Un clásico se transforma y nos trae un mensaje para cambiar el presente
En esta ocasión, La Plaza nos trae una adaptación libre de la clásica obra de Herman Melville, escrita y dirigida por Els Vandell. Con un talentoso elenco conformado por Grapa Paola, Jano Baca, Joaquín Escobar, Alejandro Villagomez, Anneliese Fiedler, Merly Morello y Sergio Urrutia, la historia se nos es contada desde un punto de vista distinto al convencional y que es precisamente lo que le da ese toque especial.
La obra nos presenta a este nuevo personaje llamado Catalina, interpretado por Morello, quien es una chica que se hace pasar por un hombre (Ismael en el libro) para poder unirse a la tripulación y conocer el mar. Es a través de Catalina que el público va conociendo más al personaje de Mocha, interpretado por Grapa, y que es la famosa ballena de la novela. Mocha entabla un diálogo casi directo con la audiencia, con la intención de despertar en ellos la empatía, tanto en grandes como en pequeños, por las otras formas de vida no humanas. Este personaje hace un llamado a la generación actual y las venideras a que cuiden el mar y lleven un estilo de vida más ecológico.
Lo interesante de la obra es cómo busca adaptar una novela densa como es Moby Dick para que sea no solo más digerible y entretenida para todo tipo de público, sino que también busca darle otro dignificado que se adapte más a la actualidad. Se invierte la historia tradicional; es decir, ya no se centra en el capitán Ahab y su fijación por querer cazar a la ballena, sino que le da voz a esta última para que dé su propio punto de vista, lo que siente y cómo vivió este encuentro con el capitán, así como sus deseos de seguir viviendo de manera tranquila y pacífica. Para poder lograr su objetivo de evocar en el público este sentimiento de empatía ya mencionado, la historia también recurre a mostrar los momentos más vulnerables de algunos personajes, como en el caso de Catalina y Queequeg, quienes entablan una relación de amistad bastante conmovedora.
La escenografía con la que cuenta es bastante sencilla pero funcional, los principales elementos son estructuras hechas de cartón, lo cual va de acuerdo con el propósito de la obra: cuidar el medio ambiente, generar una conciencia ecológica. Además, por el mismo hecho de que es sencilla, invita al espectador a usar la imaginación junto con los actores, para los adultos es como ser niños de nuevo y jugar.
Es una adaptación que a partir del humor, canciones y buenas actuaciones logra transmitir mucho y llegar a cada uno de los espectadores; además, los motiva a hablar más sobre el tema y comenzar a hacer algo al respecto.
Barbara Ríos
28 de febrero de 2025