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viernes, 19 de abril de 2019

Crítica: KAPITAL 2


Bienvenidas las sekuelas

Son muy curiosos los casos en los que los mismos creadores teatrales pueden presentar espectáculos completamente diferentes y de calidad, recurriendo a la misma fuente original. Así lo demostraron con creces, por ejemplo, Diego La Hoz y David Carrillo con Mientras canta el verano (2012-2015) y Lo que nos faltaba (2015-2019), respectivamente. A este grupo debería sumárseles los directores Paco Caparó y Jhosep Palomino con el estreno de Kapital 2, una nueva reinvención de la original (2014), presentadas ambas en el Club de Teatro de Lima. Si bien es cierto en los casos de La Hoz y Carrillo los textos fueron los mismos, en Kapital 2 solo lo fue la dinámica interactiva del montaje, que aprovechó hábilmente todo el espacio que ofrece la escuela de actuación fundada por el señor Reynaldo D’Amore.

La Kapital original nos mostró el Kaos, el Krimen y la Korrupción de nuestra Kastigada ciudad de Lima, a través de cinco escenas que se desarrollaban en los distintos ambientes del Club de Teatro (tres de ellas en paralelo con público rotativo), y que mostraban, en específico, nuestra educación y cortesía en el transporte público, los hilarantes procesos electorales, la torpe educación de padres a hijos, la violencia ejercida hacia los provincianos y el epílogo de rigor que invitaba a la reflexión. En Kapital 2, el público nuevamente es parte activa del espectáculo: desde la amena fiesta en el bar, en donde todos los parroquianos, propios y extraños, se toman selfies comprometedores; hasta la secuencia final, en donde acaso sobren algunas explicaciones acerca de la temática del montaje, que además luce clarísima: somos nosotros mismos, con nuestras acciones del día a día, los verdaderos responsables de vivir en una Kapital tan violenta, injusta y corrupta.

Esta vez, las tres secuencias preparadas mantuvieron un nivel bastante parejo y se pudo observar un cuidado meticuloso por los detalles en escena y en la propia organización, con los alumnos del Club fungiendo de anfitriones. Quizás la más esforzada haya sido la del stand-up sobre las redes sociales, que a pesar de algunas dificultades en el ritmo y en los vestuarios elegidos, esta escena supo salir airosa gracias a la energía y entrega de sus intérpretes (Santiago Giraldo, José Gómez y Kevin Gonzales) y a la muy creativa puesta en escena multimedia. Mejor les fue a las damas (Cintia Díaz del Olmo, Sheillah Gutiérrez e Ilda Polo) y la obligada escena feminista, con su escena en prisión, en donde narran sin tacha tres historias de abusos y violencia. Destaca el último cuadro, un hilarante adoctrinamiento a cargo de un pastor, su ayudante, los adeptos (el público mismo) y un jovencito rebelde que se niega a dejar el diezmo, manejado muy bien por los actores (Gerardo Cárdenas, Maykol Cruz y un sorprendente Gabriel Gil). Como dijo Caparó: “Hay nuevas historias, nuevos personajes, pero los mismos problemas”. Kapital 2 fue una gran sekuela que lució más ambiciosa que su predecesora y ojalá se reponga, para que nadie se pierda no solo una más que Korrecta y Kompetente reinvención teatral, sino una de las mejores puestas en escena en lo que va del año.

Sergio Velarde
19 de abril de 2019

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