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martes, 20 de septiembre de 2022

Crítica: VECINOS


¿Existe una igualdad entre hombres y mujeres al postular a un trabajo?

Esto plantea la obra Vecinos. Y, ¿el nombre de la obra? Pues son precisamente los vecinos los que de alguna manera, identificados con este suceso, apoyan a su vecina a hacer justicia, para que se valoren las aptitudes y méritos más que el género.

Esta pieza teatral hace saltar la pregunta si en el pleno 2022, y con tantas luchas, protestas y liberaciones a cuestas, realmente los hombres y las mujeres somos iguales en cuanto a nuestros desempeños y valor. Cuando pensamos en ello pueden venir a la mente adjetivos opuestos. Masculino: fuerte, valiente, agresivo, proveedor, racional, insensible. Femenino: débil, tierna, dócil, cuidadora, emocional, sensible. Esta diferencia se ha marcado desde tiempos remotos y debido a ello pensamos que estas diferencias son “naturales”, pero ¿cuánto realmente lo son? Al ser concebidos, solo uno de los 46 cromosomas de nuestro ADN determina nuestro sexo; de hecho, no hay diferencia entre niños y niñas en la etapa de gestación. Una vez que somos clasificados, se nos educa de acuerdo con lo que se espera del sexo asignado.

Se espera, por ejemplo, que los niños no lloren o que las niñas no sean intrépidas. Esas reglas de comportamiento las hemos asumido como si fueran diferencias biológicas, es decir, que tienen que ver con nuestro cuerpo, y no es así.

Con estas expectativas sociales de lo que es ser masculino y femenino nos adentramos en nuestra sociedad que inmediatamente cosifica, como le ocurre a la protagonista de esta obra, que va por un puesto de trabajo y no toman atención a su hoja de vida y por el simple hecho de ser mujer no es tomada en cuenta para tal oficio, estando más calificada que su contraparte masculina.

Simone de Beauvoir, una prominente escritora francesa, dijo en 1949: “No se nace mujer, se llega a serlo”, refiriéndose a que las características que entendemos como masculinas o femeninas son resultado de procesos culturales construidos socialmente. En ese mismo sentido tampoco se nace hombre, se llega a serlo. Lo más grave es que esas diferencias sexuales han sido y son utilizadas como justificación para mantener una forma de desigualdad en las sociedades y establecer entre pueblos y naciones una idea de jerarquía que subordina a las mujeres en general.

Esto queda retratado en la obra, con actuaciones correctas, entregadas y un escenario funcional para tal efecto.

Manuel Trujillo

20 de septiembre de 2022

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