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lunes, 14 de octubre de 2024

Crítica: NOCHE DE REYES


El enredo es un arte delicado

Fernando Luque y La Vaca Multicolor eligen en Noche de reyes un texto ideal, no solo para poder mostrar todo el repertorio de su elenco a nivel físico y cómico, sino para generar un genuino entretenimiento y emoción por parte del público. Es una obra que, con lo clásico y constante que es la presencia de Shakespeare en el teatro, logra sentirse fresca y con objetivo claro.

Los enredos son una de las herramientas por excelencia de Shakespeare para sus comedias; y una buena herramienta de su texto, que este montaje aprovecha, es la de ser pacientes con estos: empieza de a pocos, estableciendo las situaciones y los personajes, para luego conectarlos a manera de rompecabezas hasta que todos los personajes llegan a escena en caótico pero bien ordenado clímax. El haber seguido la historia con atención se siente como una recompensa para el público cuando las tramas principales se resuelven. Logra por este cuidado (aunque al principio fuese complicado enlazar la trama de Sebastián o la de Malvolio) generar en el público una sensación de “¡Al fin!”, al ver a todas las parejas juntas.

El código elegido, fuertemente enraizado en la commedia dell'arte, logra que no sea necesario modificar demasiado el texto de Shakespeare. Los versos se dejan entender con los movimientos y personajes exagerados de cada actor, todos muy bien construidos dentro de su arquetipo. Es un trabajo muy parejo entre todos y que funciona con el tono de comedia. Las canciones contemporáneas no distraen, al ser establecidas desde el inicio y usadas con cuidado, sabiendo en qué momentos y con qué personajes se usan. Destaco aquí a Christine Lemus, Hebe Sánchez, Isabel del Castillo y Óscar Aguirre, por sus muy bien definidas construcciones físicas, pero es una felicitación que extiendo a todo el equipo.

Salgo de Noche de Reyes muy satisfecho del trabajo visto en las actuaciones, la dirección y el vestuario. Es un montaje que sabe aprovechar a Shakespeare con color, reconociendo sus elementos “raros” o queer como tan universales como los de sus tragedias, y ese es quizás un mérito adicional para poder diversificar la manera en la que concebimos y disfrutamos del teatro clásico. Muy recomendada por risas y dinamismo.

José Miguel Herrera

14 de octubre de 2024

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