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martes, 7 de noviembre de 2023

Crítica: LA BANDA DE LOS REVOLTOSOS


Aprendizajes significativos

Para los (buenos) maestros, el englobar las dimensiones emocional, motivacional y cognitiva de cualquier estudiante deriva en un real aprendizaje significativo; es decir, en el caso de los más jóvenes, que los nuevos conocimientos serán adquiridos cuando se conecten con sus propias experiencias vividas. Este concepto, tan necesario en educación (y no siempre ejecutado), es explorado con eficacia por una puesta en escena dirigida a los más pequeños, titulada La Banda de los Revoltosos, escrita por Alfredo Motta.

Tres simpáticos animalitos, que responden a los nombres de Puercoespinoso, Tortugina y Buhoncio, no solo son grandes amigos en el colegio, sino que además comparten el sueño de formar una banda de rock. Pero el estricto y tradicional profesor Jirafino, responsable del curso de Matemáticas, no se muestra muy entusiasta al respecto; al contrario, piensa que la música es un serio distractor para su materia, especialmente en Puercoespinoso. La directora Vero del Topo aprovecha al máximo el espacio del Teatro Esencia de Barranco para escenificar la historia y presenta la moraleja con claridad y gracia, especialmente cuando los amigos aprenden (significativamente) las tablas de multiplicar al compás de la música.

Producida por Andrea Cabrera, la puesta exhibe una colorida y funcional escenografía, así como un sobrio maquillaje y vestuario, que le suma al trabajo en conjunto del elenco, compuesto por los carismáticos Paul Guerra, Fiorella Loayza, Erk Hur y el mismo Motta, quienes interpretan sus personajes con convicción y soltura. La Banda de los Revoltosos es un sólido y entretenido montaje familiar, que refuerza en grandes chicos la idea de una sana evolución educativa, que motive adecuadamente a los estudiantes librándolos de cualquier nocivo tradicionalismo.

Sergio Velarde

7 de noviembre de 2023 

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