Tinieblas
Apagón es una obra de teatro que cuenta cómo la convivencia de Jimena,
Valentina, Oscar, Manuel y Sergio se ve afectada por el conflicto armado que
vivió nuestro país en los años 90. Partiendo de esta situación, se exponen
sucesos que fueron muy relevantes y penosos en aquella época, sucesos que aún
siguen afectando nuestro presente.
La obra inicia con dos de los personajes
conversando en una sala. Todo parece transcurrir de manera normal, hasta que un
rompimiento en la puesta en escena hace que los actores nos cuenten de una
manera muy dinámica ciertos eventos; así mismo, hacen participar al público,
involucrándolo en algunas escenas, generando que los espectadores empaticen con
los personajes, incluyéndolos en su drama. Debido a que la obra ocurre en
distintos entornos, han utilizado para el montaje dos espacios: esta acertada
utilización permite que el espectador se sumerja en cada entorno en el cual se desarrolló
la obra.
El elenco compuesto por Claudia Mostorino,
Jenifer Marchan, Samir Sayac, Fernando Puma y Junior Mendoza muestra un buen
nivel; además, su trabajo apoya la propuesta. Incluso en los momentos más
difíciles de la obra, logran mantener las escenas, el conflicto y las necesidades
de la acción dramática. Durante el desarrollo de la trama van evolucionando,
haciendo notar poco a poco las dificultades por las que atraviesa cada uno de
ellos, logrando trasmitir la problemática que va enfrentando cada uno y cómo es
que el entorno en que viven los va afectando.
La dirección se encuentra a cargo de Diana
Palacios y Estefano Portillo, quienes con este trabajo han dado muestras de ser
artistas que están en un camino de exploración escénica inteligente y bien
estructurada: organizan las escenas y la acción dramática de manera rigurosa y
proponen una lectura de hechos y situaciones históricas y a la vez sociales.
En la parte técnica, podemos notar que la
iluminación juega también un papel sustancial. Algunas de las mejores escenas
de la obra se logran, precisamente, gracias a las luces, así como a la música;
en la medida que acompaña la acción y no la borra, la melodía sostiene
rítmicamente los procesos escénicos, sin sobrepasarlos, complementando cada
escena.
Apagón es una obra muy interesante, con actuaciones destacables y una
dirección bien trabajada; una puesta en escena que es recomendable e
interesante de ver.
Javier
Gutiérrez
20 de septiembre de 2024
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