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jueves, 11 de abril de 2019

Crítica: FE DE RATAS


La fe perdida

Bajo la producción de Pánico Escénico Teatro, se desarrolla la temporada de la obra Fe de Ratas (en la AAA), escrita por Diego La Hoz y dirigida por Fito Bustamante.

Una azotea es el lugar elegido por tres jóvenes (Pedro, Fabio y Boris) para organizar un largo viaje del cual no pretenden volver. En medio de la reunión, surgen las inseguridades, los miedos y los recuerdos de una vida, que hasta el momento, no parece ser la que soñaron tener. Pero, ¿qué circunstancias los unen? ¿Por qué deciden irse? ¿A dónde?

En palabras del autor: “(…) Con esta obra buscamos revisar la propuesta base de nuestro trabajo en el escenario: el minimalismo itinerante, la revaloración del actor en escena como instrumento físico de comunicación y la composición del símbolo que se desprende del juego verbal y del no verbal (…)”*. Pues bien, en el montaje de Fito Bustamante también se encuentran algunas de las características mencionadas, como el trabajo físico del actor, que enriquecía algunas escenas como por ejemplo, la escena de Boris intentando volar o la escena de Pedro sentado en el carrito de supermercado contando cómo conoció a Fabio.

UNA APROXIMACIÓN AL UNIVERSO MASCULINO

El inicio se marca con la aparición de los tres actores, en medio de la oscuridad, quienes suben al escenario rápidamente, el cual está acondicionado con vasta utilería (cajas, una pequeña estructura cubierta de grafiti, un mueble viejo, una mesa, entre otros) que retrata el ambiente de un lugar deteriorado.

Cuando al fin se encuentran, la desconfianza y el recelo se evidencia entre Boris (Roni Ramírez) y Pedro (Martín Berríos), siendo Fabio (Alonso Romero) el intermediario entre ambos. Entre discusiones, bromas y juegos, cada uno va revelando parte de su historia, la cual parece fragmentada por la desilusión, los problemas familiares y sus propias inquietudes como hombres.

La narrativa expone la carga emocional que pesa sobre los personajes, quienes desean cambiar su realidad, pero no saben cómo, ni por dónde empezar. Es posible entonces, rescatar la visión masculina sobre algunos temas, como la fe, la desesperanza, el miedo, los sueños, la urgencia del cambio, la violencia, entre otros que podrían explorarse. Al evidenciarse la presencia de subtextos, es necesario precisar de forma contundente algunos códigos de interpretación, a fin de sacarle mayor provecho a esta figura.

Un estreno siempre es el primer impulso de la obra, por ello el ritmo de la misma aún debe asentarse; otro punto importante es uniformizar la dicción, la cual puede comprometerse debido al esfuerzo en la interpretación física de los actores. Fe de Ratas plantea algunos cuestionamientos que nos llevan a repensar acerca de la posibilidad del cambio, del amor propio y la confianza en uno mismo, más allá de las circunstancias adversas y el futuro incierto.

*Entrevista a Diego La Hoz, en el marco de la temporada de Fe de Ratas que dirigió en 2010. Encontrado en web: http://federatas-el.blogspot.com/

Maria Cristina Mory Cárdenas
11 de abril de 2019

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