jueves, 17 de octubre de 2024

Crítica: LA GEOMETRÍA DEL TRIGO


Tejiendo entre el pasado y el presente

La obra La geometría del trigo, escrita por el dramaturgo español Alberto Conejero, llega a la escena limeña bajo la dirección de Daniel Goya. Ganadora del Premio Nacional de Literatura Dramática 2019 en España, esta pieza teatral presenta una dramaturgia compleja donde dos líneas temporales se entrelazan para revelar un pasado familiar oculto que resuena en el presente.

La trama sigue a Joan, quien debe realizar un viaje al pueblo de su familia para asistir al entierro de su padre, a quien nunca conoció. Lo que parece ser un acto protocolar de despedida es el detonante para un viaje al pasado, que estará cargado de secretos y tensiones familiares que han repercutido durante años en la identidad y vida de todos los involucrados. Conejero ha tejido una obra en donde el presente y el pasado, la verdad y lo oculto, se funden en un juego narrativo que invita al espectador a reflexionar sobre los vínculos invisibles que nos atan al pasado.

Por otra parte, la dirección de Daniel Goya resalta la naturaleza dual de la obra, manejando de forma impecable las conexiones entre las escenas del pasado y el presente. En estas transiciones, por medio de una carta, el personaje de la madre Beatriz va narrándole a su hijo Joan lo que sucedió antes de que naciera y revelando la razón por la que nunca conoció a su padre. Este personaje, crucial para entender la trama, es el nexo entre los dos horizontes de tiempo y es quien conduce al espectador a un viaje al pasado logrando engancharnos a la historia. Así, dos historias avanzan de forma simultánea: por un lado, Joan y su esposa camino al entierro van discutiendo diferentes aspectos de su vida y su relación en crisis; y por otro lado, una joven Beatriz embarazada nos muestra su vida en el pueblo, aparentemente feliz con su esposo Antonio y su madre, pero que se ve afectada por la llegada de Samuel, un viejo amigo de Antonio, quien le hará una oferta de empleo interesante pero que podría significar el quiebre de su familia.

Por otra parte, Goya acierta al enfatizar la poesía de los textos de Conejero, a través de escenificar los simbolismos. Por ejemplo, la escena en donde se proyecta un video sobre el hallazgo de un fósil y luego, los personajes de Joan y su esposa Laia recrean la misma posición de los fósiles, que simboliza ese pasado oculto que quedó enterrado, pero del cual ellos son piezas. Asimismo, la proyección de las grietas nos hace pensar que en esta historia dividió a una familia y todos los integrantes llevan su propia grieta.

En cuanto a las actuaciones, el elenco conformado por Jorge Bardales, Fiorella Díaz, Pedro Ibáñez, Andinnia López-Cano, Aníbal Lozano Herrera y la destacada interpretación de Pilar Núñez, ofrece una interpretación sólida y cargada de matices, logrando sostener la carga emocional de la obra de forma natural y cercana, permitiendo al público verse reflejado en la historia de vida de esta familia.

En resumen, La geometría del trigo parte de una dramaturgia poética que ha sido llevada a escena con éxito. La dirección de Goya y las actuaciones nos hace sentir y conectar con esta historia familiar que bien podría ser la de cualquiera de nosotros.

Alexandra Valdivieso Chudán

17 de octubre de 2024

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