fuerte significancia a las cajas, símbolo de las encomiendas de una madre en provincia a una hija en la capital. Las cajas hacen igual aparición durante toda la obra, transformándose de elemento a elemento y construyendo una estética alrededor de las mismas, al mismo tiempo que la vestimenta y la escenografía blanca y pulcra. Otros elementos como los lentes para representar la pérdida de la identidad, las luces, las notas y las fotos, o los recursos de video ayudan a mostrar la claridad de la autora sobre la significancia de cada momento para su viaje interno. El único recurso que falla es la combinación entre la escenografía, con tres telas separadas de fondo, y los frecuentes videos que se proyectan y se fragmentan con las telas. La sensación de división, fragmentación y confusión se comprende bien, pero no deja de ser un distractor para entender los muy bien trabajados recursos de video.

Ni de aquí ni de allá enlaza su trama de querer ser astronauta viniendo desde la ceja de selva con una muy bella alegoría que ata la verdad de muchas de nuestras pertenencias: ninguna, todas, y unas cuantas muy cercanas a nuestro corazón peruano y desplazado. Con significancias bien pensadas y con fuerte potencial de desarrollo, Ni de aquí ni de allá es un fuerte abrazo a la historia migrante de nuestro país y nuestros jóvenes de las nubes.

José Miguel Herrera

24 de marzo de 2025

sábado, 22 de marzo de 2025

Crítica: AMOR DE VERANO


El amor sorprende

Amor de verano es una propuesta muy interesante, con tres divertidas y cortas obras de teatro enlazadas por una temática en común: las relaciones de pareja. 

En Sin filtros, una pareja se encuentra dispuesta a pasar un día de playa tranquilo, pero con mucha pasión; ese día se ve opacado por la aparición de una amiga. Debido a este suceso, saldrán a la luz secretos que generarán decisiones que lo cambiarán todo. En la puesta en escena podemos observar a dos actrices que han logrado complementarse en escena y guiar la historia con acciones claras y precisas. Está escrita por Tábata Fernández-Concha y dirigida por Lia Camilo, quienes han sabido guiar la obra de una manera muy amena.

¿A dónde vas? nos presenta a dos personas que se encuentran rumbo a una fiesta y allí desarrollan una divertida, pero al mismo tiempo romántica historia. Los actores muestran, sin duda, una química que permite que nos quedemos expectantes de principio a fin. Escrita por Federico Abril y dirigida por Carla Vadivia, ambos han insertado en la obra juegos escénicos que permiten una lectura de los lugares donde ocurre cada acto; estos dan dinamismo a la obra y permiten la percepción adecuada de la puesta en escena. 

Tsunami apocalíptico es una obra que nos cuenta el encuentro de dos desconocidos en una playa pública; cada uno con sus propios prejuicios, ambos tejen una divertida historia. No cabe duda de que los actores han logrado no solo complementarse, también han desarrollado acciones muy completas. Esta puesta en escena se sostiene y la acción dramática se configura de tal manera que puede seguirse; así mismo, permite que el público esté en constantes carcajadas. Escrita y dirigida por Airam Galliani, quien ha guiado esta comedia creando gags muy acertados; así mismo, el dinamismo es notorio.

En definitiva, Amor de verano es un espectáculo que genera muchas risas desde el inicio hasta el final, con muy buenas actuaciones, las cuales logran transmitir no solo historias divertidas, sino reflexivas puestas en escena. Nos llevan de la risa a la reflexión con una facilidad increíble, exponiendo nuestros prejuicios y sobre cuánto una decisión puede cambiar nuestra historia, etc. Es seguro que cada uno se llevará su propia reflexión, pero al final lo que en definitiva nos llevaremos todos será una gran sonrisa. Un espectáculo que vale la pena ver. 

Javier Gutiérrez

22 de marzo de 2025

jueves, 20 de marzo de 2025

Crítica: KORTAS – MARTES


Pasiones en escena 

Los martes en Teatro Barranco 2.0., KORTAS nos sumerge en cuatro microhistorias donde las pasiones humanas son el motor central. A través de distintos géneros y estilos, estas piezas nos llevan del frenesí a la desesperación, del absurdo al desencuentro, en una experiencia teatral intensa y variada.

El ritual de la euforia: la noche abre con una pieza de danza contemporánea dirigida y coreografiada por Almendra Retamal. Discotek nos envuelve en un trance visual y sonoro donde cinco cuerpos en escena se convierten en musas de la fiesta. Acompañada de un espectacular juego de luces y una banda sonora envolvente, la coreografía se ejecuta con precisión y potencia, capturando a la perfección la esencia dionisíaca del placer sin fin. Es, sin duda, una experiencia atrapante y bien lograda. En escena: María Paula Bañados, Chelsea Garibay, Adrian Gutierrez, Yenifer Mendoza y Mirka Rivera.

Cuando el pasado llama a la puerta: como segunda función de la noche, en ¿Volvemos?, Christian Paredes nos ofrece una versión libre de Casa de Muñecas, donde Cristina (Mane Acosta) regresa cinco años después para intentar reavivar lo que alguna vez tuvo con su ex, Marcelo (Daniel Cano). Al principio, la respuesta parece obvia: ¿cómo podría retomarse una relación después de tanto tiempo, sobre todo, cuando fue ella quien decidió marcharse? Pero conforme avanza la obra, los argumentos de ambos personajes se despliegan, sembrando la duda. ¿Realmente son tal para cual? ¿La perdonará? Y si lo hace, ¿por qué? Lo que comienza como un intento de reconciliación pronto se convierte en un duelo emocional, donde los silencios pesan tanto como las palabras. La química entre ambos actores es innegable, con Cano entregando una interpretación especialmente intensa, cargada de una rabia contenida que contrasta con la vulnerabilidad del personaje de Acosta. Esta, por su parte, dota a su personaje de una mezcla de determinación y fragilidad, mostrando la incertidumbre de quien regresa sin saber si aún tiene un lugar. La puesta en escena es sencilla, pero logra generar intimidad: nos sentimos como testigos incómodos de una conversación que debería pertenecer solo a ellos. La resolución, en cambio, sorprende con un giro casi cómico, rompiendo la tensión acumulada y recordándonos que a veces, el amor no se trata solo de sentimientos, sino de decisiones.

Cuando el absurdo llama a la puerta: Luis Fernando Hidalgo nos trae en Favor de Vecinos una comedia pícara que enfrenta a dos personalidades opuestas en una situación absurda. Humberto (Luifer) es un joven que solo busca tranquilidad, pero su nueva vecina, Nicole (Tami Takamura), irrumpe en su rutina con una petición inesperada que lo pone en una encrucijada tan ridícula como comprometedora. Desde el primer instante, el contraste entre los personajes marca el tono de la obra. Humberto, con su torpeza e incredulidad, es el blanco perfecto para las insinuaciones y bromas de Nicole, quien juega con la picardía y el misterio con una seguridad apabullante. Takamura se luce en este rol, manejando el humor con una mezcla de desparpajo y seducción que descoloca a su interlocutor, mientras Luifer, con su expresión de desconcierto permanente, complementa la dinámica con un timing cómico impecable. El ritmo es ágil, sin pausas innecesarias, y el texto se apoya en dobles sentidos, silencios estratégicos y una tensión cómica que va en aumento. El público no paró de reír, disfrutando de cada malentendido y de la manera en que la historia se desenvuelve hasta su hilarante clímax.

El clímax de la noche: la velada cierra con Reputación, escrita por María Belén Ochante, dirigida por Jorge Barriga e interpretada por Brayan Vílchez y Geral Angulo. La obra nos sumerge en un escenario tan incómodo como hilarante: un matrimonio que se encuentra en un prostíbulo, desencadenando una batalla de reproches, justificaciones y situaciones cada vez más delirantes. El conflicto entre Karolina (Angulo) y Sergio (Vílchez) avanza con un ritmo impecable, en el que cada réplica, cada gesto y cada pausa están perfectamente calculados para sostener la tensión cómica. La dirección de Barriga se siente precisa, permitiendo que el absurdo nunca opaque la autenticidad de los personajes. A pesar de lo extravagante de la premisa, la historia se siente extrañamente realista. Parte de esto se debe al trabajo de Vílchez y Angulo, quienes logran un equilibrio brillante entre el drama y el humor. Vílchez maneja la desesperación de Sergio con una energía creciente que lo hace cada vez más divertido, mientras que Angulo construye a Karolina con una determinación arrolladora que refuerza el caos de la situación. La química entre ambos actores es palpable, y su dominio del ritmo y el lenguaje corporal mantiene al público al borde de la carcajada en todo momento. Sin duda, Reputación se lleva el título de la mejor obra de la noche, dejando una última explosión de risas que cierra la jornada con broche de oro.

Daniela Ortega

20 de marzo de 2025

Crítica: ¿Y SI TE CANTO CANCIONES DE AMOR?


Una pena entre dos es menos atroz

Encajar en la sociedad y lo que esta espera de uno, a veces, puede ser desesperanzador y hasta doloroso. Incluso si tienes personas con las cuales sí puedes ser tú mismo y que te ayudan a sobrellevar los malos momentos; en ocasiones, la vida se empeña en hundirte más, y es cuando te enfrentas a la dura decisión de si continuar o no. 

Es basándose sobre esta premisa que el director Augusto Mazzarelli pone en escena la obra del dramaturgo Dino Armas, una comedia que, más allá de las risas, también trae consigo momentos de cierta melancolía y tristeza, pero sin caer en la saturación emocional del espectador. Pachi y Fidel, una pareja de amigos que han sido marginados por la sociedad por diferentes motivos, viven juntos y así han decidido pasar sus últimos días antes de Navidad, momento en el cual decidirán poner fin a sus penas. Ambos personajes nos demuestran, mediante sus dinámicas diarias, cuáles son sus heridas y traumas, además de cómo cargan con ellas de manera cotidiana; nos muestran sus momentos vulnerables, pero también los pequeños momentos en los que las penas dejan de pesar y la vida ya no les pinta tan gris.

La escenografía que acompaña la historia es bastante acogedora: una sala de departamento que está siendo decorada para Navidad y que es testigo de tanto sus discusiones como risas; cada elemento puesto en escena sirve para que cada personaje muestre rasgos de su personalidad o den pie a que cuenten ciertos momentos de sus vidas. Asimismo, otro de los elementos importantes y que justamente es lo que le da nombre a la obra es la música de Chavela Vargas, una selección de canciones de amor y dolor con cuyas letras ambos personajes se identifican, las viven y sienten.

Si bien al inicio daba la sensación de que faltara cierta naturalidad en la química de ambos personajes, después se van soltando y vas siendo cómplice de las dinámicas que aparecen sobre escena, incluso logrando empatizar con las situaciones y emociones por las cuales atraviesan. Destaca mucho el desarrollo que tuvo el personaje de Fidel, en el sentido de que se explora con profundidad el origen de sus heridas, y de una manera tan humana que logra conmover a más de uno en el teatro. Tanto David Carrillo como Verónica Miranda se van desenvolviendo sobre el escenario de manera progresiva y se van entregando de a pocos a sus personajes hasta lograr conectar con el público.

Un último aspecto interesante de la obra, y que el mismo director destaca, es este mundo contradictorio que Armas logra armar, y eso se evidencia en la “celebración” de una Navidad triste, y que ambos personajes son como el agua y el aceite, Fidel es ordenado y metódico, mientras Pachi es desordenada e improvisada; sin embargo, son contradicciones que no desentonan o que no son un obstáculo para la historia. Por el contrario, se complementan y enriquecen aún más la trama. Es una historia que te deja pensando en la vida y sus diferentes aspectos, los diferentes momentos que tocan vivir y cómo cada persona los transita de distinta manera, y cómo una buena amistad puede hacer la diferencia.

Barbara Rios

20 de marzo de 2025

lunes, 17 de marzo de 2025

Colaboración regional: TUPU


Un Encuentro de Mujeres Creadoras que Ilumina el Teatro Cusqueño

El Cusco, cuna de una riqueza cultural milenaria, se prepara para acoger un evento importante para escena teatral: TUPU, el Primer Festival de Mujeres Creadoras de las Artes Escénicas. Del 27 al 29 de marzo de 2025, este festival reunirá a talentosas creadoras del teatro cusqueño en un espacio que celebra la creatividad, la resistencia y la voz de la mujer en las artes escénicas.

Este encuentro se realiza en conmemoración del Día Mundial del Teatro y el Mes de la Mujer, fechas simbólicas que refuerzan la necesidad de visibilizar el aporte de las mujeres en la escena cultural. La iniciativa nace del esfuerzo independiente de un grupo de artistas escénicas comprometidas con la generación de espacios equitativos y representativos. Un festival que no solo busca consolidar la presencia femenina en la dramaturgia, dirección, interpretación y gestión teatral, sino que también se erige como un acto de amor y resistencia en un medio donde las mujeres aún deben luchar por ser escuchadas y reconocidas.

UN FESTIVAL CON IDENTIDAD Y PROPÓSITO

El nombre TUPU no es casualidad. Este término, cargado de significado en la cultura andina, representa el cierre del tejido que sostiene con firmeza lo que se lleva en la espalda. Como el tupu en el atuendo andino, este festival es un símbolo de unidad, un anclaje firme en medio de las adversidades. Resguarda la creación, el arte y la memoria de quienes, a través del teatro, dan forma a nuevas historias y resignifican la tradición cultural cusqueña.

En ese espíritu, las organizadoras del festival Adalid R. Rodríguez, Almendra Vivanco, Dalia Ivanova y Urpi Herrera, artistas independientes, buscan visibilizar y reconocer la creación de las mujeres en el teatro cusqueño. Mujeres que, con tenacidad y pasión, sostienen la escena con su arte, abriendo nuevos espacios en la dirección, la dramaturgia, la interpretación, la gestión y en las diversas tareas de la creación escénica.

UNA PROGRAMACIÓN DE ENCUENTRO Y CELEBRACIÓN

El Festival TUPU se desplegará en tres emblemáticos espacios culturales independientes de Cusco: Llaqta Café, La Esencia y CASA DARTE. La programación incluirá presentaciones teatrales, un conversatorio de reflexión sobre el rol de la mujer en las artes escénicas y un homenaje sorpresa a una destacada personalidad del teatro cusqueño.

Como parte de la cartelera del festival, se presentarán obras concebidas y llevadas a escena por talentosas creadoras cusqueñas, cuyas visiones y relatos darán vida a un espacio de encuentro y expresión cultural:

Nina Chaska – "Ese puerto existe"

Raísa Saavedra – "BABAS"

Tania Castro – "Cuando suenan los jiwayros"

Fátima Aguilar – "Llévame"

Anahí Araoz – "La Matto"

Yllay Terry – "Cajita Lambe Lambe"

Carmita Pinedo – "Conjuros"

Además de las funciones teatrales, se desarrollará el conversatorio "Desafíos de la Mujer Cusqueña en el Teatro", que permitirá un intercambio de experiencias entre creadoras, académicas y público. Este espacio de diálogo busca visibilizar los retos estructurales que enfrentan las mujeres en las artes escénicas y proponer estrategias para fortalecer su participación. Ponentes: Teresa Lastarria, Zulema Arriola, Milagros del Carpio, Ninoska Carbajal y Marisol Zumaeta.

Uno de los momentos más emotivos del festival será el Homenaje a Teresa Lastarria, una figura clave en el teatro cusqueño, cuyo trabajo ha sido fundamental para el desarrollo de la escena local. Este tributo busca reconocer su legado y su aporte a las nuevas generaciones de creadoras.


LA IMPORTANCIA DE UN FESTIVAL DE MUJERES EN CUSCO

En una ciudad con un legado cultural tan vasto como Cusco, la presencia de un festival exclusivamente dedicado a las mujeres creadoras es un hito fundamental. El teatro, desde tiempos inmemoriales, ha sido una herramienta de resistencia y transformación social, y las mujeres han desempeñado un papel crucial en esta lucha por la equidad y la representatividad. Sin embargo, su trabajo a menudo ha sido invisibilizado o minimizado. TUPU nace como un grito de reafirmación, como un escenario donde las mujeres no solo actúan, sino que también escriben, dirigen y producen sus propias historias.

Este festival, hecho con amor y autogestión, nos recuerda que la creación artística es también una forma de lucha y que cada función, cada texto y cada puesta en escena es una pieza más en la construcción de una cultura más inclusiva y diversa.

Para más información sobre la programación, el valor de las entradas y otros detalles del festival, pueden seguir sus redes sociales o escribir al correo electrónico: festivaltupu@gmail.com.

Cusco se viste de teatro y sororidad, y este festival se suma a los esfuerzos por dar mayor visibilidad a las creadoras en la escena escénica.

Que el TUPU sea el lazo que nos une en esta gran fiesta de las artes escénicas.

Miguel Gutti Brugman

Cusco, 17 de marzo de 2025

Crítica: EL BAÚL DE CIRCACIA


Juguetes en distintos colores

Hay pocos indicativos tan claros para una buena obra infantil como ver a los niños de la audiencia señalando “¡Se escondió por ahí!” con desesperación por ayudar a la protagonista. El baúl de Circacia vuelve a Perú logrando nuevamente este efecto, además de marcar los 10 años de La X Productora y los 19 años desde su primera presentación en Bélgica. Soledad Ortiz de Zevallos trae con este espectáculo una hora tierna a la vez que pícara de teatro, música y circo, y despierta en los niños de su audiencia el asombro y la empatía.

La obra parece funcionar en base a fases, en las que cada una marca una unidad dramática a la vez que un enfoque artístico distinto. Pasamos de la acrobacia circense al teatro físico, del zapateo al momento tranquilo de música. No hay nunca un estancamiento o una sensación de repetición. Cada parte mantiene además una virtuosidad física impecable, resultado de la formación de sus tres intérpretes. Me cuestiono si es sencillo para los niños seguir el hilo de la historia (en esencia, dos niños que se encuentran a una curiosa marioneta y aprenden a convivir con ella) entre cada cambio de estímulo, pues es a veces fácil perderse entre cada acrobacia. Lo resaltante es la capacidad del elenco para mantener en la acrobacia la personalidad de sus personajes, lo que quizás en esta propuesta es la parte más importante a resguardar para las infancias. Asimismo, la escenografía y la iluminación tenues y limpias evitan también llegar a esta sobreestimulación.

Es notoria la cantidad de experiencia que guarda Ortiz de Zevallos realizando el espectáculo. Atraviesa cada parte con soltura y naturalidad, y su personaje mantiene siempre la energía de la obra arriba. Su vínculo con la marioneta interpretada por Nicole Carrión es lo que mueve la mayor parte del conflicto, y ambas se colocan a la altura para llevar este a cabo. El personaje de Bibi de Daniel Hanashiro no tiene tanta agencia en la debacle además de muchas veces tener que colocarse entre ambas, pero su energía más tranquila hace que pueda acompañar el proceso de la protagonista de entender a la extraña marioneta. En tiempos de extremas diferencias es quizás invaluable el poder recordarle a los niños la importancia de las diferencias, y que pueden coexistir en nosotros el cariño a más de una persona, más de una realidad.

Los colores en el vestuario de cada personaje, diseñados para expresar sus personalidad opuestas, junto a sus distintas maneras de llevar el movimiento al extremo virtuoso, parecen entonces diseñados no solo como una herramienta para entretener a los niños y asombrar a lo adultos, sino para expresar esta plasticidad única que cada ser humano tiene, como distintos juguetes que se mueven distinto o distintos instrumentos que se escuchan en armonía. En la diferencia está la variedad, y también el valor agregado de esta linda obra.

José Miguel Herrera

17 de marzo de 2025