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domingo, 4 de febrero de 2024

Crítica: PASAJE DE IDA


Desarraigo testimonial

En la sala de espera del Club de Teatro de Lima, momentos previos a la presentación de la puesta unipersonal Pasaje de ida, se nos solicita escribir en un papel qué significa para nosotros, los espectadores, la migración. No se trata, evidentemente, de la definición exacta del concepto, sino de lo que representa para una persona el abandonar su lugar de origen y muchas veces, su propia identidad y cultura, para intentar suerte en otra comunidad, a veces, despiadada y hostil. Ese el centro neurálgico de la muy interesante propuesta escénica trabajada por el versátil actor Sandro La Torre, quien codirge al lado de Gonzalo Alfonsín.

El recurso multimedia se aprovecha incluso desde antes de la tercera llamada, con una proyección en video de la Torre corriendo, con saco pero sin pantalones, cargando una bolsa de mercado por las calles de Miraflores hasta llegar a las puertas del teatro. En sincronía, empieza el monólogo testimonial, en el que el actor nos comparte su propia experiencia, de cómo abandonó su tierra natal para venir a Lima y seguir sus sueños de ser artista. Una historia que le ocurre y seguramente les seguirá ocurriendo a muchas personas, y que La Torre explora en el escenario con destreza e ingenio, interpretando múltiples personajes y logrando interesantes secuencias ayudado por hilo de pescar, para sostener prendas en el aire, especialmente, aquellos pantalones figurativos que se necesitan para arriesgarse a dejarlo todo y empezar de cero en otro lugar.

Los papeles escritos por el público son utilizados en una escena, que bien podría profundizarse aún más, en la que el actor entabla una comunicación directa con los espectadores. Es esta sana confrontación en la que todos podemos sentirnos, en mayor o menor medida, identificados con historias de migración y nuevas oportunidades. Excelente trabajo interpretativo de La Torre, que se vale de los múltiples recursos que cuenta para ejecutar una conmovedora historia, su propia historia. La función de Pasaje de ida fue, tal como lo mencionó el creador, un muy buen work in progress, que promete desarrollarse y enriquecerse aún más en futuras presentaciones.

Sergio Velarde

4 de febrero de 2024

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