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miércoles, 29 de marzo de 2023

Crítica: EL FABULOSO VIAJE DE CHRISTIAN ANDERSEN


Un viaje impredecible

Después de muchos años en el oficio de la crítica teatral, puedo asegurar que reconozco qué elementos hacen que un montaje para público infantil y familiar funcione. En primer lugar, tiene que ser muy dinámico con el fin de que los pequeños espectadores no se aburran. En segundo lugar, es importantísimo saber que la cuarta pared siempre se rompe y la improvisación frente a la interrupción de los niños tiene que ser muy asertiva e imaginativa. Y finalmente, lo fundamental es nunca subestimar al público y asumir que no están preparados para lenguajes y narrativas con un poco de complejidad. Los niños, actualmente, tienen una gran capacidad para inferir situaciones y aburrirse ante lo predecible. La mejor referencia del teatro para la familia fue definitivamente el dramaturgo y director Ismael Contreras y su colectivo Palosanto Teatro.

Hans Christian Andersen (1805 – 1875), escritor y dramaturgo, destacó en contar historias para niños; las cuales, luego de investigar y leer, concluí que aborda el tema de la inocencia, el desarrollo emocional, el desamparo y la empatía. Él se inspiró en tradiciones populares y narraciones mitológicas extraídas de fuentes alemanas y griegas. No obstante, este montaje no es de Andersen; le pertenece al dramaturgo Julio Martí Zahonero, quien escribe esta pieza en una especie de homenaje. El montaje es una síntesis de varias obras de Andersen como El Patito Feo, La Sirenita, El Soldadito de Plomo, Pulgarcita, entre otras. La historia no era sencilla de entender, pues tenía muchos giros y muchos conflictos. Esto último, en el teatro infantil muchas veces puede que no funcione.

El aspecto más resaltante fue, sin duda, las actuaciones de Renato Piaggio y Gabriel Vargas, como el protagonista; estas fueron limpias y claras. Adicionalmente, los vestuarios y la escenografía fueron excelentes. También la utilería fue muy de acuerdo con la historia. El color es fundamental en una presentación para niños, pues los mantiene concentrados.

Por otro lado, creo que mi crítica iría dirigida más al dramaturgo que a los actores o a la productora. Personalmente, no me pareció una historia sencilla ni clara, pues precisamente en un intento por hacer un homenaje al autor, creaba una trama muy confusa para un niño. De hecho, hacia el final de la función, los pequeños ya se sentían un poco distraídos. La dramaturgia pudo ser mejor, pues recomiendo historia con conflictos simples, pero donde la lección moral sea muy potente y universal. Después de años mirando teatro para la familia e infancia, concluyo que esta es la clave del éxito.

Finalmente, El fabuloso viaje de Christian Andersen fue un montaje con muchos aspectos positivos, especialmente desde lo estético y visual. Felicitaciones a la productora.

Enrique Pacheco

29 de marzo de 2023i

lunes, 27 de marzo de 2023

Entrevista: CONNY BETZABÉ


“Escribo crítica con la mirada limpia.”

El FITEC 2023 - Ficciones Teatrales en construcción se encuentra en cartelera de manera presencial en su séptima edición. Las últimas funciones serán el viernes 30 de marzo y el sábado 1º de abril, con ingreso libre en el Teatro Roma. Participa en dicho evento escénico nuestra reciente colaboradora Conny Betzabé, quien nos compartió sus experiencias y puntos de vista sobre su oficio.

FICCIONES TEATRALES EN CONSTRUCCIÓN (FITEC) es un ciclo de propuestas escénicas producto del trabajo de investigación de los egresados de la carrera de actuación, las cuales consisten en presentar nuevas puestas teatrales. Siendo estos trabajos equivalentes y parte de una tesis académica, la Escuela busca visibilizar sus trabajos de investigación apoyando la búsqueda de nuevos lenguajes, nuevas estructuras formales y nuevas maneras de relacionarse con el espectador. Además, se busca enfatizar que los trabajos de los estudiantes teniendo en cuenta un enfoque multicultural que se demuestre a través de la forma de representación e investigación.

En esta edición las acciones de los participantes serán adaptadas y dirigidas por la Directora de la Escuela, Lucía Lora, junto a la docente e investigadora Yasmín Loayza bajo la modalidad de casa tomada, generando una sola unidad dramática y un metadiscurso.

Sergio Velarde

27 de marzo de 2023

Entrevista: GEAN POOL UCEDA


“El teatro es la trinchera de todos los artistas y comunicadores que se quieren expresar.”

El unipersonal Drag será repuesto en el Teatro de Lucía; por tal motivo, Oficio Crítico entrevistó a su autor y director Gean Pool Uceda. La pieza es interpretada por Tomás Carreño, con la dirección adjunta de Mirella Ibáñez. Se presentará por dos únicas funciones: el 31 de marzo y el 01 de abril, con la producción de La Causa Teatral, Compañía Peruana de Teatro en Buenos Aires.

Tras su exitosa temporada en Argentina, Drag muestra a un hombre que pierde su trabajo por la desinhibición que le produce el alcohol. En la búsqueda de un nuevo trabajo, poco a poco va ingresando a un mundo especial, que lo aleja de los problemas y de beber y lo sumerge en la experiencia de vivir en un mundo de liberación y desinhibición absoluta y real, donde nada es cuestionado y hay una aceptación total, incluso de su propia sexualidad. Todo esto lo cuenta en medio de su preparación para presentarnos a su personaje drag queen.

Rompiendo las barreras, «Drag» propone un montaje personal desde un personaje sencillo, pero que en la música, baile y actuación logra conocer una parte de sí mismo que resulta devota al espectáculo. De la mano del clown y la desinhibición de Veneno, llega a escena una Drag única y apta para todos.

Sergio Velarde

27 de marzo de 2023

viernes, 24 de marzo de 2023

Evento: DÍA MUNDIAL DEL TEATRO 2023


Mensaje escrito por la actriz egipcia Samiha Ayoub

Creado por el Instituto Internacional de Teatro (ITI), el Día Mundial del Teatro se celebró por primera vez el 27 de marzo de 1962, fecha de apertura de la temporada del “Teatro de las Naciones” en París. Desde entonces, cada año en esa fecha se celebra a nivel mundial, suceden actividades y eventos relacionados con la escena. Uno de los más importantes es el mensaje internacional por parte de una figura de talla mundial por invitación del ITI. En este mensaje, una persona de relevancia comparte sus reflexiones acerca de la cultura y el teatro.

Fue el poeta, dramaturgo y cineasta francés Jean Cocteau quien pronunció el famoso Mensaje Internacional del Día Mundial del Teatro por primera vez. Después, otros nombres destacados le siguieron como Arthur Miller, Laurence Olivier, Pablo Neruda, Richard Burton, Antonio Gala, Humberto Orsini, John Malkovich o Darío Fo.

Este 2023, es la actriz egipcia Samiha Ayoub la encargada de dar dicho mensaje. Conocida por su trabajo en teatro, cine y televisión. En 2015, recibió el Premio Nilo en las Artes​ y en el mismo año, la gran sala del Teatro Nacional recibió su nombre, en honor a su destacada carrera en cine y teatro, y sus contribuciones a las artes teatrales en Egipto.

24 de marzo de 2023


miércoles, 22 de marzo de 2023

Crítica: A SALVO


Ser una misma

Poderosa y profundamente honesta, así se muestra Jimena Ballén Tallada en su unipersonal testimonial A salvo, dirigido por Paloma del Carpio, con el cual, TRÁNSITO – Vías de Comunicación Escénica vuelve a los escenarios este 2023, en el Galpón Espacio en Pueblo Libre.

La propuesta se basa en acontecimientos de la vida de Ballén, quien además de actriz, es coach ontológica. Así, sobre un escenario simple, con elementos de vestuario, un ingenioso cuadro como proyector de imágenes, música y el juego de luces, la historia transita entre la ficción y la realidad, tocando temas como la relación con nuestros cuerpos, la violencia de género, los estereotipos y prejuicios sociales, la relación con la comida, la gordofobia, entre otros. Con aplomo, la intérprete narra momentos claves de su vida familiar, su lucha constante en la carrera del arte y el duro camino hacia la aceptación de su cuerpo; en suma, hace al público testigo de su proceso de transformación interior, logrando fortalecerse como mujer. El drama y el humor se funden, convirtiendo este íntimo hecho escénico en colectivo, pues a medida que la puesta avanza se genera un nexo natural con el espectador.

A salvo es un valioso recordatorio de que siempre hay una oportunidad para reencontrarnos con quienes somos, que es sano cuestionarnos acerca de nuestros miedos y que nuestra valentía nos ayuda curar nuestras heridas. Una inspiradora propuesta testimonial que celebra con un contagioso baile, ese momento en que ser una misma está bien, y es ahí tal vez donde encontramos ese espacio para sentirnos a salvo.

Quedan dos funciones este 24 y 25 de marzo.

Maria Cristina Mory Cárdenas

22 de marzo de 2023

martes, 21 de marzo de 2023

Crítica: OFF MAN, ÚLTIMOS DÍAS DE PHILIP SEYMOUR HOFFMAN


¿Cómo trabajar duro con honestidad?

Alguien en escena usa una máscara e inevitablemente aparece la teatralidad. Utilería que nos induce a algo realista y la iluminación, como el sonido, nos transporta a los lugares mencionados en la obra. Es claro que se desarrolla la representación de algo. Según se entiende, días previos a la muerte del actor Philip Seymour Hoffman. Pero vamos por partes. Ese alguien en escena, ¿quién es?, ¿dónde está? Y sobre todo, para que funcione, ¿qué quiere lograr? Tanto el personaje como el actor. Quiero decir, ¿para qué se nos relata lo que se nos relata en escena?

Cualquier vida presentada o representada en escena, en principio, al menos tiene que ser entendida. Y no me refiero a que el público se lleve una idea concreta y cerrada, no. Sino a tan solo lograr escuchar lo que se dice, porque para algo se dice. Entonces, ¿a quién le hablamos cuando estamos en escena? ¿A sí mismo? ¿Alguien imaginario? ¿Una imagen del pasado? ¿A mi yo futuro? Independientemente de eso, sabemos que hay un público. Y es obvio que es para ellos. Entonces, ¿por qué hablar para adentro? Los estímulos se dispersan y con ello la conexión con el espectador. Se vuelve tediosa la escena, se pierde información, incluso el interés. A menos que esa sea la intención...

Se nos representa así una mezcla entre teatro realista, pues el uso de objetos y el comportamiento eran los precisos y exactos mencionados en el relato, cayendo en gran parte del espectáculo en un poco más de lo mismo. ¿Por qué graficar el conflicto? Además, este, cuando aparece, es más fuerte que cualquier droga que se use para detenerlo. Dónde quedó la ¿imaginación?, ¿exploraciones previas en el proceso creativo?, ¿composición?, ¿dirección? ¿Cuál sería aquella inspiración recogida de los últimos días del actor?

Asimismo, la iluminación y los efectos de sonidos transportan a distintas posibilidades que son desaprovechadas por la composición escénica del cuerpo del actor, no se llega a lo surrealista ni a lo absurdo, sino a algo que no tiene conclusión. Y sin ánimos de calificarlo o adjudicarle alguna categoría teatral específica, la pregunta en cuestión es: ¿Para qué llevamos lo que llevamos a escena? Si bien es cierto existe un grado de compromiso en el actor, entra a jugar, pero ¿hasta qué punto? Nos mira muy pocas veces, la cabeza gacha, o “manías” adjudicadas al personaje hacen que no se concreten las acciones. Juega solo y nos pierde. Quizá como parte del personaje, pero este tampoco se encuentra compacto, en rigor, ni flexible. Hay un desvarío entre los textos que va monologando, pero no pasan por el cuerpo del actor, quien por cierto ha alterado su aspecto físico para lograr representar al personaje. A estas alturas, solo queda mencionar que es muy difícil ser honesto sin el reconocimiento del cuerpo propio y de los otros.  

La aparición de otro en escena (parte del staff), le agrega un sentido lúdico a la escena, pero ¿cuál la necesidad? Se genera un bombardeo de estímulos, todos como soporte gráfico del texto, no permiten que el espectador sea libre de componer una poética propia a partir del material propuesto. El trabajo se reduce a un sencillo relato, que nos cuenta los últimos días de un famoso actor, pero ¿qué pasa con las personas que no conocen nada, ni referencias, ni tiene afinidad por este?

Tan simple; darle el tratado de ser alguien, está en alguna parte, quiere algo y tiene el impedimento de lograrlo. Volver a las bases del juego, luego se sigue el impulso creador. La sencilla y puntual situación. O las circunstancias que se van comprendiendo en el transcurso del monólogo, pero sin lo básico, solo se dice un texto que, en este caso, no se logró escuchar ni entender para qué se decía al cien por ciento.

Conny Betzabé

21 de marzo de 2023

Crítica: EL SOPLADOR DE ESTRELLAS


¿Puede la amistad encender estrellas?

El maestro Bornolio es un solitario científico dedicado ahora a su mayor creación: el "Estelaeróforo Retráctil", un artefacto que emplea para apagar estrellas; no obstante, este no puede hacerlo solo, necesita un ayudante y es así como llega Cibelina, llena de energía y vitalidad, cual estrella dispuesta a colaborar con el maestro. Ella, sin saber, claro está, que tenía un artefacto con el cual estaba apagando las estrellas, con lo cual no estará muy de acuerdo; es así que se va desarrollando un vínculo muy curioso y mágico entre ambos, que nos enseña que el poder de estar en compañía y compartir nuestras experiencias y sueños con alguien del corazón puede encender estrellas.

Un escenario que da la impresión de ser un gran observatorio o un lugar donde puedes desplazarte a voluntad y volar por el espacio exterior con el "Estelaeróforo Retráctil", con elementos mínimos y casi hechos a mano, que son bastante funcionales para mostrar una obra aleccionadora y muy entretenida; que junto a un vestuario diseñado principalmente en colores primarios, atraen muchísimo los sentidos de los espectadores.

A destacar el trabajo de Manuel Calderon como el maestro Bornolio y Ximena Arroyo como Cibelina, son realmente dos viajeros estelares, llenos de energía que invitaban constantemente al público a ser partícipe de lo que sucedía; con Bornolio, tenías la sensación, al inicio de la pieza, que era como una estrella agonizante, pesada, atrapado en su soledad; al llegar Cibelina, con una energía total, le irá enseñando la importancia de que podemos elegir qué hacer y es así como Bornolio se transforma en una estrella vivaz, que lo lleva a reflexionar acerca de su oficio y que no siempre está destinado a hacerlo de una determinada manera.

Resaltar también cómo los niños se sienten a cada instante parte vital de lo que ocurre y en total conexión. Se nota en la dirección, a cargo de Yasmin Loayza, el corazón que le imprimió a cada detalle y que se siente muy familiar.

Manuel Trujillo

21 de marzo de 2023

sábado, 18 de marzo de 2023

Crítica: POL


La posesión

El 2 de abril de 1975 se estrenó en el Comedy Theater de Londres la versión teatral de El exorcista, la obra literaria de William Peter Blatty y famosa película de los años setenta. La actriz que interpretaría a Regan, la protagonista, fue Mary Ure, quien era para entonces una veterana actriz de 42 años. La noche del estreno fue un rotundo éxito. La caracterización de Ure y su realista actuación impresionó enormemente al público. La mañana siguiente del estreno Peter Coe, director de la obra, acudió al hotel donde se hospedaba la mujer para mostrarle las elogiosas críticas de los periódicos y se encontró con una imagen terrorífica: Mary Ure se encontraba muerta sobre la cama, con los brazos en cruz, cortes y rasguños por todo el cuerpo y restos de vómito por todas partes. (1) Confieso que a los temas de misterio y lo paranormal les tengo particular respeto y cuidado. En primer lugar, quiero felicitar a Dramarte Producciones por tocar un tema raramente visto en el teatro peruano: el terror. En específico, quiero resaltar que Pol se realizó con mucha seriedad

Lamentablemente, no puedo particularizar las actuaciones, pues en la nota de prensa no se indica claramente cuáles actores se presentaron. Como crítica constructiva quisiera solicitar una mayor claridad en el material promocional, pues la agrupación teatral tiene mucho potencial y futuro artístico. En ese sentido, la actuación más resaltante fue definitivamente la del actor que hizo del protagonista Pol. La escena más potente y cruda fue la de la violación, donde claramente el dramaturgo se inspiró en la película Irreversible (2002) de Gaspar Noé, un clásico del cine independiente francés. Obviamente, se cuidó el pudor de la actriz, pero los sonidos de llanto y desesperación fueron muy realistas e impactantes. El actor que interpretó al enemigo de Pol dentro de orfanato llamó la atención, pues pasó de ser un personaje neutro para representar la maldad pura, principalmente por la mirada; la invocación que hizo en escena fue demasiado realista y me atrevería a decir que impresionó al público, al cual suelo mirar cuando intuyo que ha sucedido algo interesante en el escenario.

Siendo estricto, las actuaciones pudieron ser mejores y creo que muchos de los jóvenes intérpretes se encuentran aún en proceso de formación actoral; sin embargo, me inclino por defender este montaje. En primer lugar, lo importante del teatro es tener un sentido de realidad y mantener una relación con el público. Pol, de lejos, impresionó y en ciertos momentos, hasta provocó terror en el público. El público tiene derecho a ver algo que lo emocione. Y en segundo lugar, ¿de qué sirve presentar algo con una cierta técnica vocal o movimientos que siguen reglas de teatro físico, si lo que se presenta o es muy abstracto o no se cuenta ninguna historia interesante? A los actores les faltaba organicidad, es decir, que el cuerpo también “hable” la acción que se está realizando; no obstante, la historia era tan potente y original que ese detalle pasó desapercibido.

Quiero felicitar a Dramarte Producciones y al dramaturgo y director Jerick Tello por presentar una obra con mucho potencial. Éxitos.

Enrique Pacheco

18 de marzo de 2023

(1) Programa Cuarto Milenio. Autopsia a El Exorcista. Programa del periodista de misterio Iker Jiménez. https://www.youtube.com/watch?v=phPvbmHzVxs

viernes, 17 de marzo de 2023

Crítica: EUTANASIA


La decisión de morir

Resulta muy necesario anotar algunos antecedentes acerca de la irregular pero ininterrumpida carrera teatral de Gianfranco Mejía, antes de proponer la reseña de una pieza de su autoría, titulada Eutanasia (2017) a secas, reestrenada actualmente en el Centro Cultural Ricardo Palma. Y es que sí puede afirmarse, sin duda, que el oficio y la perseverancia que viene consiguiendo Mejía como dramaturgo, director y actor va rindiendo sus frutos: sus últimos proyectos estrenados el año pasado, La crisis de los tres años y El último estreno, delataban una sana evolución como artista escénico, con interesantes giros en sus historias y un manejo de dirección funcional, así como un mayor aplomo en los roles que le tocaba interpretar. Es por ello que al retomar uno de sus primeros textos escrito hace seis años, se extraña inevitablemente al Mejía autor y director del presente; no obstante, a pesar de todos los contratiempos que tuvo (y tiene) para sacar adelante Eutanasia, la obra mantiene su dignidad y se deja ver.

La historia es en sí muy sencilla, a pesar del ENORME (así, con mayúsculas) tema que plantea, como lo es el suicidio asistido. Una joven afectada de esclerosis múltiple no puede soportar el dolor que padece y toma la drástica decisión de terminar con su vida, poniendo en jaque a su familia, que no sabe si aceptar o rechazar su petición. La obra transcurre de manera lineal sin tropiezos, pero la decisión final que toman los padres, que es el conflicto central de la trama, se siente muy apresurada. Se extraña además, un mayor desarrollo de los personajes, una exploración más profunda del mundo interno de la paciente y un mejor aprovechamiento del espacio que ofrece el centro cultural; la proyección del video inicial, por ejemplo, debe ajustarse con la posición de los paneles en escena. A pesar de todo, la trama principal tiene la suficiente fuerza como para seguirse con interés y nos dejan un par de secuencias muy conmovedoras.   

Por otro lado, los problemas no dejaron de afectar a la puesta: el estreno oficial fue postergado una semana; un quiebre de salud afectó al primer actor nacional Hernán Romero (cubierto de manera efectiva por Percy Williams) en el papel del doctor; y además, horas antes de la segunda función, la primera actriz Haydeé Cáceres fue internada de emergencia (siendo reemplazada de manera admirable por Ena Luna). Sin embargo, Mejía se sobrepone a las dificultades y sabe salir adelante, especialmente con el apoyo de los sólidos actores con los que cuenta, como Milagros López-Arias, Gianiré Rosalino y Pedro Olórtegui. Eutanasia, en este su tardío reestreno, mantiene el interés y bien merecería un tratamiento escénico con un mayor vuelo creativo que el Mejía del presente es muy capaz de otorgarle.

Sergio Velarde

17 de marzo de 2023

miércoles, 15 de marzo de 2023

Crítica: RELATOS (IN)CONEXOS


El hilo invisible

Escrita y dirigida por Paola Vicente, Relatos (in)conexos, es una pieza de autoficción que nos presenta seis historias aparentemente desvinculadas unas de otras; sin embargo, un hilo invisible las conecta, a través de una mujer que explora su mundo interior, en los tiempos de encierro debido a la pandemia.

La experimentada actriz Karina Jordán interpreta a Paola (la dramaturga), siendo a la vez la narradora y encarnando a todos los personajes de cada relato. Sin duda, un trabajo riguroso y sólido el que realiza Jordán, quien con un mobiliario simple, compuesto por un escritorio y un mueble, además de proyecciones en pantalla, representa el imaginario que da vida a los recuerdos familiares, la supervivencia en pandemia, un episodio que alude a los tiempos del terrorismo, los sueños y premoniciones desde la mítica cultura maya, la historia de una niña llamada Viola y un día cotidiano que se sale de control en medio de la cuarentena. Precisamente, los escritos surgen en la difícil etapa de encierro que todos hemos transitado en los últimos años, revelando temas diversos que el espectador puede deducir como ciertos o no, pues se trata de una técnica narrativa en la que el autor mantiene su identidad, dentro de un texto ficticio.

Relatos (in)conexos, en breve temporada en el Teatro de la Universidad del Pacífico, es una notable propuesta que combina con acierto los recursos audiovisuales con el trabajo escénico. Ello: recopilando recuerdos, cerrando viejas heridas o conciliándose con el presente; vivencias en las que podemos vernos reflejados. Reconociendo además que la escritura es un valioso medio para plasmar nuestros miedos, dolores y claro está, nuestros ansiados momentos de alegría.

Maria Cristina Mory Cárdenas

15 de marzo de 2023

lunes, 13 de marzo de 2023

Crítica: DRAG


La necesaria apropiación

La escena teatral contemporánea está compuesta por, en mayor parte, unipersonales. Ya sean trabajos testimoniales, autoficcionales, microrrelatos, biodramas, etc. Pero no siempre son trascendentes. Porque normalmente estas propuestas son entendidas de manera desasociada. Es decir, un actor/actriz coge o crea un drama, un texto y lo lleva a escena, al teatro. Pero se olvida de la dramaturgia, aquel espacio de mediación en el que coexisten teatro, actuación y drama. Donde se compone una experiencia efímera más allá de un texto o partitura. Por esta razón, me arriesgaría a asegurar que Drag cumple con una dramaturgia que se piensa y realiza alrededor de estos factores, se sostiene y culmina victoriosa, pasando a ser memorable.

Tomás Carreño, parte entonces de lo generado en su labor como actor y payaso con destreza expresiva, manejo total de su instrumento corporal y nos obsequia un personaje particular, gracias al sencillo texto y dirección de Gean Pool Uceda. Pero eso es lo que todo espectáculo debería tener; lo destacable aparece cuando Tomás se establece, respira el acontecimiento y se vuelve dueño de un espacio escénico real/ficcional. Él es consciente de todo aquello que está a su alrededor, el público lo acompaña, está presente todo el tiempo, lo sabe y se aprovecha de esto, se apropia del discurso, del silencio, de la forma. Falla, disfruta el error, se excede del famoso juego del 1, 2 y 3 pues el tiempo en el teatro puede y no sostenerse, todo depende de cómo juegue el actor. Y él nos mantiene a la expectativa, porque ha logrado lo que muchos no, por el sencillo y amable detalle que maneja como un plus, existe en él un deseo de comunicación. A través del juego que sostiene a manera de simple chisme. Cómo nos encanta. Y nos comparte el viaje del personaje manteniéndonos a la expectativa para finalizar, estoy segura, causando un grado de fraternidad. Pues nos va ganando en todo el proceso, tanto que queremos que todo le salga bien. Para concluir con un final inesperado, pero un gran final. Que engloba todo lo que concierne al conocimiento, trasformación y aceptación de ser un Drag. Y así, más allá o más acá del texto, se resuelve en el encuentro inestable de los elementos que componen la experiencia escénica consiguiendo una consecuente dramaturgia.

Además, el formato de relato que nos comparte contiene de cierta manera y acertada, un modo de resistencia contra la imposición de mitologías producidas por las industrias hegemónicas. Cae el mito y tabú acerca del mundo Drag. Ya que, con toques de chisme nuevo, es utilizado como herramienta para que el personaje se distinga como sujeto. Pero al mismo tiempo siendo ficción, lo aceptemos con todos sus errores, deseos y sueños, que en el transcurso de la narración nos va confesando, o quizá que nosotros como público, construimos. Pues tradicionalmente somos seres que inventamos fábulas para encontrar un sentido a la experiencia vivida sea esta caótica o inconexa.

Por último, destacar esta propuesta escénica por la labor del actor, pues no todo aquel que pisa un escenario tiene en cuenta el factor comunicación, donde el espectador es un siempre posible receptor-emisor y que incluso, a partir de ello, de la mirada abierta y horizontal al público se pueden generar lazos que en el cotidiano tanto nos rehusamos a experimentar. Carreño logra su cometido como actor y emisor de algo más grande y el público, receptor juega presto siempre dispuesto a escuchar y observar con atención. No obstante, no solo hay que saber ganarse al público, hay que tenerlo de nuestro lado todo el tiempo. Y con esto no me refiero a que nos amen o apoyen, sino que, en una sociedad sobreestimulada como en la que vivimos, incluso sacar provecho de estos mismos medios, como redes o plataformas audiovisuales para componer escénicamente, y mantenerlos expectantes al hecho escénico sin que nos saquen la vuelta mirando al reloj, pensando en qué comerán más tarde o si sacó o no a pasear al perro, es destacable. Porque ojo, no porque alguien haya pagado una entrada para ver el espectáculo, ya asegura que se involucrará con nuestro arte.

Conny Betzabé

13 de marzo de 2023

domingo, 12 de marzo de 2023

Crítica: LA MANCHA


Perspectivas de un reencuentro

Sin duda, los vínculos amicales forman parte fundamental en nuestra vida, pues son las personas que elegimos libremente para compartir nuestras alegrías y por supuesto, apoyarnos en los momentos difíciles. Es así que La mancha, obra ganadora del primer puesto del I Concurso Nacional de Dramaturgia LA IRA del año 2022, escrita por Natalia Cárdenas Claux y dirigida por Daniela Lanzara, aborda este tema con originalidad y dinamismo, en la temporada que se presenta en el Teatro de Lucía.

Talía (Cindy Díaz) llega inesperadamente a la ciudad, luego varios años de ausencia; su mejor amiga Juli (Lilian Schiappa-Pietra) la recibe con entusiasmo y organiza un reencuentro con los amigos de siempre: Sebas, Andrea y Jorge (interpretados por Sebastián Rubio, Alicia Mercado y Juan Carlos Pastor, respectivamente), desatándose una serie de revelaciones, entre ellas, un oscuro acontecimiento que pondrá a prueba esta larga amistad, a punto de mancharse irreversiblemente.   

Con un escenario sencillo, utilizando elementos funcionales como los marcos que fungen de puertas y la mueblería, primando los colores neutros que combinan con el vestuario de los personajes, además del cuadro, que tiene un significado importante dentro de la obra: son detalles acertados respecto a la parte visual. Por otro lado, el buen uso del recurso narrativo, que presenta el mismo hecho desde distintos puntos vista, es resuelto en escena con ingenio y destreza, mediante una suerte de cámara lenta (recurso audiovisual slow motion), que los actores ejecutan con precisión, pudiendo prescindir tal vez de algunos sonidos vocales, complementándose con el juego de luces y la música; así el público se vuelve cómplice del suspenso que genera la atmósfera creada en el montaje. Una mención aparte para las sólidas interpretaciones de Díaz y Schiappa-Pietra.    

La mancha es una interesante y original propuesta escénica, que da vida a un potente texto, el cual aborda un tema sensible, que sigue siendo el talón de Aquiles de nuestra sociedad, aprovechando a su vez los vínculos de amistad para mostrarnos las diversas personalidades, reacciones y valores de los seres humanos ante un hecho grave que requiere la toma de decisiones. En esta ocasión, el abanico de posibilidades deja al espectador la libertad de cuestionarse y decidir (o no) identificarse con alguna de ellas.

Maria Cristina Mory Cárdenas

12 de marzo de 2023

viernes, 10 de marzo de 2023

Crítica: LA MUJER CON CABEZA DE SERPIENTES


Cantar ¡ahora! el mito

Lejos de agotarse en sus numerosas y renovadas aproximaciones escénicas, el universo de los clásicos siempre será fuente de inspiración para interesantes propuestas y experimentos teatrales de todo calibre. Nos acompañaron incluso desde la virtualidad, en puestas solemnes (como en Titanomaquia, el fin de los Dioses, 2021) o disparatadas (como Capítulo 1: Cerro Olimpo, 2021). Actualmente siguen en cartelera piezas griegas imprescindibles (como Antígona) o adaptaciones libres que sirven para denunciar graves problemáticas de hoy en día (como Medusa, con la sangre en la cabeza). Justamente, este último personaje mitológico constituye el centro de atención de una virtuosa propuesta musical: La mujer con cabeza de serpientes, escrita y dirigida por Vanessa Vizcarra en el Teatro Británico.

Tomando como punto de partida el mito de la tejedora Aracne, Vizcarra asocia ingeniosamente estos tejidos con las redes virtuales, las que domina a la perfección este personaje: ahora Aracne es una muchacha hábil pero introvertida que trabaja en una plataforma virtual llamada Océano, creada por Poseidón y Medusa, en la que “navegan” millones de usuarios. La misteriosa desaparición de Medusa, las reales intenciones de Poseidón, la envidia de la diosa Atenea y su manipulación sobre Perseo son solo algunos de los conflictos que se desencadenarán en escena, en medio de vistosos y pegajosos musicales con voz en vivo, ejecutados con energía y precisión por el joven elenco, contando con la composición musical de José San Miguel, en diversos ritmos contemporáneos.

Resulta valioso el trabajo en conjunto de Vizcarra y la coproductora Fabiola Castro, pues todo el espectáculo luce sumamente atractivo, especialmente para los jóvenes que constituyen su público objetivo. Muy buen trabajo de los carismáticos Muriel García y Fausto Molina, así como del joven elenco que integran Deysi Forcades, María José Guerrero, Alejandro Holguin y Laynol Zavaleta. Mención aparte para los experimentados Pedro Pablo Corpancho y Brigitte Jouannet, quienes componen sólidos antagonistas. La mujer con cabeza de serpientes, entretenido thriller musical del que ya se anuncia una bienvenida reposición, cumple su cometido de acercar la riqueza de los clásicos a toda una nueva generación, actualizando las formas, códigos y formatos sin alterar la esencia del material original.

Sergio Velarde

10 de marzo de 2023

jueves, 9 de marzo de 2023

Crítica: ANTÍGONA


Desestabilizar el orden

Se ha vuelto a poner en escena una de las tragedias más conocidas del teatro, Antígona; por lo tanto, resulta importante preguntarse el porqué, ¿qué moviliza a los artistas escénicos a representar nuevamente una historia sobre el cuestionamiento del poder tiránico?, ¿cuál es necesidad de reinterpretar esta tragedia?, ¿hacerla más accesible al público o es que hay otra finalidad? En una versión libre de la obra de Sófocles, el director Dante Marchino junto a jóvenes actores (del elenco 2) se dan la tarea de enfrentarse a estos dilemas a través de un sólido montaje.

El texto consta de un tratamiento enfocado en desarrollar los aspectos psicológicos de los personajes para darles mayor profundidad, además de establecer los claros objetivos y conflictos que brinda la historia. Por ello han optado en juntar la estructura de la versión griega y ciertos diálogos del francés Jean Anouilh, no solo para que el público observe el enfrentamiento entre el accionar con justicia de parte de la heroína Antígona y el hecho cuestionable de cumplir la ley del dictatorial rey Creonte, sino para humanizar a estos solemnes protagonistas al exteriorizar sus sentimientos más puros. La intención de acercar la obra al espectador se hace evidente al contextualizarla en una época actual, en donde hay tecnología, conferencias de prensa, vestuarios modernos; aunque también hay indicios de corrupción en funcionarios, un país inestable, guerras, e incluso adivinos.

Toda esta atmósfera es bien aprovechada en la iluminación que delimita el poco espacio del escenario (en el teatro Barranco) brindando los focos de atención correspondientes para atender los diálogos íntimos, los monólogos o los cambios de lugar. El efecto de sonido de lluvia termina de envolvernos en el sentimiento de nostalgia que acompañan las impecables interpretaciones. Vale decir que se trata de un texto difícil, pero que se mantiene en buen ritmo por la rigurosidad de sus actores. En especial de Deborah Najar en el papel de Antígona, quien logra transmitir la fiereza, el temple y la ternura de este personaje muy complejo. A nivel general, hubo problemas de dicción, aunque mientras iba avanzando la función, los intérpretes tenían más seguridad al vocalizar sus parlamentos.

Se nota el empeño por hacer de la experiencia un evento que lleve al público a reflexionar sobre su relación con el poder y la sumisión ante las leyes hechas por mortales imperfectos, que podrían vulnerar los derechos del otro. Si la historia está obligada a repetirse, entonces el teatro volverá acontecer sin perder actualidad. Quizás puede cambiar de lenguaje, pero su esencia se mantiene intacta.

Christopher Cruzado

9 de marzo de 2023

martes, 7 de marzo de 2023

Crítica: HUMEDAD


Alegoría sobre el desgaste emocional

La humedad es aquella peligrosa condición que bien puede, por ejemplo, propiciar la aparición de microorganismos nocivos para nuestra salud. También se presenta en nuestro hogar de manera inadvertida y progresiva, siendo sus tempranas manifestaciones muchas veces ignoradas o no tomadas con la importancia debida. Es por ello que resulta muy coherente e ingeniosa la manera en la que la dramaturga mexicana Bárbara Colio ha emparentado la humedad con el gradual resquebrajamiento de la relación de una pareja. Humedad (2016) es, en resumidas cuentas, una bella y corrosiva pieza que nos muestra el desgaste al que toda pareja se encuentra expuesta, como lo hace la misma humedad en cualquier ambiente por más protegido que se encuentre.

En un pueblo rural, dos parejas ocupan habitaciones idénticas en un hotel, mientras la lluvia cae de manera incesante durante días en el exterior. La restauración del puente del poblado, los problemas con el itinerario de viaje, la compra de una necesaria lavadora y las paredes delgadas entre habitaciones que permiten escuchar incómodos sonidos son solo algunos de los sucesos que irán apareciendo, mientras los cuatro personajes (los Unos y los Otros) comienzan a mostrar signos de aburrimiento y desgaste provocados e intensificados por el obligado confinamiento y por el inevitable encuentro entre ellos. Dirigida y actuada por un inspirado David Carrillo, en complicidad con la muy eficiente actriz Anneliese Fiedler, la puesta en escena en el Nuevo Teatro Julieta destaca por el buen aprovechamiento del singular texto de Colio, sus funcionales escenografía y apartado técnico, y por las sentidas interpretaciones de la pareja protagónica, cada uno en doble papel.

“La humedad corrompe, destruye, agrieta, deforma, pudre; se cuela en cualquier espacio, atraviesa las paredes, las piedras, el aire, los huesos, la piel, nada la detiene. Invisible hasta que se convierte en ampolla, en burbuja, en moho, en hongo, en bacteria, en moco, en lubricación.” Colio explora con su texto cómo afectan la monotonía y la apatía a dos personas que se aman sinceramente, pero que no pueden hacer nada por evitar que estas se cuelen, como la humedad, en su relación sentimental. Humedad, montaje estrenado en el 2020 e interrumpido por pandemia luego de tres funciones presenciales, no solo es la sólida revancha teatral que Carrillo y Fiedler se merecen, sino que es una más que acertada alegoría del desgaste emocional en la pareja, representada en los efectos del persistente diluvio, que solo pueden combatirse con comunicación, empatía y verdad.

Sergio Velarde

7 de marzo de 2023

lunes, 6 de marzo de 2023

Crítica: STOCKMANN


Sin miedo al error

En la inagotable búsqueda por nuestra libertad, ¿de qué lado habitamos? La razón o el poder. ¿Alguna vez estas podrían ir de la mano? ¿Lo has pensado? El pensamiento es subversivo, revolucionario, despiadado con los privilegios, las instituciones, pero el miedo instaurado lo detiene, el miedo al fracaso. Eso, entre otras cuestiones, es lo que nos comparte esta acertada puesta en escena dirigida por Jimena Del Sante.

Entonces revisemos en qué extremo nos encontramos. Actualmente los medios de comunicación, los cuales juegan un rol importante en nuestras vidas, comparten titulares sobre huaicos y con ello, deslizamientos, las casas aledañas a las riberas del rio colapsan; existe una cada vez más creciente polarización social, ciudadanos que tienen razones y otros, el poder; animales muertos en el litoral peruano, una potencial influenza aviar sobrevolando nuestros sueños; los actos de violencia perpetuados por la estigmatización que entre todas y todos nos declaramos, incluso olvidando y pasando por alto vínculos tan fuertes que, en este caso, generaría la disputa entre dos hermanos quienes, como muchas y muchos hemos sido educados para evitar equivocarnos, negar el error o tenerle miedo al fracaso, al señalamiento de ser un enemigo del pueblo.  

Curiosamente, la experiencia escénica ha sido compartida en el Auditorio del Británico de Miraflores, el balneario favorito de la gran mayoría de peruanas, peruanos y todo tipo de viajeros. Lo cual potencia las interpretaciones que la propuesta genera. Esta es limpia, precisa y sencilla, pero eso no quita que tenga mucho riesgo en juego. Así pues, a través de la rigurosa y flexible labor del elenco de artistas que se sabe instalar desde la bienvenida, mirándonos a la cara y estrechando nuestras manos, se nos prepara para más adelante, al sabernos parte de la ficción, nos empapen de unas cuantas inevitables verdades.

La trama es clara, muy bien adaptada. Las emociones afloran en los actores, se torna ágil, dinámica y condensa la iniciativa original del autor. Stockmann es un muy buen trabajo, desde los elementos, actores, temática y la necesidad de ser llevado a escena. Cumpliendo así, como canal de comunicación partidarios del poder o de la razón, la función de cuestionarnos o incomodarnos a través de su arte.

De modo tal que lo que nos presentan es tan bien fundamentado, tanto por la razón y por el poder, que serían factores dentro de, como el ego y el miedo al error los que no permiten lograr tal objetivo de vida: vivir en libertad. Pues la necedad en ambos casos negaría el paso a la duda y por ende, las variadas perspectivas de la realidad. Así se observa a través de los personajes el desencadenamiento de delirios, donde cada uno de estos perdería el norte, pasando de la felicidad plena a la pérdida de la moral por el ímpetu del deseo motivado por el ego y del miedo también, a aceptar que somos humanos y cometemos errores. Pero sobre todo, el no saber lidiar y convivir con la idea de un otro. En consecuencia, se pierde el sentido y con ello, incluso se radicaliza el deseo. Stockmann desea un mundo mejor y se proclama solo, pero ha olvidado algo fundamental, trae de la mano a su mujer, su incondicional.

Conny Betzabé

6 de marzo de 2023

viernes, 3 de marzo de 2023

Crítica: LA OMISIÓN DE LA FAMILIA COLEMAN


Una familia donde todo es posible

Una familia donde todo es posible: la madre es hijo/a, las hijas son madre, los hijos son hermanos de la madre y la abuela, la abuela es hermano/a y compañera de juego de los que debieran ser su hija y sus nietos/as, etc.; sin embargo, nadie quiere ser ni la abuela ni el padre. Eso, y más, es La omisión de la familia Coleman, escrita por Claudio Tolcachir y dirigida por Lucero Medina Hú.

En el hecho escénico, no hay una gran historia que esté constituida de acuerdo a la concatenación de acciones que inevitablemente se dirijan a la resolución de su conflicto. La representación contiene varias historias que están constituidas de acuerdo a los deseos de cada personaje. Memé —madre de Verónica, Gabi, Damián y Marito, hijos de diferentes padres— desea encontrar un novio, ser joven, a alguien que la proteja —objetivo que intenta conseguir al coaccionar a la hija que no creció junto a ella, Verónica—; Gabi desea superarse económicamente y salir de la casa, razón por la que tiene un taller de sastrería en la casa; Damián desea salir de la casa, pero las pertenencias que sustrae de la gente no le es suficiente; Verónica, quien se ha criado fuera del entorno de la familia Coleman, la más “cuerda”, lucha entre ayudar o no ayudar, entre presentar o no presentar a sus hijos a su familia; la abuela, la matriarca de la familia, desea vivir tranquila, razón por la que sobrelleva los conflictos familiares, y de alguna u otra forma, sostener a la familia, a través de los pagos que realiza de los gastos de la casa; y Marito —así en diminutivo—, ¿qué desea?, las palabras y las acciones de este personaje son sintomáticos: habla, de a medias o de entero, de los secretos de la familia, lo cual pasa desapercibido dejando un eco silencioso; por otro lado, lucha contra los hijos de Verónica, su hermana, a quienes los llama enanos de manera peyorativa.

Todas esas historias colisionan una tras otra en el hecho escénico. Como parte de esa colisión, la puesta en escena muestra el taller de sastrería, la sala, la cocina, el excusado, la ducha, el tocador de maquillaje, entre otros, en el mismo espacio de la casa —visible al espectador. Asimismo, las escenas en la clínica, de acuerdo a la convención teatral, tienen lugar en la misma casa pero bajo códigos teatrales que lo diferencian. La familia, tanto en la casa como en el hospital, el mayor tiempo están juntos, y luchan una tras otra por imponer al otro su deseo, generando así todo un caleidoscopio de voces; toda una polifonía. De esa manera, podemos notar que “No se trata de un momento excepcional de la existencia, sino de la misma existencia” (Maeterlinck, como se citó en Zarrazac) que avanza cual tropel de manera intempestiva en un devenir discontinuo. Todo este caleidoscopio y el desorden del lugar —las ropas por doquier—, desde la propuesta escénica y el trabajo de los actores/actrices, muestran ya el seno desestructurado de la familia Coleman. Una familia que lucha entre el deseo de mantenerse unidos y abandonarse, donde lo que determina es la situación, que está constituida, uno, por la costumbre de los años de convivencia conflictiva y dos, la solvencia económica de parte de la abuela.

Sin embargo, a pesar de sus deseos, nadie es capaz de abandonar la casa. ¿Por qué? ¿Se debe a la fuerza que ejerce la situación? Si la abuela no se hubiera enfermado, si la abuela se hubiera desinteresado de los gastos de la casa, ¿hubieran seguido en la casa? ¿La abuela es el eje que sostiene a la familia? De alguna u otra forma, sí, puesto que solo después de que haya caído enferma, la familia empieza a desmoronarse más de lo que ya estaba. Ahora la abuela ya no puede pagar los servicios de la casa, como la electricidad, por consiguiente, no hay agua caliente en la casa. La familia confabula, en la clínica, para bañarse y pedir comida, como parte de los gastos de la abuela, a expensas de Verónica, quien se ha ofrecido para apoyar económicamente.


¿Por qué, a pesar de sus deseos de irse de la casa, nadie hace la retirada? En este punto hay un común denominador que atraviesa a toda la familia: el placer. Tienen una casa con los gastos pagados y la “comida servida”, y, a la vez, funciona como taller de sastrería. La realización del deseo de cada personaje, de alguna manera, involucra enfrentarse al displacer, a la realidad. Parafraseando a Freud, la realidad dice: “Alto, no puedes tener todo y ahora mismo lo que quieres. Tendrás que esperar y sacrificarte; tampoco eres el único, hay muchos que esperan”. Ninguno está preparado para afrontar la realidad, de lo contrario, ya se hubieran mudado de la casa. Mientras la casa, bajo el amparo de la abuela, alberga el principio del placer, nadie es, ni será, capaz de abandonar su comodidad. Sin embargo, cual niños batallan contra grandes monstruos en su imaginación, luchan por abandonar la casa. Se baten entre el deseo de permanecer en la casa y ser parte en la estructura social. Por otro lado, Hernán, taxista y pretendiente de Gabi, y el Doctor se presentan no solo como “integrados y funcionales” de la sociedad, sino también como desveladores de la situación problemática de la familia Coleman. Por ejemplo, ante el interrogatorio del Doctor por la conformación sanguínea de la familia, pretenden esconder el secreto que late en la superficie: “Una familia normal, como todas, con sus cosas. Anótelo (Tolcachir)”, la abuela responde al Doctor. Obviamente, las palabras de la abuela revelan una verdad que la familia pretende negar: todo lo contrario a una “familia normal”.

La desestructura de la familia Coleman y la estructura de la sociedad. En el seno de la familia Coleman, hay una gran ausencia: el límite. La estructura de la sociedad está llena de límites, de leyes. La única que se encuentra dentro de la estructura social es Verónica, la hija que no se ha criado con la familia. Solo dos miembros de la familia buscan ser parte de la estructura social: Gabi y Damián. Gabi, a través de su taller de sastrería y del pretendiente; y Damián, de la usurpación. Memé no hace más que buscar protección para satisfacer sus deseos, en su microcosmos, no le interesa ser parte de la estructura social. Marito, ¿qué se puede decir de él?, está protegido por la misma casa, es hijo de la casa, quizá por eso, al final, está solo en la casa; la casa lo acoge con una iluminación potente. La abuela, la matriarca, juega cual niña, o hermana, con sus nietos. Ante los conflictos familiares, solo trata de calmar y sobrellevar la situación. Quizá tal función, la de imponer el límite, le es pesada, razón por la que solo desea vivir tranquila. Incluso, cuando cae enferma, juega con la idea de la muerte frente a su hija y nietos/as. Lo cierto es que la ausencia del límite, en la obra, se vuelve central, hasta el punto de constituir la naturaleza desestructurada de la familia Coleman. Lugar que nadie desea asumir; lugar que, quizá, ya no tiene lugar.

La abuela, en la obra, funciona como el problema y la solución frente a su hija y sus nietos/as en relación al límite de la estructura social. Mientras vive, y en cuanto cubre los gastos de la casa, consciente o inconscientemente, mantiene a los demás dentro del principio del placer y fuera de la estructura social. Tras su muerte, al no haber nadie que cubra los gastos de la casa, se acaba el caldero del placer; por consiguiente, todos, a excepción de Marito, no tienen otra opción que buscar en otro lugar. Todos hacen la retirada, a su modo. Marito, quien se parece mucho a la abuela —si tan solo pudiera cubrir los gastos de la casa como la abuela, quizá no terminaría solo—, al no serle útil a los demás, sino más bien una carga, por su condición psicológica y la leucemia, termina solo y abandonado en la casa; omitido por la familia. Finalmente, la casa lo acoge como a su hijo con un potente rayo de luz, que también podría significar el camino hacia la muerte. 

Con La omisión de la familia Coleman, sin duda, una obra que refleja a muchas familias, por no decir a todas, en menor o mayor cantidad, uno termina por entender, quizá también comprender, en el fondo de su saber, que la familia es la institución más primitiva de la especie humana para su propia conservación. La familia salva, protege, al crío humano que nace prematuro, que no puede valerse por sí mismo; asimismo, pone límite para formar parte de la estructura social. De esa manera, la especie humana se perpetúa; o, en el peor de los casos, se destruye. En otras palabras, la familia, en su génesis y en su seno, contiene ya la protección y el límite, el placer y el displacer, la armonía y el conflicto, la conservación y la destrucción, con sus respectivas zonas grises. Lo que marca la diferencia, en lenguaje psicoanalítico, es la cantidad. Quizá, por esa razón, a pesar de las circunstancias y las adversidades, nadie está exento de abandonar con facilidad a la familia; salvo en casos excepcionales.

Ficha técnica

Dramaturgia: Claudio Tolcachir

Dirección: Lucero Medina Hú

Elenco: Pilar Núñez, Miguel Alvarez, Gerald Espinoza, Miguel Murray, Stephany Orúe, Yolanda Rojas, Angelita Velásquez Campos y Martín Velásquez.

Lugar: Teatro La Plaza

Bibliografía

Sarrazac, J.P. (2019). Poética del drama moderno. Artezblai S. L.

Freud, S. (2021). El malestar en la cultura. Alianza Editorial, S. A.

Tolcachir, C. (2005). La omisión de la familia Coleman. (s. ed.) https://pdfcoffee.com/la-omision-de-la-flia-coleman-2-pdf-free.html

Godo Lozano Ruiz

2 de marzo de 2023

Godo Lozano es Magíster en Estudios Avanzados de Teatro por la UNIR, España, y licenciado en Formación Artística, Especialidad Teatro, Mención Actuación por la ENSAD.

 

jueves, 2 de marzo de 2023

Crítica: BANDOLERO NIÑO


¿Cuán necesario es observar nuestro pasado y nuestros patrones históricos para comprender nuestro presente y tomar acción al respecto?

Un escenario vacío es ideal para empezar esta pieza teatral de los estudiantes de 8vo ciclo de la Especialidad de Teatro de la Facultad de Artes Escénicas de la PUCP. ¿Por qué es ideal? Porque la obra transcurre en los bosques alrededor del pueblo de Chiquián; y con el escenario, cada espectador puede dibujar dentro de sí el ambiente como lo desee, lo cual siento que hace que te involucres más en la historia. De hecho, para empujar aún más nuestra imaginación, las luces se vuelven un apoyo muy importante y crucial, ya que dan la sensación de un bosque profundo. A veces, con esperanza plena de vida y amor; a veces, triste desamor; a veces, con una intensidad que presagia la muerte, una luna llena que marca el clímax y una escultura de virgen que observa todo desde lo alto, desde donde ocasionalmente la hacen descender.

En cuanto a la dirección de actores (once actores en total), muy prolija, con tiempos muy precisos en sus movimientos, entradas y salidas, muy claros todos en su acción, en sus gestos, muy concentrados, siendo muy conscientes del espacio donde habitaban. La plasticidad de cada actor y actriz es otro tema a destacar, pues expresaban con todo el cuerpo cada pasaje de la obra y en total sinergia. Para completar la escenografía, los mismos intérpretes manejaban con precisión unos cubos que los ayudaban a marcar diferentes niveles; y en cuanto a los vestuarios, contrastan entre colores tierra y enteros (rojos, amarillos, azules, verdes), que podrían ser un contraste interesante entre muerte y vida.

La obra transcurre en un bosque alrededor del pueblo ancashino y relata el amor de dos jóvenes atravesados por el conflicto de sus ideales, de lo que creen que es la justicia, llevados por su apasionamiento a un trágico destino. Un historia que se remonta a principios del siglo pasado, pero que parece, bajo nuestra coyuntura actual, un hecho que a lo largo de la historia regularmente se repite: nuestros conceptos de justicia, de libertad, de lo que debe ser, que finalmente son guiados por nuestros egos que personalizan tanto lo que creemos que se vuelven armas mortales. Finalmente, un cuestionamiento que nos persigue en nuestra historia: ¿Qué hemos aprendido hasta ahora?

Manuel Trujillo

2 de marzo de 2023

miércoles, 1 de marzo de 2023

Entrevista: MARINÉS SORIA


Artista multifacética

Dos interesantes proyectos viene desarrollando la actriz, productora y directora Marinés Soria, quien fue entrevistada por Oficio Crítico. El primero es el estreno nuevo documental que dirigió titulado Construyendo a Yerma, que da luces sobre el proceso creativo de interpretar al antológico personaje creado por Federico García Lorca. Este proyecto audiovisual presenta una entrevista en profundidad con la actriz principal, Kate Davis, mientras habla sobre su conexión personal con el personaje, el proceso de cómo sumergirse en el contexto, la escucha física, análisis de texto, el manejo del lenguaje poético y la sintonía con el compañero de escena.

Tras varios meses de análisis, exploración y creación por parte del equipo, este documental está disponible para su visualización en la plataforma de Joinnus Perú hasta el 13 de Marzo.

Por otro lado, Marinés se alista para iniciar el taller online English Speaking Practice Through Theater, en el de una forma divertida e innovadora, propone a los participantes el de mejorar las habilidades para hablar inglés a través del teatro. El taller inicia este 7 de marzo y será dictado íntegramente en línea haciéndolo accesible a todos los peruanos y miembros de la comunidad latinoamericana quienes podrán asistir desde la comodidad de sus hogares.

Para obtener más información, visitar la página www.marinessoria.com o contactar con palpitateatroperu@gmail.com, @marinesoria o @palpita_teatro

Sergio Velarde

1º de marzo de 2023