miércoles, 3 de agosto de 2011

Crítica: EL SASTRECILLO VALIENTE

Ingeniosa propuesta infantil

El dramaturgo y director Alexander Pacheco y su grupo Ayepotamono continúan con la difusión de obras para toda la familia, en la que comparten con el público historias del imaginario europeo: en el 2009 llevó a escena Guillermo Tell en el Goethe-Institut de Lima, basada en la conocida leyenda suiza; y en el 2010, Juan sin miedo, en el Centro Cultural Ricardo Palma, una adaptación de la historia de los Hermanos Grimm. Pacheco desarrolla propuestas corales, en las que los actores interpretan varios papeles, acompañados por música en vivo como la guitarra o el piano, y que motiven la reflexión del público. En esta oportunidad Pacheco elige llevar a escena nuevamente una historia de los hermanos Grimm: El sastrecillo valiente, que consigue entretener sanamente a los más pequeños.

El sastrecillo valiente, en versión y dirección de Pacheco, acierta al no convertirse en un cuento teatralizado más, sino que aborda la historia desde el punto de vista de un niño llamado Sebastián, quien es castigado por mala conducta por el director de su colegio y debe presentar un informe sobre alguna historia de los Hermanos Grimm. Es entonces que a través de la lectura, descubre el cuento en cuestión, y con la aparición de dos tramoyistas, es teatralizado en escena. Un humilde sastrecillo es confundido por un héroe popular, al pregonar a los cuatro vientos que mató a siete con una sola mano, cuando en realidad se trataba de siete moscas. La aparición de dos gigantes que amenazan la tranquilidad de su pueblo lo llevará ante el Rey, quien le ofrecerá la mano de su hija a cambio de librarlos del peligro. El ingenio y la valentía harán que el sastrecillo cumpla su objetivo y que Sebastián aprenda una valiosa lección. Una ingeniosa vuelta de tuerca que distancia a esta propuesta teatral de otras mediocres y facilistas obras infantiles.

Participa la troupé habitual del grupo Ayepotamono: Reynaldo Arenas, Percy Williams, Nicolás Lamas y Patrick Martel, todos ellos interpretando con entusiasmo sus roles, bien aprovechados en escena por el director (quien los había dirigido anteriormente en Guillermo Tell). Acompañan en esta oportunidad los jóvenes actores Vitto Landavery y Ximena Vidaurre Fox, quienes a pesar de su corta edad, ya demuestran aplomo y gran seguridad escénica. Acaso la mayor dificultad que enfrenta el montaje (por cierto, fácilmente solucionable), sean los cambios de escena, aún demasiado dilatados, que impiden la total fluidez de la acción dramática. Agradecido acompañamiento en vivo del pianista Christian Hurtado. El sastrecillo valiente, presentándose actualmente en el Centro Cultural Ricardo Palma de Miraflores, es una buena opción para disfrutar con toda la familia.

Sergio Velarde
04 de agosto de 2011

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