jueves, 26 de septiembre de 2019

Crítica: MEDIAS NARANJAS


Las variantes del amor

Ocho micro historias cuentan las diversas formas en las que el amor, el desamor, la ilusión y el desengaño se manifiestan en la vida de los seres humanos. Esta vez, Long Play Colectivo teatral, presenta “Medias Naranjas”, obra escrita por el dramaturgo español Carlos García Ruiz, la cual transita por los enrevesados caminos del amor y las relaciones de pareja.

El montaje dirigido por Manuel Díaz Ibañez, propone a dos actores en escena: Priscila Espinoza y Yamil Sacín, quienes con empeñoso esfuerzo, interpretarán las ocho historias que constan de intervenciones en pareja y monólogos. En el discreto escenario acondicionado en Amaru Casa Cultural, se encuentran algunos cubos de colores, los cuales se utilizan en todas las escenas; además, una pequeña estructura que alude a un campo de flores; un maniquí del torso femenino y otro masculino; así como los cambios de vestuario, componen la propuesta visual.

La obra se divide en dos actos (cuatro historias en cada uno). En la primera parte, vemos la historia de un hombre y una mujer que coquetean, se gustan pero no tienen una relación, entonces él decide declararse. La siguiente historia nos presenta a una mujer de carácter y muy resuelta (interpretada por Espinoza) quien habla acerca de algunas tácticas de seducción y de cómo conocerá a un hombre. Luego vemos otro monólogo, interpretado por Sacín, quien revela a una mujer casada que ha perdido el interés por su marido y cuenta una particular anécdota del día de su matrimonio, así como un oficio impensado. Para finalizar, está la historia de una terapeuta y su paciente, este último tiene problemas matrimoniales; sin embargo, nada es lo que parece. En el segundo acto, la primera escena nos muestra a dos esculturas humanas, que discuten acerca de su separación por causa de una infidelidad. Luego, viene a escena un conferencista muy extraño (interpretado con fuerza por Sacín), quien pregona que el amor no existe y describe algunas formas para escapar de él; no obstante, esconde más de una perversión. El siguiente, es un monólogo interpretado notablemente por Espinoza, quien vestida enfundada en un traje de flor, revela con toques de ternura y rabia, temas que van desde el amor y el enamoramiento que despierta un galán de telenovela, hasta el engaño y el desamor. El cierre de la obra, es una suerte de regreso al principio, pues la primera pareja que coquetea pero no se compromete, vuelve al escenario y esta vez, es ella quien se le declara a él, pero las cosas no terminan como podríamos preverlo.

Los cambios de luces y la canción al inicio y al final de la puesta, complementan el juego escénico, que nos revela las distintas caras del amor y las formas de amar. Los detalles más resaltantes se observan en las interpretaciones, los cambios de voz, tonalidades y personalidades fueron correctamente trabajas por los actores. Sin embargo, una única observación sería respecto al decaimiento en la energía y dinámica de la obra, producida por los cambios de escena y vestuario, lo cual no deja de ser comprensible porque son dos actores resolviendo todos los cambios.

“Medias Naranjas”, es una obra compuesta por historias cómicas e hilarantes, que exploran las distintas aristas de un sentimiento universal y complejo como es el amor. 

Maria Cristina Mory Cárdenas
26 de setiembre de 2019

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