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martes, 21 de febrero de 2023

Crítica: ANTÍGONA


Crisis política contemporánea

Aquella capacidad que tienen los clásicos para reinventarse y mantenerse vigentes constituye justamente la cualidad que los vuelve inmortales. Una de estas piezas capitales, sin duda, es Antígona de Sófocles, extraordinaria obra que representa como ninguna el eterno enfrentamiento entre la obediencia al orden político y las libertades que todo pueblo debería contar. Dirigida por Dante Marchino e interpretada por un joven elenco, esta versión libre contemporánea, a cargo de Alumbra Producciones y estrenada en el Teatro Barranco, mantiene no solo el respeto hacia el material original, sino que también arriesga en variar ciertos aspectos de forma y fondo, que lejos de distorsionar el mensaje primigenio, lo enriquece y fortalece a través de una mirada distinta.

La trama es ya conocida: la joven Antígona (Lucia Mayorga) desea darle sepultura a su hermano muerto a pesar de la orden expresa de no hacerlo, pues es considerado un traidor de la patria. Con vestuarios actuales en tonos opacos y el uso de megáfonos y walkie-talkies, la dirección apuesta por convertir la trama en atemporal y sale airosa en sus resultados. Ayuda en ese sentido además, la elección de una actriz en el papel de Creonte (Marisol Ramos), quien se nos hace muy (re)conocida como aquella obstinada y soberbia líder, capaz de todo por seguir con la ley del Estado, en contra de todo sentido común; asimismo, su enfrentamiento con su hijo Hemón (Jorge Luis Rioja) adquiere nuevos e interesantes matices.

El desenlace, que perpetúa el círculo vicioso del poder monárquico al involucrar a la hermana de la protagonista, Ismene (Chrisel Camarena), también resulta muy significativo. Muy buen trabajo de todos los intérpretes en general, destacando el actor invitado Jorge Bardales, en una sugerente actuación como el adivino ciego Tiresias. Esta nueva versión de Antígona adaptada a nuestros tiempos, convertida ahora en un tenso conflicto entre dos fieras y empoderadas mujeres, mantiene intacta su vigencia como clásico universal y es el inequívoco reflejo de una sociedad fracturada, con gobiernos que no saben (o no quieren) “interpretar” la real voluntad de sus pueblos.

Sergio Velarde

21 de febrero de 2023

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