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sábado, 30 de octubre de 2021

Crítica: SOLA, UNA HISTORIA VIRTUAL


Cruda y continua realidad

“Cuando nadie hace nada, alguien debe volver para hacerlo”: bajo esta premisa, Río Rojo Producciones estrenó vía Zoom SOLA, Una historia virtual, creación colectiva basada en la técnica de improvisación teatral, misma que combina los géneros de terror y gore, con toques de la cinematografía de Alfred Hitchcock; además del acompañamiento musical del compositor estadounidense Bernard Herrmann.

La trama nos revela la normalización de la violencia a grandes escalas, una penosa realidad que persiste en nuestra sociedad como un mal incurable. Por ello, es justo y preciso que desde los espacios escénico-virtuales se aborde esta problemática con suma honestidad, como es el caso de la propuesta dirigida por Anthony Uriarte, cuyo esquema entrelaza de manera interesante diversas historias: una mujer en búsqueda su hermana desaparecida, un hombre que ha denunciado un supuesto crimen difícil de probar, una pareja que busca en la terapia la solución a sus problemas, una psicóloga sujeta a sus convicciones religiosas y un atormentado personaje que vive atrapado en violentos recuerdos.

El afiatado elenco lo conforman Gloria Tasayco, Javier Montoya, Laura Pereyra, Luis Alberto Céspedes, Roy Zevallos y Vivi LaNeves, quienes realizan un eficiente trabajo en el manejo de los planos en varias escenas, así como interpretaciones sólidas y convincentes, mostrándonos personajes provistos de matices y detalles. Otro punto a destacar es el trabajo de caracterización y maquillaje a cargo de Meryann Yza, quien aportó el toque necesario para redondear el resultado final.

SOLA, Una historia virtual nos revela con crudeza situaciones de violencia que forman parte de las estadísticas del día a día en nuestro país. Sin duda, un importante trabajo audiovisual, que nos recuerda el largo camino que aún debemos recorrer para reconstruirnos como sociedad.

Maria Cristina Mory Cárdenas

30 de octubre de 2021

martes, 26 de octubre de 2021

Crítica: HÉCATE, LA ÚLTIMA BRUJA


Hechizos teatrales

El trabajo audiovisual que hace el director de arte Luis Peche siempre es alucinante e impactante. Sin embargo, como he comentado en otras críticas a las obras de Jorge Pecho, este elemento no menor no es suficiente para que un montaje trascienda y ser universal, como pretende ser el teatro.

No estoy seguro si es una buena idea que una obra de teatro adopte el lenguaje cinematográfico de saga o capítulos. Es decir, es muy difícil que el público sea atraído a asistir a una serie de montajes de manera consecutiva o que estos sean desenlaces de unos con otros. Es muy difícil, dentro del teatro en general, fidelizar de una manera a todo un público durante tanto tiempo. Durante los primeros meses de este año estuve viendo algunas obras virtuales de otros países y me interesaron las presentaciones en el Teatro Nacional La Castellana. Esta institución, en el marco de sus cuarenta años de existencia, presentaron 1980, una serie teatral de doce capítulos que abordaron tabúes y problemas sociales de la sociedad bogotana de aquella época. El montaje fue todo un éxito de espectadores, pues son actores muy reconocidos y con años de experiencia. Haciendo un paralelismo cuestiono si es posible hacer lo mismo para montajes o grupos teatrales con todavía poco público. Menciono esto con mucho respeto.

Por otro lado, mirar Hécate, La Última Bruja implicaba haber visto Titanomaquia 2 y tenerla fresca en la memoria. De otra manera, entender la trama y el contenido sería un poco trabajoso. Lo mejor de la función fueron los diferentes conflictos que atravesaba el personaje de Hécate (Leonela Alarcón), pues fueron impactantes. Creo que su papel como una persona cercana al submundo de la hechicería fue muy realista y creíble. Aunque como mencioné anteriormente, el resto de actuaciones y personajes no me parecieron impactantes y la historia, un poco confusa. Por último, personalmente, recomendaría ver Hécate, La Última Bruja por el trabajo audiovisual de Peche, casi cinematográfico.

Enrique Pacheco

26 de octubre de 2021

Entrevista: RAÚL CASTAGNETO


“La impro es una herramienta para la vida.”

Actor, improvisador y conductor de televisión, Oficio Crítico conversó con Raúl Castagneto, uno de los protagonistas de Parricidio, nueva puesta en escena virtual escrita y dirigida por Alejandra Núñez, presentada por REBOBINA producciones con el apoyo de la Asociación cultural A TODA COSTA. Al lado de Verony Centeno, Raúl asume el papel del novio de Cristina Colón, la hija de nuestro “Descubridor”, en una propuesta llena de humor y emociones fuertes, disponible actualmente desde la plataforma virtual Joinnus.

Parricidio estará en temporada hasta el 10 de noviembre, a través de la plataforma Joinnus Live. El acceso permite ver la obra 48 horas una vez realizada la compra. Las entradas a la venta a través de Joinnus y también desde las redes sociales de Rebobina.

https://live.joinnus.com/lima-parricidio-44028

Instagram: @rebobinaproduce - Facebook: https://www.facebook.com/RebobinaProduce

Sergio Velarde

26 de octubre de 2021


lunes, 25 de octubre de 2021

Crítica: PARRICIDIO


Muerte del patriarcado colonial

La risa es sanadora. Nada más cierto. Aproximarse con humor a los grandes problemas sociales es una magnífica estrategia para cuestionarnos y reflexionar acerca de ellos. Así parece haberlo entendido Alejandra Núñez, joven autora y directora de Parricidio, puesta en escena pregrabada de forma presencial en El Galpón Espacio y presentada vía streaming por REBOBINA Producciones, con el apoyo de la Asociación cultural A TODA COSTA. Y es que el crimen que hace referencia el título es nada menos que el descabellado asesinato del mismísimo Cristóbal Colón, nuestro “descubridor” de América, por parte de su hija Cristina. Lo absurdo de la trama es ejecutado de manera impecable e ingeniosa, en una puesta en escena difícil de catalogar, pero que contiene un irónico sentido del humor muy de agradecer.

La ficticia graduación académica de una nerviosa Cristina (Verony Centeno) es el punto de partida para la propuesta escénica. Su exposición sobre el parricidio, con el apoyo de su novio “Chiqui” (Raúl Castagneto) en el proyector multimedia, da un giro radical cuando se descubre el plan criminal de la joven, ante la sorpresa de su novio y de los asistentes a la conferencia, que vendrían a ser el mismo público asistente a la función. Este formato, en el que la cuarta pared es inexistente, funciona de manera acertada, pues la discusión de cuestiones de pareja (pero también la de puntos de vista contrarios) resulta hilarante, con un enorme y polémico tema como las consecuencias de la colonización española puesto en el tapete, mientras se escucha las risas de los espectadores en sala.

Centeno convence como la víctima simbólica de todos los abusos y actos violentos cometidos en el pasado y que, por supuesto, repercuten en el presente; mientras que Castagneto le da una acertada y divertidísima réplica, asomando también en su personaje mucha carga emocional. Parricidio es una sólida y entretenida puesta en escena, muy bien dirigida por Núñez desde el absurdo, que aborda desde el humor la trascendencia de celebrar, o simplemente recordar, el “Descubrimiento”. Y es que la mejor actitud que podemos tener hacia la realidad que nos tocó vivir es aquella basada en el humor. Francamente, solo queda reírnos de las cosas que nos pasan.

Sergio Velarde

25 de octubre de 2021

domingo, 24 de octubre de 2021

Crítica: LOS OTROS


Poderes escondidos

La mitología griega sigue siendo fuente inagotable para la producción escénica de Mitos Estudio. Dioses, seres y criaturas legendarias habitan nuestro mundo contemporáneo, coexistiendo con los simples mortales y su estilo de vida. Lejos de notarse el agotamiento creativo, estuvo en cartelera virtual Los otros, nueva propuesta del colectivo, que esta vez cede la dramaturgia a Federico Bejarano y la dirección, a Johan Escalante. Como ya es costumbre, se intercalan secuencias pregrabadas con otras realizadas en vivo, con un elenco comprometido y siempre bien acompañado por la dirección de arte de Luis Peche.

Cada nueva historia presentada por Mitos Estudio puede ocurrir en un determinado universo, en paralelo con otros ya vistos en espectáculos anteriores. En esta ocasión, los dioses mitológicos han desaparecido y poco a poco, la humanidad va dejándolos en el olvido. Sin embargo, la peligrosa diosa Némesis se reencarna en una joven expolicía, la cual traerá muerte y destrucción. Por otro lado, ciertos jóvenes desconocidos entre ellos comienzan a notar que cuentan con extraños y misteriosos poderes. Y es que son otras divinidades reencarnadas, que tendrán como objetivo detener a Némesis. Se trata de una conocida historia que ya hemos visto en algunas cintas de superhéroes, pero que es interpretada con mucha convicción por los actores. La puesta resulta fluida y entretenida.

Alejandra Chavez, Cynthia Bravo, Jose Miguel Argüelles y Roberto Canela están intachables como los jóvenes héroes que van comprendiendo la importancia de su misión, perfilando bien a sus respectivos personajes, enfrentados a una malvada Karin Morris. Escalante dirige acertadamente las secuencias y Peche realiza, como siempre, un magnífico y atractivo trabajo estético. Con la efectiva producción general de Daisy Avilan, Los otros mantiene el buen nivel artístico de la productora y confirma que los clásicos de la mitología griega todavía tienen mucho material explotable para la escena virtual.

Sergio Velarde

24 de octubre de 2021   

miércoles, 20 de octubre de 2021

Crítica: #SEMILLAR TEATRALIDADES ESTALLADAS VOL. II


Fiesta escénica latinoamericana en línea

Ya señalábamos en anteriores comentarios que acaso uno de los poquísimos aspectos positivos que nos han traído la pandemia y el cierre de los espectáculos presenciales haya sido la posibilidad de poder acercarnos, al menos virtualmente, a los interesantes trabajos escénicos de diversos colectivos a nivel mundial. Con la eficiente producción y coordinación de SPI - Salas PanInmersivas, se pudo disfrutar de una variada gama de propuestas escénicas que exploraron las herramientas que ofrece la virtualidad de manera creativa, en el festival #SemillAR, segundo volumen de un ciclo de Teatralidades Estalladas en Vivo, que vino acompañado además con sus respectivos desmontajes.

Oficio Crítico alcanzó a ver algunos de los espectáculos latinoamericanos presentados, todos ellos sólidos y muy recomendables. El misterio del amor entre varones de la Compañía Teatro en el Incendio, desde México, destacó por la ingeniosa utilización de las herramientas que proporcionan las redes sociales de Instagram y WhatsApp. Este espectáculo crossmedia dirigido por Gilberto Corrales nos presenta una historia de amor entre dos varones (notable trabajo corporal de Carlos Valdés y Daniel Piñeiro) a través de mensajes, audios, fotos, videos e historias publicadas en orden cronológico, para envolvernos virtualmente en la trama desde nuestros móviles. Estéticamente impecable y conceptualmente ingeniosa, esta propuesta utiliza de manera admirable muchas de las posibilidades en línea para construir una ficción escénica entrañable.

El formato de videollamada no parece acusar aún síntomas de agotamiento, mientras que las historias que se presenten mantengan un conflicto interesante y que las actuaciones sean convincentes. Ese es el caso de La sesión, pieza argentina escrita e interpretada por Verónica Bustos y Eduardo Fernández, quienes hacen creíble la desgastante relación que existe entre una conflictuada paciente y su preocupado psiquiatra. Por otro lado, la compañía chilena Teatro Experimento Pierrot presentó Abismal, una divertida creación escénica que explora las consecuencias del encierro forzado y los peligros que asoman en el exterior, pero desde el juego lúdico. Tres personajes deambulan por distintas habitaciones de una antigua casa, viviendo realidades alternativas e cada uno inmerso en su respectiva fantasía. Denisse Duarte,  Franco Ruiz y Cristóbal Muñoz consiguen un espectáculo fluido y cautivante.

Finalmente, En los cuartos, con idea y dramaturgia escénica de la argentina Ada Valdez, se vale de una gran carga poética para describir la incomunicación dentro de la relación de una pareja. Fran Cantó y Laura Zavalla López, cada uno desde su respectiva ventana virtual, están intachables en sus respectivas performances, que mezclan diálogos superpuestos, inspiradas coreografías e interesantes imágenes, como las conseguidas con espejos y sus reflejos. Felicitaciones a los organizadores de #SemillAR, que nos han permitido, en estos tiempos aciagos de incomunicación teatral presencial, la posibilidad de acercarnos a valiosas propuestas escénicas transmediales e interactivas de distintas latitudes de América.

Sergio Velarde

20 de octubre de 2021

Crítica: ¡EL VIAJE AL CIELO!


Teatro como forma de enseñanza

El teatro es un lienzo sobre el cual se representa una historia. El objetivo de su creación puede lograr que el público se motive, reflexione, cuestione, etc. Es decir, nace con una meta de afectación al público objetivo para que este tenga un llamado a la acción o call to action. Sin embargo, su finalidad también podría generar aprendizaje en el espectador. Este es el caso de ¡El viaje al cielo!, obra audiovisual producida por Payazoom y dirigida por Percy Velarde. Asimismo, las actrices fueron Cyntia Grimaldo Valencia, Mayda Sánchez Canasa, Gloria Garate Camacho, Doris América de la Cruz y Claudia Rojas Huamán.

El proyecto audiovisual, que fue presentado a través de YouTube, cuenta el origen de la diversidad de productos de cultivo en los Andes. La historia presenta como personajes principales a animales oriundos de la sierra peruana. Así, el zorro y el cóndor se convierten en los protagonistas de la fábula audiovisual. Sobre esto, la incursión de animales, sobre todo originarios, para contar la historia de nuestros cultivos es muy acertado, pues el público objetivo es la familia, especialmente las niñas y niños. Además, el uso de animales en la representación ayuda a que el target conecte más con lo que se desea comunicar, porque captura su atención e imaginación.

¡El viaje al cielo! presenta narración y dramatización. En otras palabras, presenta a una narradora y a los personajes de la obra. En ese sentido, combinar ambos lenguajes es acertado, porque le brinda dinamicidad a la obra. Sin embargo, no existía una direccionalidad en la acción de algunos personajes, es decir, no especificaban dónde se encontraban sus dirigidos.

¡El viaje al cielo! es un producto de entretenimiento dirigido a niños, particularmente. Perfectible aún, sin embargo, entretiene por los momentos cómicos de interacción entre sus personajes. Además, a través del juego enseña valores que la sociedad está perdiendo.

Elio Rodríguez

20 de octubre de 2021 

martes, 19 de octubre de 2021

Crítica: SE ALQUILA.


Misterios inmobiliarios

Muchos autores escriben sus obras teniendo en mente aquellos grandes temas que les preocupan. Otros, en cambio, parten a la inversa: diversos factores o elementos pueden convertirse en la fuente de inspiración requerida, como una locación en específico, por ejemplo. Este último es el caso de Se alquila., mediometraje escrito, producido y dirigido por Edwin Lam, talentoso integrante de El Patio Colectivo, quien utilizó para la grabación solo un celular. El contar, durante unos cuantos días, con un departamento sin amoblar fue el disparador para crear una historia truculenta, pero ejecutada con mucha inspiración y que captura el interés desde el inicio.

Poner en alquiler un local es la responsabilidad asumida por Renzo, un joven agente educado y correcto en apariencia, pero que se muestra extremadamente preocupado por evitar que el dueño y clientes revisen el cuarto de baño. El posible descubrimiento del estado de su esposa, las excusas cada vez menos creíbles de ingresar al servicio higiénico y la aparición de una atractiva clienta pondrán en aprietos a Renzo, quien irá desmoronándose psicológicamente al ya no poder ocultar su terrible secreto. Lam sorprende con un sólido guion que maneja muy bien el suspenso y que progresivamente va revelando las oscuras intenciones del joven. El manejo de la cámara, la estética y el sonido lucen a su vez muy profesionales.

Por otra parte, las actuaciones, alejadas por completo de la teatralidad, resultan muy efectivas en su naturalidad. Gian Paul Miranda, Ayrton Novoa, Olga Acosta, Alexandra Garcés y especialmente, Manuel Guerrero en rol protagónico convencen en sus personajes. Coproducido por El Patio Colectivo y Piedra Angular, este entretenido thriller, definido por Lam como un “experimento audiovisual y work in progress”, lo revela como un interesante realizador del que esperaremos con mucha expectativa futuros proyectos, sean cuales sean sus disparadores creativos. Se alquila. es, sin duda, un auspicioso debut para un verdadero cineasta en ciernes.

Sergio Velarde

19 de octubre de 2021

Crítica: OCUPA CON CE y RESPLANDOR EN LA EDITORIAL


Peculiares historias en octubre

Bajo la premisa #MicroObras ¡Sorpresa! ¡Porque octubre está lleno de sorpresas!, Sala de Ensayo Teatro presentó dos interesantes textos del autor Marc Egea (Barcelona), bajo la dirección de Martin Medina López. Ocupa con Ce y Resplandor en la Editorial se presentaron mediante la plataforma YouTube, en un cuidado formato pregrabado.

Las breves piezas de aproximadamente quince minutos fueron transmitidas sin mayor inconveniente, siendo la primera entrega Resplandor en la Editorial, interpretada por Ana Rivadeneyra y Carlos Velásquez, quienes hicieron gala de buena química, sosteniendo el ritmo adecuado que requería la historia, la cual se situaba en el año 1974 en una pequeña oficina de los Estados Unidos, donde Jack y Candy, joven matrimonio que emprendió el sueño de la editorial propia, ve amenazados sus sueños de salir adelante por las deudas que han adquirido; sin embargo, un día llega a sus manos la novela inédita de un desconocido escritor llamado Stephen King, que podría cambiar su esquiva suerte. Vale resaltar el acertado acompañamiento musical, con un variado repertorio de los clásicos de los años setenta; además, la correcta edición permitió lucir el trabajo interpretativo, así como los detalles del ambiente, que era una oficina equipada con enseres propios de una editorial. El trabajo de dirección acierta al conducir a los actores, de tal manera que hacen transitar al espectador por todas emociones propias de esta comedia ligera, que llega a tener momentos hilarantes bien complementados con los toques de suspenso y drama.

Por su parte, Ocupa con Ce, interpretada por Isabel Castañeda y Miguel Ángel de la Vega, nos adentra en la historia de una mujer llamada Carla, quien solicita la ayuda de un cerrajero para que arregle una cerradura ‘forzada’; entonces, al acudir al servicio, el hombre empieza a cuestionarse las razones por las cuales debe ayudarla. Una vez más, el buen trabajo de edición logra capturar los momentos clave de la pieza, que revela un drama de la vida cotidiana: ocupar un inmueble en juicio. La honesta y natural interpretación que ofrecen los actores nos permite observar la confrontación de los personajes, quienes provistos de argumentos válidos logran entenderse, a través de la empatía y la solidaridad.

Sala de Ensayo Teatro consigue sólidos resultados con las piezas audiovisuales que viene presentando, los cuales se reflejan en estas dos breves pero significativas obras que nos siguen haciendo reflexionar acerca de nuestra condición de seres humanos.

Maria Cristina Mory Cárdenas

19 de octubre de 2021

domingo, 17 de octubre de 2021

Crítica: EL CABEZA DE CLAVELES


Una lección de diversidad e inclusión

Resulta sumamente complicado construir prácticas inclusivas sin haber vivido dichas experiencias. El camino que tenemos que recorrer como sociedad es aún muy largo; sin embargo, existen iniciativas de todo tipo que buscan acortar las brechas. Desde las artes escénicas, se vienen trabajando interesantes proyectos que buscan cambiar nuestros paradigmas y además, que aprendamos a convivir y crear “entre todos”, respetando los aportes específicos que pueda hacer cada individuo. Así, tenemos el II Encuentro de Arte y Discapacidad EADIS 2021 o la presentación de Hemiparesia y Entre Líneas, que buscan la reflexión sobre la discapacidad. A estas propuestas habría que sumarle El cabeza de claveles, bajo la dirección y dramaturgia de J. Miguel Vargas Rosas, que explora la marginación que sufren las personas con autismo.

Presentada en formato pregrabado en una de las salas del Museo José Carlos Mariátegui, la trama involucra a un hombre llamado Julián, que padece no solo autismo sino que también presenta defectos físicos. Es discriminado por la sociedad; no obstante, brindará una verdadera lección de humanidad, luego de atravesar situaciones extremas, cargadas de mucha acción y lirismo. Los jóvenes actores Alexandra Cisneros, Kevin Sulca y Salvador Illatopa cumplen con sus respectivos personajes, mientras que acompañan correctamente con música en vivo Beatriz Betancuort y Mercedez Rojas.  

Si bien a nivel de dramaturgia, la propuesta de Vargas es interesante, la estética de la puesta en escena debe revisarse. El espacio que se dispone debe adaptarse a los requerimientos de la trama y no al revés. Crear la ilusión para entrar en la convención implica un mayor cuidado, por ejemplo, en el manejo de la cámara, o incluso en utilizar más de una, para darle así una mayor fluidez y atractivo al espectáculo. El diseño de los vestuarios y el uso de micrófonos inalámbricos deberían ser considerados para mejorar la experiencia visual y auditiva en próximos proyectos. Presentada por V&R Perú Producciones, El cabeza de claveles vale como una efectiva lección en favor de la diversidad y la inclusión, tan necesarias en nuestra sociedad.

Sergio Velarde

17 de octubre de 2021

sábado, 16 de octubre de 2021

Crítica: CASA DE MUÑECAS


Clásico del feminismo revisitado

Luego de la interesante experiencia que fue la lectura dramatizada de Panorama desde el puente de Arthur Miller, el colectivo Los Intérpretes sigue rescatando clásicos de la dramaturgia universal. Esta vez fue el turno de Casa de Muñecas, pieza capital y siempre vigente, escrita por Henrik Ibsen, considerada como la primera obra feminista contemporánea, así no esté de acuerdo su autor. El evento además fue gestionado por Legis Art, movimiento de estudiantes, ex alumnos y profesores de la facultad de Derecho de la Universidad Continental, interesados en desarrollar las habilidades blandas mediante la ayuda del arte y demostrar la relación del Derecho con el arte. Los resultados fueron auspiciosos, gracias especialmente al respeto mostrado hacia el texto, a pesar de haber sido adaptado para la virtualidad y además, para nuestro contexto limeño.

Nora (Gabriela Novoa), la heroína de Ibsen, vive ahora en Lima de los años 40 y se encuentra felizmente casada con su esposo (David Huamán). Las apariciones de una de sus amigas del pasado (Alexandra Garcés) y de un empleado de su marido (Gustavo Iparraguirre) le provocarán una inminente crisis, que terminará con el descubrimiento de todas las apariencias que rodeaban su propia vida y de la fortaleza necesaria para tomar una difícil decisión que la cambiará para siempre. Reducidos los personajes a los mínimos indispensables, la acción es clara y muy bien aprovechada por el elenco, destacando el sobrio trabajo de Novoa.

La directora Mónica Talavera, de quien ya habíamos disfrutado la comedia de su autoría El fantasma de mi ex, cambia sin problemas su registro y consigue un sólido espectáculo, respetuoso con la fuente original y con un ingenioso agregado estético en la ventana virtual de Nora, hacia el final, cuando esta toma su decisión más importante. Casa de Muñecas, a pesar de los años, sigue siendo una obra fundamental de la dramaturgia universal, especialmente en estas épocas cruciales para la reivindicación y empoderamiento de la mujer en nuestra sociedad.

Sergio Velarde

16 de octubre de 2021 

Crítica: EL EXPEDIENTE


Intriga en la virtualidad

Luego de los apreciables logros conseguidos en Cautivos (2020), aquel experimento metateatral sobre los ensayos virtuales de la obra La cautiva de Luis Alberto León, regresan los mismos director y elenco para ofrecernos una nueva apuesta en línea, siempre bajo la producción del colectivo Cabac Teatro. El expediente es una interesante propuesta que, luego de una primera visualización, podríamos calificar de arriesgada, pues combina secuencias en vivo con otras pregrabadas, pero ignorando por completo el confinamiento provocado por la pandemia y además, creando la ilusión de estar los personajes ocupando el mismo espacio, cuando los intérpretes en realidad vienen transmitiendo de sus hogares.

Esta creación colectiva, dirigida con buen pulso por Carlos Posadas Moncada, explora el género policial y el thriller. Un asesinato, un testigo convertido en sospechoso, policías en la búsqueda del criminal, traiciones, falsas apariencias; todo un cóctel de buenas ideas que encuentra, a pesar de todo, un orden propio en la ingeniosa trama. Eso sí, entrar en la convención se hace necesario como espectadores, pues un riesgo adicional que exhibe la puesta es la participación de solo tres actores para múltiples roles. La versatilidad evidente que hace gala el trío de intérpretes acaso sea más llamativa que la trama en sí. Incluso el desenlace merecería una revisión, tomando en cuenta que los actores se hacen cargo de varios personajes.

A pesar de los contados reparos, El expediente sí se luce en su formato. El manejo de las cámaras, aprovechando al máximo las locaciones y los elementos que dispone el elenco, y la coordinación precisa de las acciones se convierten así en su principal fortaleza. La ilusión se concreta y la historia luce convincente. Por su parte, Isabel Falcón, Gian Paul Miranda y Roy Zevallos están intachables en sus múltiples roles. Este nuevo ejercicio escénico de Cabac Teatro en la virtualidad mantiene un buen nivel narrativo y estético, que viene distinguiendo a todas sus producciones en tiempos de pandemia.

Sergio Velarde

16 de octubre de 2021

viernes, 15 de octubre de 2021

Crítica: ENRAIZADAS


La familia desde la mirada femenina

Ya anotábamos en la crítica a Crash las enormes posibilidades que tienen las relaciones familiares como fuente de inspiración para crear historias. Justamente, en el caso del último proyecto de Crudo Impulso, un colectivo escénico íntegramente formado por mujeres, la familia se convierte en el centro de atención para generar dos líneas narrativas cortas e independientes. El proyecto virtual  en cuestión se llama Enraizadas, aludiendo a los fuertes lazos que nos unen con nuestros seres más cercanos y que muchas veces, a pesar de diferencias y discrepancias, se convierten en aquellas fuertes “raíces” que impiden que nos rindamos ante las adversidades. Con la cuidada dirección de Josefa Mora Wiesse, ambas historias resultan conmovedoras y entrañables.

Kiara Quispe escribe y actúa en Atiempo, en donde una hija trata de hacer todo lo posible para conectar nuevamente a su madre y su abuela, que permanecen distanciadas. Por otro lado, en La niña de los helechos de Leonora Maurial (quien además participa en la pieza) y Mora Wiesse, dos hermanas radicalmente opuestas encuentran el esquivo momento para reencontrarse en homenaje a su padre. En ambas historias presentadas en videollamadas, se hace énfasis en (re)conectar con el familiar alejado por diversos motivos y en cómo resolver oportunamente aquellas problemáticas que muchas veces nos mantienen distanciados y que solo con una sincera y abierta comunicación pueden solucionarse.

Mora Wiesse, de quien ya habíamos visto la interesante Renacer, conduce a sus cuatro actrices con precisión y sobre todo, con contención y siempre rodeadas de sutilezas. Quispe, Maurial, Úrsula Rodríguez y Luciana del Carmen componen convincentes personajes con gran naturalidad y logran además, conectarse sin innecesarias sobreactuaciones con sus contrapartes y a su vez, con los espectadores. Enraizadas es un apreciable díptico virtual, que tal como menciona su directora, son las mismas experiencias del elenco las que constituyen su mayor fortaleza a la hora de crear estas historias tan comunes, tan reconocibles y especialmente, tan cargadas de humanidad.

Sergio Velarde

15 de octubre de 2021 

Crítica: EL EXTRAÑO CASO DE ELIZABETH GRIMM


Insanias teatrales

Me gusta el trabajo de Cynthia Bravo. Su papel como amante tóxica en Los mellizos están dormidos y ahora, como mujer orate, siempre los desarrolla de una forma interesante. Sus movimientos, la actitud de intriga y el cuestionamiento a la acción los genera de una manera natural y en ese sentido, tiene un talento para la actuación con futuro. Sin embargo, estoy convencido que un actor por sí solo no puede hacer que un montaje funcione. Si el argumento, la historia y sobre todo, el guion son demasiado superficiales y con poco conflicto, el actor no puede hacer mucho. Esto sucedió con El extraño caso de Elizabeth Grimm, en donde muchos aspectos pudieron funcionar mejor.

En primer lugar, el título es muy similar a la famosa película candidata al Óscar, El curioso caso de Benjamin Button de David Fincher; no estoy seguro si se quiso hacer una narrativa parecida, ya que la trama giraba en torno a una enfermedad extraña y en este montaje todo gira en torno a una enfermedad mental. Durante la obra no queda claro qué era exactamente lo que padecía el personaje de Bravo (Elizabeth Grimm), pues los momentos en que sus otros personajes internos hablaban se producían de improviso y muy rápido. De esa manera, no había forma de determinar en qué momento era Elizabeth u otro personaje. Curiosamente, dichas escenas hacían recordar al personaje de Gollum de El Señor de los Anillos y sus luchas internas con sus múltiples yo.

Por otro lado, a diferencia de otros montajes dirigidos por Jorge Pecho, esta presentación no apeló mucho a lo audiovisual debido a lo mixto del formato. El montaje es presentado tanto para función presencial como virtual y se ve una gran diferencia. Para la virtualidad, la obra debe cuidar aspectos muy importantes, como la iluminación y el movimiento de cámara. Ese último aspecto es vital, ya que puede causar distracción en el espectador para entender la trama. La ambientación, en cambio, fue muy intrigante y con una tendencia al diseño minimalista. Felicitaciones a Luis Peche, encargado de le edición audiovisual y el diseño de arte. El Teatro Esencia es un espacio ideal para monólogos presenciales, como este montaje, principalmente por las dimensiones que ocupa.

Finalmente, El extraño caso de Elizabeth Grimm definitivamente califica como un montaje interesante, principalmente por la actuación de Bravo. Pero es un ejemplo muy claro que el teatro virtual durante estos dos años ya ha generado su propia dinámica y el teatro presencial, responde a otras. Personalmente, esta es una puesta que nos hace reflexionar sobre las consecuencias terribles que atraviesa una persona al perder la cordura; y futuras propuestas, con conflictos y personajes más intensos, pueden funcionar aun mucho mejor.

Enrique Pacheco

15 de octubre de 2021

jueves, 14 de octubre de 2021

Entrevista: INÉS CORONADO


“La inclusión es compromiso de todas y todos.”

Inés Coronado es una artista escénica, co-directora de la Compañía MUNDANA, desde donde difunde su trabajo de investigación de movimiento y creación. Oficio Crítico conversó con ella sobre su participación en la obra Veredita Alegre, dentro del II Encuentro de Arte y Discapacidad EADIS 2021. Inés ha participado en variadas obras de danza y circo, siendo su unipersonal Territorio Vertical la obra que le ha permitido alcanzar mayor reconocimiento del público en el Perú y el extranjero. Forma parte del equipo pedagógico de La Tarumba y de la Diplomatura de Pedagogía en Danza – FARES PUCP.

La Compañía Mundana, en co-producción con la asociación Capaz - Perú y con el apoyo del Ministerio de Cultura, presentarán el estreno de Veredita Alegre,  obra creada en espacio público y presentada en formato audiovisual de video danza. Esta performance cuenta con la participación de cinco mujeres con y sin discapacidad, de edades y expresiones de género diversas. En esta obra audiovisual, el enfoque inclusivo se da no sólo en la conformación del elenco, sino también en el cuidado por la accesibilidad con la que ha sido creada.

Esta pieza en formato virtual, se presenta por primera vez el viernes 15 de octubre, inaugurando el II Encuentro de Arte y Discapacidad – EADIS www.capaz.org.pe/eadis/

Sergio Velarde

14 de octubre de 2021


lunes, 11 de octubre de 2021

Crítica: ÚLTIMO ACTO


El ocaso de un sueño

El grupo de teatro Llaqta presentó por una breve temporada el espectáculo virtual Último Acto, escrito y dirigido por  Noraya Ccoyure, el cual nos presenta a Tadeuz de la Vega y Martín Poma, dos mendigos que recuerdan sus mejores años como actores, viviendo en las afueras de un viejo teatro abandonado. Sin embargo, ante el inminente desalojo por parte de la autoridad representada por un policía, ellos se las ingenian para montar una performance teatral, con el fin de evitar ser despojados del lugar que consideran su hogar.

Bajo un acertado formato repartido en escenas, que se intercalaban con imágenes y un fondo de color neutro, se desarrollaron los diálogos entre los personajes: un actor que ha empezado a perder la memoria, quien golpeado por su condición se aferra a la realidad que le toca vivir; y el otro, un actor presa de la adicción al alcohol, quien lleva la batuta de los recuerdos acerca de los buenos tiempos, evocando a Grotowski y Brecht como introducción a la fantasía de volver a actuar. Las actuaciones de Fernando Jhoel Lopez, Luis Palma Ustrilla y Joseph Mendoza Andía, fueron correctas y detalladas, permitiendo al espectador entender e identificarse con el universo de cada uno.  

Último Acto fue un entretenido show de teatro virtual, el cual nos invita a la reflexión acerca del artista peruano y del futuro muchas veces ingrato que le espera, lo cual no hace que deje de soñar y ser incansable fuente de creación, gracias a su amor por el arte que no se agota por la opresión ni por la incomprensión de la sociedad.

Maria Cristina Mory Cárdenas

11 de octubre de 2021

domingo, 10 de octubre de 2021

Crítica: PRIMER CICLO DE LECTURAS DRAMATIZADAS DEL GRUPO DE TEATRO LLAQTA


El mejor de los vicios

El grupo de teatro Llaqta, que celebró un aniversario más de existencia el mes pasado, ha procurado mantenerse en actividad durante este difícil año y medio de pandemia. Desde la virtualidad han presentado algunos trabajos, tales como la simpática obra Oshta y el duende en formato de radioteatro episódico, dos ciclos de lecturas dramatizadas y la más reciente, Último acto. En esta oportunidad dedicaremos algunas líneas a las cuatro obras que componen su primer ciclo de lecturas dramatizadas.

La tortura

Autor: Enrique Buenaventura. Dirección y edición: Diego Horna. Actúan: Joseph Mendoza, Delia Villalobos, Diego Horna y Liz Arenas.

Llaqta inaugura el ciclo con esta obra corta del multifacético dramaturgo colombiano Ernesto Buenaventura. El texto, escrito en 1979, nos muestra a un desequilibrado verdugo de la policía discutiendo en casa con su esposa. El previsible desenlace fatal es comentado posteriormente por tres detectives que especulan sobre el victimario y la víctima.

En esta primera obra se aprecia un honesto intento por “dramatizar” la lectura, pero los aspectos técnicos y actorales no juegan a favor de la ejecución. El uso de audífonos y micrófonos durante la lectura van en desmedro de la realidad que la dramatización busca establecer. Aunque antes hemos defendido el uso de estos elementos en otras lecturas dramatizadas, ahora nos resulta claro que distraen al espectador, más aún si el micrófono roza con alguna superficie (cabello, ropa, etc) y genera ruido, como sucedió permanentemente aquí. En cuando a lo actoral, si bien se mantuvo una muy buena dicción y volumen en los ejecutantes, el trabajo fue dispar. Delia Villalobos leía con claridad, pero con un trabajo muy básico en la interpretación actoral del texto, lo que le restó toda realidad. Joseph Mendoza, por su parte, trabajó un tanto más su interpretación, aunque apelando a la exageración del desequilibrio mental de su personaje. Es decir, al cliché del “loco asesino”. Los detectives en la última parte alivianan la sensación que nos genera la primera mitad de la obra con un tanto más del naturalidad y fluidez del diálogo entre ellos, pero ya es tarde. Llegamos al final de la lectura con la sensación de que esto podría haber salido mil veces mejor.

Antígona

Autor: Sófocles. Dirección y edición: Noraya Ccoyure y Fernando Jhoel. Actúan: Noraya Ccoyure, Fernando Jhoel, Delia Villalobos y Rafael del Silencio.

Para esta segunda lectura se eligió un fragmento significativo de esta tragedia de Sófocles. Antígona es llevada ante el Rey Creonte por intentar enterrar a su hermano Polinices, contraviniendo las órdenes del rey de no hacerlo. Ante él, Antígona desafía su autoridad y no muestra arrepentimiento. Ismene también es llevada ante el soberano y se declara cómplice, a pesar de no haber tenido parte en el entierro clandestino. El severo Creonte encarcela a ambas, pero condena a Antígona a ser enterrada viva, en un lugar lejano, fuera de la ciudad.

El montaje propone una versión televisada, a manera de reality show, del breve pero severo juicio de Creonte (Jhoel) a Antígona (Ccoyure) e Ismene (Canales) El coro (Del Silencio) es un periodista que sigue de cerca las incidencias del evento. Esta propuesta podría resultar un tanto más interesante si la dirección y el cuerpo actoral hubieran construido personajes menos monocordes y más humanos. Incluso en el estereotipo del reality que es mero “pan y circo” para el pueblo, la complejidad de los personajes de Sófocles tienen muchísimo más que ofrecer. En su lugar, vemos a un Creonte que solo se regodea en su crueldad, a una Ismene que se abandona en la culpa melodramática, y a una Antígona que, de los tres, acaso sea la más versátil, y transite entre la actitud desafiante y la estoicidad. El guardia (Del Silencio), aunque con una mucha menor participación, parece ser quien mejor describe un arco como personaje, contrastando la actitud del principio con la del final, aunque por expresa exigencia del texto.

Prohibido suicidarse en primavera

Autor: Alejandro Casona. Dirección y edición: Grupo de teatro Llaqta. Actúan: Joseph Mendoza, Delia Villalobos, Fernando Jhoel y Liz Arenas.

Esta puesta nos ofrece las dos primeras escenas de esta entrañable comedia del dramaturgo español Alejandro Casona. Nos presente al Dr. Roda (Mendoza) y a Hans (Jhoel), quienes en su diálogo describen a algunos pacientes y las facilidades que hay en la Casa del Suicida, este extraño lugar al que acuden quienes desean quitarse la vida. Conocemos también a la excéntrica Dama Triste (Arenas) y a Alicia (Villalobos), que termina convirtiéndose en una “enfermera de almas”, al servicio del Dr. Rodas.

Este montaje está mucho mejor logrado que los dos anteriores. La exageración en la propuesta actoral ha sido manejada de manera un tanto más orgánica, asignándoles esta característica a los personajes más excéntricos o más cómicos, maridando moderadamente bien con el código en el que fue escrito el texto. También se ha conseguido que la pieza parezca actuada y no leída, lo cual es un gran mérito. En cuanto a lo técnico, si bien algunos actores continúan usando audífonos, este no es un elemento que distraiga particularmente. Los fondos empleados, ya sean los reales o los virtuales, no rompen entre sí y son bastante adecuados para representar el escenario planteado.

No hay que pagar

Autor: Darío Fó. Dirección y edición: Diego Horna. Actúan: Diego Horna, Florencia Guzmán y Natalia Puescas.

La cuarta y última puesta nos ofrece un magnífico texto corto del genial e irreverente dramaturgo italiano Darío Fó. Antonia (Guzmán) es un ama de casa que, en medio de una severa crisis económica, llega a su casa con una inusualmente nutrida compra realizada en un supermercado. La acompaña su vecina Margarita (Puescas), a quien le cuenta que el volumen de esta compra es producto de una espontánea rebelión de las amas de casa ante la súbita alza de los precios. Sencillamente decidieron que nadie pagaría nada de lo que llevasen, y así lo hizo ella. Minutos después llega a casa Juan (Horna), el esposo de Antonia, quien narra un evento similar en el comedor de la fábrica en la que él es obrero. Siempre ceñido a la norma, y sin ánimo alguno de ser contestatario o de salirse del margen de la ley, no se sumó al súbito movimiento de los obreros en su planta….y se quedó sin almuerzo.

De lejos, este montaje es el mejor de los cuatro que ofrece este ciclo de lecturas. El texto ha sido ingeniosamente adaptado a la realidad peruana de mediados de 1990. Concretamente al 28 de agosto de ese año, veinte días después del aún recordado “fujishock”, que aplicaría un drástico plan económico para frenar la galopante inflación de nuestro país por esos tristes días. El texto de Fó calza como anillo al dedo a tan turbulenta circunstancia y, para los que aún tenemos alguna memoria de esa época, la identificación con el texto es casi inmediata. Actoramente hablando, la ejecución es notable. Se agradece el estupendo trabajo de Natalia Puescas y, sobre todo, de Florencia Guzmán, que dotan de la tan necesaria realidad y fluidez que el texto requiere. Sin su pericia actoral, nos perderíamos del potente humor que destila Fó en esta inteligente comedia, tan universal, tan de nuestros tiempos. Hay que decirlo también: el trabajo actoral de Horna desentona con el de las actrices. Preferimos rescatar sus méritos como director de esta pieza, en la que parece haber dejado trabajar a sus actrices con total libertad para divertirse, lo cual también se agradece.

Como hemos visto, se observa una sensible mejora en la ejecución de las lecturas conforme estas se sucedieron. Parece haber sido un buen proceso de aprendizaje para el grupo, con un resultado a todas luces satisfactorio en su último trabajo. También ha sido una gran oportunidad para llevar a nuestras pantallas estupendos textos de grandes autores. Y para tentarnos, claro que sí, con el mejor y más saludable de los vicios: la lectura. Por todo ello, mil gracias.

David Huamán

10 de octubre de 2021

sábado, 9 de octubre de 2021

Crítica: CRASH


Comedia de fragmentos engranados

Existen muchos puntos de partida para llevar a la escena virtual los proyectos escénicos que venimos disfrutando en nuestra actual cartelera online. Uno muy particular es el que originó la obra Crash, presentada por Express – Arte en Escena y la Asociación Cultural A Toda Costa: cinco actores y un director provenientes de los talleres de David Carrillo decidieron experimentar primero con monólogos independientes, para luego engranarlos en una misma historia, convocando para ello a una nueva actriz que complete el elenco y así actuar todos en la misma casa. El resultado es una entretenida e insólita comedia que aborda con eficacia muchas problemáticas, como las crisis familiares, el desorden mental, el ejercicio periodístico o el descubrimiento de superpoderes, y que se vale justamente de esta variedad temática para alcanzar su mayor fortaleza.

Crash (choque, estrépito) anuncia su propuesta desde el diseño del afiche al estilo historieta; su trama se ubica en el límite entre la realidad y la fantasía, pero siempre mantiene el equilibrio entre las disparatadas escenas, con las vicisitudes de un exagerado periodista, de un par de peculiares superhéroes o de una sufrida madre. Una vez conocidos a estos personajes, el engranaje de sus historias ocurre de manera fluida, permitiendo un lucimiento parejo de los actores. Por otro lado, de los temas abordados por la puesta, acaso destaque más el de las relaciones familiares, pues siempre será un campo fértil de exploración para crear historias dramáticas y delirantes por igual.

Dirigida por Nany Florez, de quien vimos la valiosa La Boloñesa (2020), esta creación colectiva la firma Renzo Abrill, quien además actúa al lado de Valentina Zelada, Joel Soria Saavedra, Gonzalo Heredia, Luzma de la Torre Ugarte y Gianiré Rosalino. Todos ellos interpretando sus personajes con convicción y honestidad, envueltos en atípicas situaciones, cierto, pero con el típico timing de las canteras de Plan 9. Con la eficiente producción ejecutiva de Diana Hurtado, Crash confirma que las creaciones colectivas bien conducidas y ejecutadas pueden alcanzar excelentes resultados y animar nuestra cartelera virtual.

Sergio Velarde

9 de octubre de 2021

jueves, 7 de octubre de 2021

Crítica: RE-CONSTRUIR(ME)/RE-CONOCER(ME)


Introspección y performance

Recuperar las distintas vivencias del protagonista para compartirlas en público representa al llamado teatro testimonial. Para conseguir este formato tan particular, los recuerdos son recuperados a través de diversos ejercicios de memoria, muchas veces utilizando elementos propios del mismo creador y así sumergir a los espectadores en este mundo interior, lleno de secretos, miedos y confusión. Articular una historia coherente, que genere intriga e interés, acaso sea la tarea más importante dentro de los objetivos de un montaje de esta índole. En ese sentido, RE-construir(ME)/RE-conocer(ME), la última producción de KATARTIKA, funciona muy bien en su ejecución, ofreciendo un espectáculo sólido, entretenido y reflexivo.

La artista escénica Grecia Isabelle es la encargada de darle vida y dirigir su propia historia, a través de una puesta performática virtual grabada. El disparador es un ritual de sanación al que la intérprete se somete y que le permite explorar las propias experiencias de su niñez, muchas de ellas difíciles de sobrellevar y cicatrizar, representadas simbólicamente en esas oscuras mochilas que no abandonan el cuerpo de la actriz durante sus acciones. Los roles de madre y especialmente, el del padre de familia son examinados durante el espectáculo de manera muy emotiva por Isabelle, desde su punto de vista de hija. Muy logrado el momento en el que ella se propone escribirle una carta a su padre, pero los recuerdos no tan felices se lo impiden.

Isabelle y Franco Silva, en la asistencia de dirección y estructura audiovisual, le ceden sabiamente un espacio para el humor dentro de su propuesta, como en el “talk show” de una animadora artificial y con el tema: “Me hago la víctima”. Muy bueno el desempeño de Isabelle, quien se vale de su voz, su cuerpo y sus gestos para involucrarnos en una historia que bien pudo haberle pasado a cualquiera. La artista se reconstruye y se reconoce; y nosotros, con ella. A destacar también su valentía para compartir su dolor con el público y quizás así encontrar la manera de perdonar y curar. Tal vez el exceso de palabras llegando al final de la propuesta pueda revisarse, ya que muchas de esas reflexiones ya se sobreentienden previamente en escena. RE-construir(ME)/RE-conocer(ME) es una muy recomendable performance testimonial, que demuestra que la propia introspección puede generar espectáculos escénicos de interés.

Sergio Velarde

7 de octubre de 2021

Crítica: PROVOCAR BELLEZA


Antología de paradojas

Que la belleza puede ser a veces engañosa es una realidad comprobada. Bajo lo hermosa que pueda aparentar ser una primera capa en la superficie, pues existen muchas posibilidades de esconderse todo lo contario en su interior. Incluso se encuentran, por otro lado, quienes pueden encontrarle belleza a seres y situaciones de lo más desagradables. Toda la subjetividad que implica el valorar e identificar la belleza se condensa de cierta forma en las cinco ficciones presentadas en Provocar Belleza, cuarta antología creada por David Carrillo y un puñado de exalumnos de sus talleres de actuación, quienes escriben, actúan y dirigen junto a su mentor. Los disparadores creativos fueron esta vez un hueco, unas tijeras y la frase “¿Sabes que eres mi oxímoron?”; los resultados obtenidos bien podrían ser los más homogéneos de todo el conjunto de espectáculos que ha venido presentando Yestoquelotro Estudio en los últimos meses.   

Las dos primeras secuencias exploran los juegos de apariencia de la belleza, aquella que esconde frustraciones, miedos y confusiones. La muy recomendable Un bello bigote, escrita por Atria Fiol y dirigida por Carrillo, nos presenta al señor del bigote (solvente actuación de Carolina Icochea) y su dilema de cortárselo a no, en medio de una atractiva y divertida ambientación virtual con dibujos y animación de David y Almudena Carrillo. Por su parte, Sesión extra de Abel Enríquez, a cargo de Rodrigo Reyes Pavia, privilegia el diálogo entre un psicólogo (Carrillo) que atiende fuera de horario a una confundida señora (Vanessa Demichelli), acerca de un preocupante descubrimiento de esta con su mejor amiga; las sólidas actuaciones sostienen esta ficción ejecutada de manera tradicional.

Las tres últimas ficciones escarban en tópicos incómodos y poco convencionales, pero consiguen extraer la “belleza” de sus respectivas propuestas: Ying-Yang, escrita por Renzo Abrill y dirigida por Rodrigo Falla Brousset, recrea con acierto una sitcom norteamericana con risas grabadas, en la que una pareja (Cristina Renteros y Reyes Pavia) discute por la exacta y precisa belleza que debe tener el símbolo del título, que aparece como adorno en su hogar, hasta un inquietante final; El eterno instante, antes de…, con dramaturgia de Betsheba Gil, bajo la dirección de Maryfé Asparria y con las actuaciones de Rocío Montesinos y Alejandro Diaz, nos narra los últimos minutos de vida de una mujer, con una curiosa textura de imagen, una esperanzadora mirada al más allá y un insólito toque “lynchiano”; y la muy lograda Línea de tiempo vertical de Falla Brousset, a cargo de Demichelli, consigue estilizadas y entrañables escenas, gracias al talento de la actriz Macarena Carrillo, a partir de un tema tan preocupante y trillado como el suicidio. Provocar Belleza nos regala cinco atractivas y sólidas historias que dejan la valla muy alta para los futuros proyectos del colectivo.

Sergio Velarde

7 de octubre de 2021

miércoles, 6 de octubre de 2021

Entrevista: NANI PEASE


“Los temas de justicia son los más invisibilizados.”

La nueva obra de /Otro/colectivo Teatro se titula Juzgado de familia número 6, escrita por Nani Pease, quien también asume el rol de actriz. Oficio Crítico conversó con la artista acerca de su trayectoria y especialmente, de esta nueva propuesta que denuncia las terribles deficiencias del sistema de justicia.

Ella está sola. El fiscal le habla en el pasillo y le señala la puerta. Al entrar,  piensa en voz alta: “Todos en la habitación son hombres: el fiscal, su abogado y él”. Ella asiste a luchar por no perder lo más valioso que tiene en la vida: su hija. La verdad es que Ella no está sola. Está acompañada de todas las mujeres que en el Perú enfrentan el desamparo de tener que enfrentarse al monstruo que supone el sistema de administración de justicia.  

Juzgado de familia número 6 explora la relación de las mujeres con el sistema de justicia. Estrenará el viernes 8 de octubre a las 8:30 pm  a través de la plataforma Zoom por una corta temporada de dos semanas de viernes a domingo. Esta obra se enmarca en la investigación desde la práctica artística para la obtención de grado en Creación y Producción escénica por la Pontificia Universidad Católica del Perú a cargo de Tirso Causillas (asesorado por Lorena Pastor), quien dirige y musicaliza la obra con Nani Pease en escena.

Entradas disponibles en las redes sociales de Otro/colectivo en Facebook, @otro.colectivo.teatro en Instagram. Reservas e información adicional a otrocolectivoteatro@gmail.com 

Sergio Velarde

6 de octubre de 2021

sábado, 2 de octubre de 2021

Crítica: CRÓNICAS DE LA MACA BROWN: LA HIJA DEL PRESIDENTE


Comedia underground

El pasado proceso electoral ha sido el disparador para la creación de un puñado de apuestas escénicas virtuales de variado calibre, como La visita del Presidente de Martín Velásquez o la creación colectiva 2021: Violeta y los Reptilianos, por citar un par de ejemplos. A este grupo se le suma la divertida Crónicas de la Maca Brown: La hija del Presidente. Presentada por Camerino 4 Producciones, los sólidos actores y directores Martín Martínez y Renato Medina-Vassallo se animaron a escribir, dirigir y protagonizar esta ficción pregrabada, autodenominada como “comedia experimental de teatro underground”; sin embargo, la propuesta entra de lleno en el terreno cinematográfico, consiguiendo entretener y divertir.

Grabado con presupuesto y equipo mínimos, este cortometraje consigue darle ciertos toques de originalidad a una historia ya conocida: ad portas de las elecciones, la hija no reconocida del presidente es raptada por dos insólitos secuestradores, quienes verán peligrar su plan debido a la fuerte personalidad de la joven. A pesar de las limitaciones, el montaje luce trepidante y con algunos interesantes encuadres que suman a la trama. No obstante, la mayor fortaleza del proyecto radica en sus actores, quienes desarrollan con convicción sus personajes: Mac (Medina-Vassallo) ha empezado a sentir atracción por la joven secuestrada; su compinche Brownie (Martínez) es una avezada mujer atrapada en el cuerpo de un hombre; y Matilda (grata revelación de Aria Ravines) pondrá en aprietos a sus captores de formas poco convencionales.

Martínez y Medina-Vassallo consiguen sólido y divertido producto audiovisual, con hilarantes paralelos con nuestra realidad, especialmente con las tantas leyendas urbanas de hijos de presidentes fuera del matrimonio. La pandemia y el confinamiento han forzado a la comunidad teatral a experimentar en otros formatos y los resultados obtenidos, en general, han sido bastante auspiciosos con el transcurrir de los meses. Ya regresando poco a poco a la presencialidad en estas últimas semanas, espectáculos cinematográficos como Crónicas de la Maca Brown: La hija del Presidente tienen los suficientes méritos como para posicionarse como una excelente opción de creación para los artistas escénicos y de entretenimiento para el público desde la virtualidad.

Sergio Velarde

2 de octubre de 2021

Crítica: ADENTRO


Performance en pandemia

Las consecuencias psicológicas de la pandemia las estamos viviendo en este mismo momento y acaso se sigan manifestando muchos años en el futuro. El confinamiento que se produjo como consecuencia del coronavirus trajo consigo muchas alteraciones en la salud mental de todos. Problemas para conciliar el sueño, aumento de adicciones y hábitos tóxicos, cambio drástico de rutinas, dificultad para sobrellevar el duelo por la pérdida de un ser querido y la incertidumbre sobre el futuro en común se han convertido en el pan de cada día. Explorar estas problemáticas desde “adentro” ha sido la consigna del nuevo espectáculo de la artista multidisciplinaria argentina Soledad Cardigni, titulado justamente Adentro, presentado por la Colectiva Fuerte y Clara, en colaboración con Minusas al Vacío.

Performance virtual en toda regla, la propuesta de Cardigni se vale de diferentes lenguajes escénicos para reflexionar sobre las distintas emociones que venimos sintiendo en el encierro, especialmente, la soledad. Cerrados los escenarios públicos, cada una de las actrices transmite desde los escenarios improvisados en sus respectivas casas, utilizando los vestuarios y elementos que tienen a la mano, sobreponiéndose a la soledad a través de las pantallas del Zoom. El buen trabajo colectivo, que se vale de música, danza, diálogos y corporalidad, les permite a las actrices Cecilia Cruz, Su de la Cruz, Cleu Figueroa, Alondra Flores, Cristina Renteros, y Vicky Zárate crear las distintas atmósferas y secuencias que proponen desde “adentro” de sus propias sensibilidades.

A destacar algunas interesantes secuencias, como la progresiva aparición de las intérpretes en cada una de sus ventanas virtuales; o la coreografía ejecutada por una de ellas, mientras las demás la acompañan con diálogos superpuestos. Frustración, incertidumbre, miedo, tristeza y preocupación, producto del encierro, son los disparadores creativos para un enérgico despliegue de talento creativo. La pandemia pudo clausurar las temporadas presenciales, pero espectáculos performáticos como Adentro demuestran que el Teatro puede manifestarse en plena forma y sensibilizar así al espectador, aun a través de una pantalla.

Sergio Velarde

2 de octubre de 2021

viernes, 1 de octubre de 2021

Crítica: FUERTES INTENCIONES DE UNA PROFANACIÓN


Egos y abusos

Los espacios teatrales deben ser seguros para todos los participantes involucrados. No pueden existir justificaciones de ningún tipo y es necesario aplicar tolerancia cero hacia los maltratadores. Durante los últimos años hemos sido testigos de muchos casos de abusos y excesos; pero acaso lo más grave es descubrir que estas malas prácticas venían sucediendo desde hace mucho tiempo atrás, amparadas por tramposas coartadas relacionadas a los estilos de enseñanza disciplinada y radical. Felizmente, las nuevas generaciones vienen aprendiendo que no vale callar estos hechos y que no pueden mantenerse, de ninguna manera, en la impunidad. Faltan ajustes en los mecanismos de control, cierto; pero ya el tocar estos temas es un logro, especialmente cuando los vemos retratados en las ficciones escénicas. Ese es el caso de Fuertes intenciones de una profanación del joven dramaturgo Jorge Bazalar.

Estrenada en 2019, la pieza de Bazalar es correctamente adaptada a los tiempos pandémicos, en versión virtual, por la novel directora Claudia Castro Pedro. La historia se mantiene: tres actrices esperan en sala virtual la llegada del director que las ha convocado; sin embargo, un detalle altera los ánimos de las mujeres, y es que solo quedarán seleccionadas dos de ellas. La dramaturgia precisa rápidamente los bandos que se forman en esta suerte de “guerra fría”, pues el ego desmedido de las intérpretes de experiencia choca con la sencillez de la novata en el medio teatral. Bien manejados los diálogos por el elenco en esta primera parte del espectáculo, unos que señalan aquellos excesos que se cometen entre los mismos compañeros artistas por obtener un papel. No obstante, durante la tensa conversación salen a relucir algunas sospechosas “actitudes” y “requerimientos” del director hacia la novata, lo que dispara la segunda cadena de abusos.

Bazalar y Castro crean con acierto la atmósfera de violencia soterrada durante todo el montaje, incluso durante la insólita actitud del par de actrices frente a los abusos hacia la más inexperta. Los excesos y maltratos vienen de todos lados. En ese sentido, Maria Fernanda Ortiz, Valeria López Quintanilla y Cinthia Quiroz cumplen con encarnar con convicción a sus personajes. El reestreno de Fuertes intenciones de una profanación, presentado por CMVC Producciones, resulta acertado y pertinente, pues revela hechos reales factibles de suceder en cualquier ámbito profesional y además, los peligros a los que se enfrentan muchas mujeres en su vida personal y laboral. Este tipo de historias contribuye a prevenir este despreciable tipo de actos y por supuesto, a impedir que el espacio teatral deje ser un lugar seguro para todos.

Sergio Velarde

1º de octubre de 2021