Bienvenidas las sekuelas
Son muy curiosos los casos en los que los mismos creadores teatrales pueden presentar espectáculos completamente diferentes y de calidad, recurriendo a la misma fuente original. Así lo demostraron con creces, por ejemplo, Diego La Hoz y
David Carrillo con Mientras canta el verano (2012-2015) y Lo que nos faltaba
(2015-2019), respectivamente. A este grupo debería sumárseles los directores
Paco Caparó y Jhosep Palomino con el estreno de Kapital 2, una nueva
reinvención de la original (2014), presentadas ambas en el Club de Teatro de
Lima. Si bien es cierto en los casos de La Hoz y Carrillo los textos fueron los
mismos, en Kapital 2 solo lo fue la dinámica interactiva del montaje, que
aprovechó hábilmente todo el espacio que ofrece la escuela de actuación fundada
por el señor Reynaldo D’Amore.
La Kapital original nos mostró el Kaos, el Krimen y la Korrupción
de nuestra Kastigada ciudad de Lima, a través de cinco escenas que se
desarrollaban en los distintos ambientes del Club de Teatro (tres de ellas en
paralelo con público rotativo), y que mostraban, en específico, nuestra educación
y cortesía en el transporte público, los hilarantes procesos electorales, la
torpe educación de padres a hijos, la violencia ejercida hacia los provincianos
y el epílogo de rigor que invitaba a la reflexión. En Kapital 2, el público nuevamente
es parte activa del espectáculo: desde la amena fiesta en el bar, en donde todos los parroquianos,
propios y extraños, se toman selfies comprometedores; hasta la secuencia final,
en donde acaso sobren algunas explicaciones acerca de la temática del montaje,
que además luce clarísima: somos nosotros mismos, con nuestras acciones del día
a día, los verdaderos responsables de vivir en una Kapital tan violenta,
injusta y corrupta.
Esta vez, las tres secuencias preparadas mantuvieron un
nivel bastante parejo y se pudo observar un cuidado meticuloso por los detalles
en escena y en la propia organización, con los alumnos del Club fungiendo de
anfitriones. Quizás la más esforzada haya sido la del stand-up sobre las redes
sociales, que a pesar de algunas dificultades en el ritmo y en los vestuarios
elegidos, esta escena supo salir airosa gracias a la energía y entrega de sus
intérpretes (Santiago Giraldo, José Gómez y Kevin Gonzales) y a la muy creativa
puesta en escena multimedia. Mejor les fue a las damas (Cintia Díaz del Olmo, Sheillah
Gutiérrez e Ilda Polo) y la obligada escena feminista, con su escena en
prisión, en donde narran sin tacha tres historias de abusos y violencia. Destaca
el último cuadro, un hilarante adoctrinamiento a cargo de un pastor, su
ayudante, los adeptos (el público mismo) y un jovencito rebelde que se niega a
dejar el diezmo, manejado muy bien por los actores (Gerardo Cárdenas, Maykol
Cruz y un sorprendente Gabriel Gil). Como dijo Caparó: “Hay nuevas historias,
nuevos personajes, pero los mismos problemas”. Kapital 2 fue una gran sekuela que lució más ambiciosa
que su predecesora y ojalá se reponga, para que nadie se pierda no solo una más que Korrecta y Kompetente reinvención teatral, sino una de las mejores puestas en escena
en lo que va del año.
Sergio Velarde
19 de abril de 2019
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