El viaje lúdico, tragicómico y demás
Qué maravilla es ir a ver un montaje en el que los actores se entregan enteramente al juego, se dejan llevar por sus personajes, pero con la conciencia de quien se sabe está ahí para contar una historia. El viaje de la Santa, obra escrita por César de María, dirigida por Joan Manuel Girón y con la asistencia de dirección de Aldo Sánchez, es sin duda una travesía llena de emoción, asombro y cálida picardía, que sus actores han sabido entender y expresar con habilidad.
Desde un inicio el montaje se presenta con un estilo marcado, llevado quizá por la teatralidad y expresividad del teatro del siglo de oro español, que encaja a la perfección con el tiempo que transcurre en la obra: un viaje mesiánico por llevar los restos de una santa hacia una Moquegua en la época del virreinato del Perú. La elocuencia de los personajes, sus gestos y peculiaridades, le dan ese carácter lúdico, despierto, que necesita el montaje; se trabaja muy bien los momentos de complicidad con el público y los momentos de tensión dramática. Hay una transformación evidente en los personajes principales, que han sabido capturar nuestro corazón a lo largo de la obra.
Una dirección clara tanto en el aspecto escénico como en escenografía e iluminación: el juego constante de luces para marcar los momentos, teñir los discursos o conversaciones de los personajes, además de los estados anímicos, son una muestra de lo cuidado que se ha sido con la puesta en escena y la dedicación con la que han jugado con las ideas propuestas desde el texto mismo.
Algo en lo que el montaje pudo perder peso por momentos fueron las entradas musicales. Siempre es un reto ensamblar una variedad de voces y darles el brillo necesario. Por lo demás, estamos frente a una obra disfrutable de inicio a fin, cuidada y fiel en su estilo, y que muestra un buen entendimiento del texto; tenemos una obra que plantea interrogantes, ironías, y una buena dosis de fantasía y vertiginosidad. Un aplauso a Cristina Renteros, Ethel Requejo, Miguel Agurto, Julio Navarro, Edgard Linares y Gabriel Cedrón.
Omar Peralta
2 de octubre de 2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario