De víctima a victimario
El Teatro Esencia fue
lugar del festival de unipersonales llamado El
legado de Elizabeth Grimm, bajo la dirección de Jorge Pecho. La temporada incluye cuatro personajes marginados y olvidados,
quienes exponen lo que conforma lo más profundo de su historia. En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de ver uno
de los espectáculos llamado El abominable
caso de Henry Shadow, interpretado por Gerardo Fernández. Shadow es un
profesor de primaria, quien se muda a un nuevo departamento luego de la muerte
de su madre. Una sombra lo persigue, la cual representa un creciente impulso de
venganza por la serie de situaciones abusivas que Shadow habría vivido desde su
niñez.
La representación inicia
con el personaje llegando a lo que sería su nuevo departamento. En medio del
proceso de desempacar, se irá dando a conocer información sobre el personaje,
sus recuerdos tormentosos, y la sombra que se hace presente (nuevamente) en la
vida de Shadow. El transcurso de la obra se trata de un
debate acalorado entre dicha aparición (representada por una voz) y Shadow. Poco a poco se entiende que la sombra es una
representación de la sed de venganza y emociones reprimidas del personaje
principal, quien ha sufrido una serie de abusos constantes en distintas etapas
de su vida, incluso de adulto. Debo rescatar los textos de la sombra, pues se logró
representar una fuerza de oposición para Shadow, en su intento de no caer en
las emociones abrumadoras despertadas por sus recuerdos de momentos violentos.
El desarrollo del
personaje fue preciso y justificado momento a momento, pues Fernández logró
dosificar la información de su historia y el viaje emocional que Shadow estaría
atravesando. El ritmo de la obra albergó matices y
momentos pico, de modo que el espectador podía mantenerse atento al
enfrentamiento entre Shadow y la sombra. Un logro de este montaje fue el nivel
de vulnerabilidad alcanzado por Fernández, quien logró representar el lado
humano de un asesino serial. Dicha contradicción del personaje hace que el
personaje sea cercano al espectador.
Uno de los propósitos que
el mismo director comenta al finalizar la obra es poder dar visibilidad a lo
que la violencia, en cualquiera de sus formas, podría ocasionar en un contexto
desafortunado. Esta historia, a través de Henry Shadow,
nos demuestra cómo una víctima se convierte en victimario si no se hace nada al
respecto. Es complicado poder ver el lado humano de personas criminales; sin
embargo, considero que este montaje logró mostrar esos matices, dejando al
espectador con contradicciones y preguntas al finalizar la función.
Stefany Olivos
18 de diciembre de 2023
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