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lunes, 24 de febrero de 2025

Crítica: RITUALES DE ALTURA


Un encuentro de culturas a través del humor

Rituales de altura es una fábula de teatro infantil en código clown, que no solo les genera carcajadas a grandes y chicos, sino que también invita a la reflexión sobre nuestra comunidad. Escrita y dirigida por Carlos Orbegozo Reyna, y producida por Casa Perejil, la obra nos cuenta la historia de dos nobles y desconfiadas chinchillas del altiplano que se encuentran con un misterioso jaguar amazónico. A través del juego constante, descubrirán grandes similitudes entre ellos, transmitiendo un mensaje profundo sobre el intercambio cultural y el poder de la amistad.

La pieza nos recibe con un diseño escenográfico equilibrado y visualmente atractivo para su público objetivo. El vestuario de los personajes principales se ajusta bien a los constantes cambios de rol, ya que, inicialmente, actúan como narradores y luego representan a los animales de la historia. Esta dinámica mantiene al público expectante durante toda la obra, lo que refleja decisiones acertadas por parte de la dirección de Orbegozo.

El texto ofrece una tierna historia de dos divertidas chinchillas de los Andes: Gino, quien se destaca por su pasión por las teorías y el cosmos;y John, quien sigue las costumbres de su comunidad y secunda a su astuto hermano en todo. Las personalidades contrastantes de estos dos personajes se equilibran bajo el código clownesco. Tras la aparición del jaguar Jasilma, la tensión en la obra comienza a aumentar, ya que las chinchillas deberán decidir si confiar en este felino amazónico o respetar las normas de su comunidad. A lo largo de la obra, ambas especies aprenden sobre el valor de sus culturas y la importancia de escuchar para entender.

En cuanto a las actuaciones, Diana Veliz Castro, Ángel Vera y José Huanilo se mantuvieron sólidos durante toda la obra. Destaco especialmente la interpretación de Veliz, quien mostró un registro musical e interpretativo sobresaliente, manejando la dosis precisa de picardía e inteligencia en su irreverente personaje, lo que repercutió positivamente en la receptividad del público. Sin embargo, en algunos momentos clave, los tres personajes pudieron haber aprovechado más la interacción con el público, especialmente con los espectadores más pequeños, a través de sus preguntas y respuestas. Esta conexión directa habría fortalecido el vínculo con el público y mantenido su atención de manera más efectiva.

En definitiva, esta pieza cautiva a personas de todas las edades, lo cual es un requisito indispensable en el buen teatro familiar. Además, contribuye a comprender y valorar nuestras culturas, utilizando textos con tintes de sátira política, pero con un enfoque hacia los valores y el respeto a nuestras diferencias, con el objetivo de construir una comunidad sin discriminación. Rituales de altura tuvo lugar del 8 al 9 de febrero en el auditorio Cafae - San Isidro, y esperamos una pronta reposición.

Abigail Salvador Jaime

24 de febrero de 2025

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